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Año I - Nro. 33 - Uruguay, 4 de julio del 2003

Comunicado de la Secretaría General de la CAN con motivo de la visita del Presidente de Brasil al XIV Consejo Presidencial Andino

Quirama, Colombia, 28 de junio de 2003

El Consejo Presidencial Andino, con ocasión de su XIV Reunión, recibió la visita del Excelentísimo Señor Presidente de la República Federativa del Brasil, don Luiz Inacio Lula da Silva, con quien los Presidentes Andinos sostuvieron un rico intercambio de ideas sobre el relacionamiento de la Comunidad Andina con el Mercosur y el futuro de la integración suramericana, así como de las negociaciones para el Area de Libre Comercio de las Américas.

Como resultado de este diálogo, acordaron que el Presidente del Brasil consultaría con los otros Presidentes de los países del Mercosur, a fin de tener un encuentro de Ministros de Relaciones Exteriores en el mes de agosto, para tratar el tema de las negociaciones para un Acuerdo de Libe Comercio CAN - Mercosur, las que deben culminar a más tardar el 31 de diciembre del presente año, y el curso de las negociaciones del ALCA. También acordaron que, con ocasión de la próxima reunión del Comité de Negociaciones Comerciales del ALCA, a realizarse en la ciudad de San Salvador, se reúnan previamente los Viceministros de ambos bloques para discutir lineamientos de negociación sobre el ALCA.

NOTAS  DE  PRENSA

Tema de la semana

La segunda generación de la CAN


Junio 29 de 2003

Los cinco países miembros del organismo expresaron su interés por avanzar en la creación de un Mercado Común y se comprometieron a cumplir los acuerdos suscritos. Para ello decidieron crear una especie de tutoría que vigilará que los convenios los beneficien a todos.

Por Arcadio González Ardila. Enviado Especial. Recinto Quirama - Carmen de Viboral, Antioquia.

Tres décadas y media después de su creación, la Comunidad Andina de Naciones atraviesa por uno de sus peores momentos.


A pesar de los múltiples tratados de integración firmados por Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela, las reclamaciones han sido mutuas por su reiterado incumplimiento.

Propósitos de integración andina como la armonización fiscal y aduanera, el índice de endeudamiento y la unidad en materia agraria, han dificultado la integración subregional.


Aunque las cinco naciones coinciden en que "existen diferentes ritmos e intereses diversos" que han impedido una mayor dinámica en las negociaciones de los temas gruesos, durante la instalación del XIV Consejo Presidencial Andino el primer mandatario de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, instó a sus homólogos a "hacer un examen de conciencia" sobre la crisis por la que atraviesa la CAN.


En ese sentido, es evidente el malestar que ha generado la presión de Venezuela para que los países andinos busquen la integración con el Mercosur antes que con el Alca.


"Nosotros tenemos muchas reservas por algunos propósitos del esquema Alca y de nuestra capacidad negociadora", reconoció el canciller de la vecina república, Roy Chaderton.


En este tema, al igual que en el mantenimiento de las visas para los ciudadanos de los demás países andinos, el avance ha sido mínimo.


Venezuela ha sido abiertamente partidario de lograr un acuerdo en bloque con el Mercosur antes que con el Alca, mientras las demás naciones insisten en la creación del Mercado Común Andino.


El Pais conoció que durante la reunión de los mandatarios en el recinto de Quirama, hubo 'fuertes discusiones' entre Uribe y el presidente Hugo Chávez respecto del proceso integrador. Según Chávez, "se están defendiendo tesis neoliberales", posición que contradijo el Presidente colombiano.


Chávez les dijo a sus homólogos que "el tema comercial tiene mucho peso en la declaración conjunta del Consejo Presidencial", pero que a nivel político es necesario buscar el bienestar colectivo en otros aspectos sociales como el energético que, a su juicio "traería grandes beneficios para Latinoamérica en general pero sobre todo para los andinos en particular".


"Este modelo de integración va mal, y si sigue así su destino es la desaparición", dijo Chávez en su intervención ante el Consejo.


Pero ese proceso tomó un nuevo rumbo ayer, cuando la Comunidad Andina de Naciones, consciente de sus problemas, acordó crear una especie de control para que los acuerdos bilaterales que alcance alguno de sus miembros beneficien a los demás.


"Hemos propuesto que en las negociaciones bilaterales que algunos países están haciendo, esté presente el Presidente de la CAN con la finalidad de que los beneficios que se alcancen sean para todos sus miembros de manera equitativa, es decir es una especie de tutoría que ha sido bien recibida por la Comunidad", explicó el presidente de Ecuador -país que asumió la Presidencia del organismo andino- Lucio Gutiérrez.


"Lo importante -agregó- es que la integración andina va por que va".


Del mismo criterio se mostró el Jefe del Estado de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva: "Para que esa integración se dé, yo prefiero que haya integración física, que haya ferrovías, que haya hidrovías".


Por su parte, Uribe Vélez agradeció la presencia de Lula y de él dijo: "Es un gran constructor de consensos, que tanto se necesita en sociedades confrontadas como las nuestras. Y en ese proceso reflexivo nos enseña algo muy importante: se detiene muchas veces a hacer autocríticas, a hacer camino".

CAN y Mercosur se integrarán en acuerdo de libre comercio

"Declaración de Quirama" fija plazo hasta 31 de diciembre


Por:
Carlos Osorio

Rionegro, junio 28 (AFP).- Apoyada en el liderazgo del presidente brasileño, Luiz Inacio Da Silva, la Comunidad Andina de Naciones avanzó decididamente hacia la integración con el Mercado Común del Sur, durante la XIV Cumbre Presidencial del grupo andino.


Al concluir dos días de deliberaciones en la localidad colombiana de Rionegro, los mandatarios de la CAN (Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela) suscribieron la "Declaración de Quirama", en la que acordaron un nuevo marco político para la integración regional.


En tal sentido, convinieron establecer un plan de trabajo para las negociaciones entre la CAN y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), con miras a concluir el acuerdo de libre comercio entre ambos bloques a más tardar el 31 de diciembre próximo.


Asimismo, una reunión entre los presidentes de la CAN y del Mercosur fue pactada para julio o agosto próximos, a fin de consolidar el proceso de integración y adoptar posiciones conjuntas de cara al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).


En la adopción de estos compromisos fue clave la participación, como invitado especial, del jefe de Estado brasileño, miembro del Mercosur y quien ha insistido en formar un bloque sudamericano para las negociaciones del ALCA, frente a Estados Unidos.


Da Silva expuso ante los mandatarios la posición adoptada por Brasil en sus recientes conversaciones con el presidente George W. Bush, y dijo que la integración sudamericana no debe ser sólo retórica, sino un movimiento político en beneficio de los pueblos.


"La integración sudamericana no es excluyente con otros procesos en los que todos estamos envueltos, y debemos tener la sabiduría de encontrar soluciones propias para los problemas y circunstancias que nos son comunes", dijo.


Estos planteamientos fueron bien recibidos por los gobernantes andinos, que armonizaron algunas de sus posiciones y coincidieron en señalar que durante la cumbre se dio un nuevo impulso a la integración regional.


El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, un duro crítico del ALCA, manifestó este sábado que se iba "mucho más optimista". "Por primera vez entramos y nos sumergimos en ese tema, y los planteamientos de Lula nos aclararon un poco más la situación".


Chávez había llegado a la cumbre priorizando una integración venezolana con el Mercosur, mientras que el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, reiteraba que para Colombia la prioridad era el ALCA y las relaciones comerciales con Estados Unidos.


No obstante, el encuentro en Rionegro logró, según Chávez, conciliar las posiciones "de darle prioridad a la integración de Sudamérica y al mismo tiempo seguir negociando el ALCA".


En ese contexto, la "Declaración de Quirama" llamó a reflexionar sobre el ALCA y la inserción internacional de la CAN, sin perjuicio de las negociaciones que los países llevan a cabo en dicho proceso.


Los mandatarios destacaron igualmente la importancia de las negociaciones comerciales para dicha inserción, y decidieron mantener abiertas sus posibilidades de avanzar en negociaciones con terceros países o bloques de naciones.


Del mismo modo, los jefes de Estado convinieron en elaborar una propuesta de lucha conjunta contra el terrorismo y la corrupción.


En la cumbre participaron, además de Uribe, Chávez y Da Silva, los presidentes Lucio Gutiérrez (Ecuador) y Gonzalo Sánchez (Bolivia). El presidente de Perú, Alejandro Toledo, se excusó de asistir por razones internas y fue reemplazado por su primer vicepresidente, Raúl Diez Canseco.

La Declaración contiene seis ejes

La XIV reunión del Consejo  Presidencial Andino concluyó ayer con la firma de la Declaración de Quirama. El documento contiene seis ejes.


El primero trata sobre la dimensión política en la lucha contra la pobreza, el terrorismo, la vigencia de la democracia y de una política exterior común para la CAN.


En el tema social y cultural se prioriza el Plan Integrado de Desarrollo Social, como complemento a los planes nacionales que sobre este tema, ejecute cada país.


En materia económica se revisarán los incumplimientos y se preparará una propuesta de resolución. También se retomará el deseo de fomentar una política agraria común para los andinos.


En cuanto al desarrollo fronterizo, la CAN se adhiere a la ejecución del proyecto de "Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Sur América" (Iirsa). Se avanzará en el diseño y ejecución de programas comunitarios para darle fuerza a su política de desarrollo sostenible.


Finalmente los presidentes se comprometen a proteger la institucionalidad de la Comunidad Andina.

Domingo, 29 de Junio del 2003

Declaración de Quirama

Los Presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, y el Vicepresidente de Perú reunidos en el Recinto de Quirama, Antioquia, República de Colombia, con motivo del XIV Consejo Presidencial Andino,

Convencidos de que la Comunidad Andina es hoy una comunidad de naciones, estrechamente relacionadas en todas las áreas que marchan unidas hacia una cooperación política superior para promover su desarrollo armónico y equilibrado, y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.

Reafirmando su convicción de que la profundización del proceso integrador comunitario requiere nuevas y eficientes líneas estratégicas, en el marco de una agenda multidimensional, que le permita alcanzar el desarrollo económico, equilibrado, armónico y compartido de sus países, con miras a fortalecer la capacidad individual y colectiva de luchar contra la pobreza y la exclusión social.

Considerando que los avances registrados en el desarrollo del proceso de integración subregional, colocan a la Comunidad Andina en posición de asumir un papel como actor relevante y participativo en la comunidad internacional de cara a los desafíos que nos impone la actual dinámica mundial.

Conscientes de que para fortalecer y profundizar el proceso de integración andino en todas sus dimensiones, es necesario traducir nuestra alta voluntad política en acciones concretas y sostenidas, en especial en lo relacionado con la aplicación de la normatividad andina.

Coincidiendo en la necesidad de establecer las estructuras de una nueva etapa en el proceso de integración que profundice en el carácter multidimensional de la Comunidad Andina y permita avanzar en nuestro proyecto común sustentado en las dimensiones política, social y económica de la integración, la Política Exterior Común, la participación de actores y organizaciones sociales, la integración y el desarrollo fronterizo, la integración física de Suramérica, el desarrollo sostenible y la institucionalidad.

Acuerdan impulsar las líneas de acción estratégicas para el perfeccionamiento del esquema de integración en los siguientes ejes temáticos:

A. Dimensión política

Reforzar la cooperación en temas de trascendental importancia tales como la lucha contra la pobreza y la exclusión social; el fortalecimiento de la democracia; la gobernabilidad democrática; la defensa y protección de los derechos humanos; la seguridad y fomento de la confianza; la lucha contra el terrorismo en todas y cada una de sus formas y manifestaciones; los delitos que afectan la estabilidad económica, el bienestar social y el patrimonio público de nuestros países; la lucha contra el problema mundial de las drogas y delitos relacionados; la lucha contra la corrupción y el crimen organizado; el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Impulsar la Política Exterior Común preservando y profundizando el acervo comunitario para asegurar una inserción mundial que favorezca los intereses y prioridades de la subregión, que le permita una mayor presencia en foros y organismos internacionales, y fortalezca el relacionamiento en los ámbitos político, económico y de cooperación con terceros países y otros grupos regionales, privilegiando la concertación e integración suramericana, latinoamericana y con el Caribe.

B. Dimensión Social y Cultural

Otorgar la máxima prioridad al diseño, coordinación y convergencia de políticas sociales que conduzcan al desarrollo de estrategias específicas y articuladas de cohesión social, lucha contra la pobreza y la marginalidad, que contribuyan a la consolidación de la democracia y al fortalecimiento de la gobernabilidad en la Comunidad Andina, así como a la generación de espacios más amplios para la participación de actores y organizaciones sociales.

Priorizar la aprobación del Plan Integrado de Desarrollo Social, como complemento a los planes nacionales de desarrollo, así como la creación de mecanismos financieros innovadores destinados a afianzar la gobernabilidad democrática y hacer frente a la pobreza.

Respaldar los avances de la negociación subregional para disminuir el precio de los medicamentos, el Plan Andino de Salud y la implementación de la Tarjeta de Salud Andina que adelanta el Organismo de Salud - Convenio Hipólito Unanue.

Afirmar la necesidad de que la Comunidad Andina se fortalezca aún más a partir de la construcción y valoración de un espacio cultural común que tome en cuenta la educación, la ciencia y la tecnología.

Afianzar los lazos de intercambio y cooperación cultural de los países andinos mediante la generación de alianzas entre instituciones públicas y privadas comprometidas con la preservación y la promoción de la diversidad cultural andina, así como la protección del patrimonio cultural de nuestras naciones.

Priorizar las acciones tendientes a la profundización del espacio económico andino mediante el desarrollo de los instrumentos que nos permitan armonizar políticas en campos como la migración laboral, la seguridad social y la seguridad y la salud en el trabajo, así como en el reconocimiento de licencias y títulos profesionales.

C. Dimensión Económica

Reiterar los principios del Acuerdo de Cartagena como instrumento para el crecimiento y desarrollo de los aparatos productivos regionales y su competitividad, la diversificación de las exportaciones andinas y la complementación de sus economías.

Revisar los incumplimientos y preparar una propuesta integral para resolverlos, con un cronograma definido, a través del esfuerzo conjunto de los Países Miembros.

Reconocer la importancia de crear un ambiente propicio para que se desenvuelvan y desarrollen los flujos de comercio, turismo e inversión en la Comunidad Andina.

Impulsar el turismo como una de las palancas fundamentales para el desarrollo y la integración. Trabajar para fomentar la interconexión de rutas aéreas y circuitos turísticos integrados entre los países de la subregión y de Suramérica. En coherencia con estos objetivos, respaldamos la iniciativa impulsada por los Ministros de Turismo Suramericanos “Descubriendo Suramérica para los suramericanos”.

Procurar que las políticas cambiarias adoptadas por los Países Miembros contribuyan a la estabilidad y crecimiento de los flujos comerciales, asunto que debe ser atendido por las autoridades competentes.

Mercado Común Andino

Reconocer los avances alcanzados en la zona de libre comercio, en la consolidación de la unión aduanera y, el estado actual del arancel externo común y el mecanismo de estabilización de precios.

En consecuencia, con miras a la conformación del Mercado Común, ratificamos que el mismo es un instrumento eficaz para el aprovechamiento del intercambio intracomunitario y el desarrollo de los Países Miembros, que garantice la libre circulación de los bienes, servicios, capitales y personas dentro de la Comunidad, así como para la inserción eficiente y equitativa en el mercado internacional.

Propender a la adopción de una Política Agropecuaria Común Andina como mecanismo para alcanzar el desarrollo y la competitividad de los sectores agropecuario y agroindustrial, así como el desarrollo rural de los países andinos.

D. Integración y desarrollo fronterizo

Consolidar la Política de Integración y Desarrollo Fronterizo, apoyando el establecimiento de programas integrales de desarrollo para las regiones de frontera y especialmente en las Zonas de Integración Fronteriza, a fin de convertir estas regiones en espacios que fortalezcan la integración andina y permitan elevar la calidad de vida de los habitantes de la subregión. Asimismo, promover el establecimiento de Zonas de Integración Fronteriza con terceros.

Impulsar activamente la ejecución del proyecto “Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional de Sur América” (IIRSA), con una visión interrelacionada de los distintos ejes de integración y desarrollo a fin de construir un espacio que promueva una mayor interacción entre nuestros pueblos, una mayor competitividad y desarrollo para las economías andinas.

E. Desarrollo sostenible

Avanzar en el diseño y ejecución de programas comunitarios en frentes estratégicos tales como el medio ambiente, el desarrollo energético y la prevención y atención de desastres, que permitan potenciar el desarrollo sostenible en la subregión.

F. Institucionalidad

Dar especial atención a la vigilancia y cumplimiento de la normativa comunitaria, y al fortalecimiento de la Secretaría General como unidad estratégica y ejecutiva de los temas centrales de la agenda multidimensional.

Reafirmar la importancia institucional del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, cuya labor coadyuva a fortalecer el Sistema Andino de Integración y aporta de manera significativa a la estabilidad y a la certeza jurídica en la subregión.

A fin de iniciar una segunda generación de políticas de integración que responda a las nuevas dimensiones del proceso y a las demandas de nuestros pueblos, acordamos las siguientes

DIRECTRICES

Dimensión Política de la Integración

1. Instruir al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que proponga los elementos que sirvan de base para la eventual configuración de una agenda de gobernabilidad para la subregión andina que contemple los desafíos políticos, económicos y sociales, y permita fomentar la inclusión social y la equidad, así como la credibilidad en las instituciones democráticas.

2. Instruir al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que presente a consideración del próximo Consejo Presidencial Andino una propuesta de lineamientos de Política de Seguridad Común Andina que desarrolle los parámetros del Compromiso de Lima y contemple, entre otros, planes de acción concretos en materia de lucha contra el terrorismo y la corrupción, con base en los trabajos que adelante el Grupo de Alto Nivel en materia de Seguridad y Fomento de la Confianza.

En este mismo contexto, consideramos imprescindible impulsar la puesta en marcha del Plan Andino para la Prevención, Combate y Erradicación del Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras en todos sus aspectos y su presentación durante la Reunión Bienal de Estados sobre la Implementación del Programa de Acción de las Naciones Unidas en la materia.

3. Instruir al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que adopte un Programa para la Difusión y Ejecución de la Carta Andina de Promoción y Protección de los Derechos Humanos, con el fin de promover la plena vigencia de los mismos en nuestra Comunidad.

4. Encomendar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que, con el apoyo del Comité Ejecutivo del Plan Andino de Lucha contra las Drogas y los Delitos Conexos, avance en la aplicación del Plan Operativo, con base en las prioridades identificadas por dicho Comité.

5. Encargar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que adopte un Plan Andino de Lucha contra la Corrupción, que permita tanto una acción subregional coordinada en la materia, como una participación conjunta en los foros internacionales.

6. Instruir al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que establezca los lineamientos de una Política de Seguridad Alimentaria Subregional que contemple, entre otros, planes de acción concretos en materia de lucha contra la pobreza y la marginalidad, en concordancia con lo que establezca el Plan Integrado de desarrollo Social.

7. Encomendar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que, en desarrollo de los lineamientos de la Política Exterior Común, continúe las negociaciones para la suscripción de un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación con la Unión Europea, el cual deberá facilitar el inicio de las negociaciones para un Acuerdo de Asociación.

Igualmente el Consejo deberá realizar la I Reunión del Diálogo Político y Cooperación CAN - MERCOSUR y Chile, y desarrollar las líneas de trabajo existentes con China, Rusia e India, así como con el Japón.

Instar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores a impulsar un Mecanismo de Diálogo Político y Cooperación con Estados Unidos y Canadá, e igualmente, encomendar a la Secretaría General que estudie las modalidades de relacionamiento de la Comunidad Andina con el EFTA, la República de Corea y la República de Cuba, particularmente en lo relacionado con el Acuerdo de Complementación Económica con dicho país.

Dimensión Social y Cultural

8. Solicitar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que en desarrollo de los lineamientos aprobados, con el apoyo de los Ministros Responsables del área social, de la Secretaría General y de la Corporación Andina de Fomento (CAF), formule el Plan Integrado de Desarrollo Social.

9. Instruir al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que, en estrecha coordinación con el Consejo Asesor de Ministros de Trabajo, promueva las acciones encaminadas a reglamentar las Decisiones en materia de migración laboral, de seguridad social y de seguridad y salud en el trabajo, y se complemente los avances en materia sociolaboral, mediante la adopción de la normativa pertinente para el Reconocimiento de Licencias, Títulos Profesionales y Acreditaciones en la subregión.

10. Exhortar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores a que, con el apoyo técnico de la Secretaría General, trabaje en la estructuración de mecanismos efectivos que aseguren la participación de los actores y organizaciones sociales en el desarrollo del proceso de integración andino. En este sentido, se recomienda el inmediato establecimiento de los capítulos nacionales que permitan la realización de la primera reunión de la “Mesa sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas” en el mes de noviembre de 2003 en el Ecuador y de la “Mesa Andina de Participación de la Sociedad Civil para la Defensa de los Derechos del Consumidor”, en la Secretaría General, en fecha por definir.

11. Retomar en forma inmediata los trabajos encomendados a los Ministros responsables de las políticas educativas, culturales y de ciencia y tecnología de nuestros países, bajo la supervisión del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, con el apoyo técnico de la Secretaría General, y los aportes del Convenio Andrés Bello y la Universidad Simón Bolívar, a fin de que presenten durante nuestra próxima reunión ordinaria, los lineamientos para la adopción de políticas comunitarias en cada una de estas áreas programáticas, destinadas al mejoramiento de la calidad, cobertura y pertinencia de la educación, a la promoción y respeto de la diversidad cultural de la subregión, el ejercicio de la interculturalidad, así como al desarrollo de la innovación tecnológica, entre otras, de conformidad con las Directrices Presidenciales del XI Consejo Presidencial Andino de Cartagena de Indias.

12. Instruir a las autoridades nacionales competentes que consoliden los esfuerzos que se realizan en la subregión en contra del trafico ilícito de bienes culturales y promuevan la aplicación de nuevos mecanismos concretos, como la lista roja de bienes culturales en peligro en América Latina, contribuyendo de esta forma a la protección del patrimonio tangible e intangible, arqueológico, histórico, etnológico, paleontológico y artístico de los Países Miembros de la Comunidad Andina.

13. Instruir a las autoridades nacionales competentes que se adhieran a la Convención Internacional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en el marco de la próxima Conferencia General de la UNESCO, en tanto que su aplicación permitirá reforzar las políticas nacionales a favor de la protección de la memoria e identidad de los pueblos y las culturas andinas.

14. Acoger con interés la propuesta de la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud y el Organismo Andino de Salud - Convenio Hipólito Unanue que promueve la creación de una “Comisión Andina de Inversión en Salud” para avanzar en una estrategia conjunta para el desarrollo del sector salud y solicitar los fondos pertinentes a la OPS/OMS.

15. Encargar a la Secretaría General que, en coordinación con las autoridades nacionales de los Países Miembros, promueva la cooperación entre los medios de comunicación de la subregión, para el intercambio de interés común en las áreas de turismo, educación, cultura, desarrollo y otras, con la finalidad de fortalecer sus valores comunes y difundir la cultura andina en su amplia diversidad.

Dimensión Económica

16. Instruir a la Secretaría General que, a más tardar en diciembre de 2003, nos presente una evaluación del proceso de integración andino para cada uno de los Países Miembros y presente las recomendaciones necesarias.

17. Encomendar a la Comisión que celebre una reunión especial a más tardar en septiembre de 2003, en la cual los Países Miembros deberán realizar un análisis de las causas que han motivado los incumplimientos a la normativa comunitaria y definir un cronograma para su resolución.

18. Exhortar a los Ministros responsables del comercio, que mantengan fluidos mecanismos de concertación en los foros de negociaciones comerciales con miras a optimizar las ventajas para los Países Miembros de la Comunidad Andina.

19. De conformidad con lo establecido en el Acuerdo Marco suscrito entre los países de la Comunidad Andina y MERCOSUR en diciembre de 2002, encargar a la Comisión que, con el apoyo de la Secretaría General, coordine el establecimiento de un plan de trabajo y un cronograma que sirva como hoja de ruta para las negociaciones entre los países miembros de ambos grupos, con miras a concluir el Acuerdo de Libre Comercio CAN - MERCOSUR a más tardar el 31 de diciembre de 2003.

20. Destacar la importancia de las negociaciones comerciales para la inserción de los Países Miembros en el contexto internacional y mantener abiertas sus posibilidades de avanzar en negociaciones comerciales con terceros países o grupos de países.

Propiciar una reflexión política en el marco del Consejo Presidencial y del Consejo Ampliado sobre el ALCA y la inserción internacional de la Comunidad Andina, sin perjuicio del desarrollo de las negociaciones que los países adelantan en dicho proceso.

21. Instruir a la Secretaría General que adelante estudios complementarios a los que viene realizando la CAF en el marco del Programa Andino de Competitividad (PAC) y de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que le permitan presentar propuestas a los Países Miembros con el fin de desarrollar e impulsar políticas regionales andinas orientadas a mejorar la competitividad y productividad, particularmente en el ámbito tecnológico, industrial, de servicios e infraestructura física, a fin de ganar espacios en los mercados internacionales.

22. Teniendo en cuenta que la Comunidad Andina en su conjunto es el segundo productor y exportador mundial de café, es importante que los países miembros participen activamente en los debates encaminados a superar la crisis que atraviesa este sector. Por tanto, se reconoce la importancia de que los países miembros de la Comunidad Andina asistan, en la medida de sus posibilidades, a las reuniones de la Organización Internacional del Café, con el fin de que, actuando de manera coordinada, participen en el diseño de las políticas y acciones que van a definir el futuro de la caficultura en el mundo.

Estos esfuerzos de coordinación se reforzarán a través del Grupo Ad Hoc de Café de la Comunidad Andina, foro éste que permite el diálogo y la coordinación de los diferentes actores del sector cafetero andino.

Mercado Común Andino

23. Instruimos a la Comisión que, en un plazo no mayor de 30 días y sobre la base de deliberaciones previas del Grupo Ad Hoc, celebre una reunión extraordinaria, con el único cometido de adoptar disposiciones que promuevan un mayor desarrollo y un comercio creciente y sostenido de la cadena de las oleaginosas.

24. Disponer que la Comisión con la participación de los Ministros de Agricultura, adopte una definición respecto de la Política Agropecuaria Común Andina, sobre la base de las consultas a los organismos correspondientes así como a los sectores productivos, teniendo como fecha límite el 30 de septiembre de 2003, para lo cual el Comité Andino Agropecuario se reunirá en Caracas en el mes de julio.

25. Instruir a la Secretaría General que elabore un programa de trabajo, a más tardar el 30 de septiembre de 2003, con el propósito de avanzar en el proceso de liberalización del comercio subregional de servicios.

26. Instruir a las entidades pertinentes que apliquen las recomendaciones del Proyecto GRANADUA, con apoyo de la Secretaría General, para la interconexión entre las Aduanas, con base en la adopción del Arancel Integrado Andino (ARIAN), la Declaración Única Aduanera (DUA), la armonización de Regímenes Aduaneros Especiales y otros mecanismos para evitar las distorsiones incluyendo aquellas generadas por diferencias en las preferencias otorgadas a terceros e impulsar la lucha contra el contrabando y el fraude fiscal en el comercio intraandino.

27. Destacar que la lucha contra el contrabando y el fraude fiscal requieren una interconexión de las Aduanas de los Países Miembros, utilizando preferentemente medios electrónicos.

Integración y Desarrollo Fronterizo

28. Instar al Grupo de Trabajo de Alto Nivel para la Integración y el Desarrollo Fronterizo que, basándose en los logros alcanzados, establezca un Plan Integral de Integración y Desarrollo Fronterizo, que defina los instrumentos jurídicos, técnicos y financieros que sean necesarios; y que asegure la participación de las instancias de planeación y cooperación de los Países Miembros.

29. Solicitar al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y a la CAF que continúen apoyando técnica y financieramente al Banco de Proyectos de Integración y Desarrollo Fronterizo y las demás acciones que el Grupo de Alto Nivel para la Integración y Desarrollo Fronterizo definan.

30. Instruir a las autoridades nacionales competentes de la Comunidad Andina que en sus planes y programas de trabajo se asegure el respaldo a la ejecución de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), y se facilite la coordinación de planes, proyectos e inversiones, buscando compatibilizar y armonizar tanto la regulación como las políticas asociadas.

31. Encomendar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que, en concordancia con la Decisión 501 de la Comunidad Andina, promueva el establecimiento de Zonas de Integración Fronteriza con terceros países limítrofes de los Países Miembros de la Comunidad Andina.

Desarrollo Sostenible

32. Encomendar a los Ministros de Relaciones Exteriores y a la Comisión que, en coordinación con el Consejo de Ministros de Energía, Electricidad, Hidrocarburos y Minas, y con miras a potenciar las ventajas energéticas de los Países Miembros de la Comunidad Andina, promuevan la construcción del mercado energético comunitario y el desarrollo de servicios de energía de alto valor agregado, en beneficio del desarrollo sostenible andino, así como la adopción de una estrategia de inserción internacional en torno al comercio de hidrocarburos y la seguridad energética.

33. Encomendar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que, en coordinación con las autoridades ambientales, desarrolle en el corto plazo el Plan Andino de Seguimiento de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible llevada a cabo en Johannesburgo y el Plan de Aplicación de dicha Cumbre, incluida la coordinación subregional con la Comisión de Desarrollo Sostenible (CDS) de la Organización de las Naciones Unidas, y asegurar la ejecución de la Estrategia Regional de Biodiversidad, con el apoyo técnico y financiero de aliados estratégicos como, entre otros, el BID, la CAF, Conservación Internacional, UNCTAD y Condesan.

34. Instruir al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que, en coordinación con las autoridades nacionales responsables de los temas ambientales, adopte las medidas necesarias para apoyar la creación del “Grupo ad hoc Abierto”, propuesto en la “Declaración del Cusco”, a fin de que presenten en la próxima reunión del Grupo de Países Megadiversos Afines, una propuesta que contenga, entre otros, mecanismos para garantizar la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de la biodiversidad, de acuerdo a lo establecido en la Declaración de Johannesburgo.

35. Encomendar al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores que impulse acciones para la prevención y reparación de los daños causados por desastres naturales y fenómenos meteorológicos extremos, agravados por el recalentamiento global, en particular, el "Fenómeno del Niño", tomando en cuenta las recomendaciones del Programa Preandino que viene ejecutando la CAF en coordinación con los países.

36. Impulsar, a través del Comité Andino de Autoridades Ambientales, iniciativas y proyectos del área andina para la protección y desarrollo sostenible de los ecosistemas de montaña de la región andina.

Institucionalidad

37. Instruir al Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y a la Comisión, que respalden y fortalezcan el Sistema Andino de Integración, adecuándolo a la nueva orientación estratégica del proceso, entre otros, mediante la promoción de reuniones sectoriales de Ministros, para el análisis y la formulación de propuestas en sus ámbitos de competencia, y su participación en el debate en los órganos comunitarios correspondientes.

38. Encomendar a la Secretaría General que, en coordinación con el Tribunal Andino de Justicia, presente a consideración de los Países Miembros propuestas que les permitan utilizar medios para la resolución extrajudicial de conflictos, dentro del marco del ordenamiento jurídico comunitario.

39. Congratular a los Países Miembros que han dado cumplimiento al mandato del Protocolo Modificatorio de Trujillo, referente a las elecciones directas de los parlamentarios andinos, e instar a los Congresos nacionales y a los organismos electorales de los países que aún no han previsto la aplicación de este mandato, lo hagan a la brevedad posible.

Habiendo tenido oportunidad de recibir los informes y sostener diálogos con los representantes de los órganos e instituciones del Sistema Andino de Integración, el Consejo Presidencial Andino expresa su felicitación por las labores desarrolladas por dichos órganos e instituciones en el campo jurisdiccional, de la representación popular y la participación social, la salud y la educación, así como el apoyo financiero y monetario. Ello demuestra la vitalidad del proceso andino de integración y las inmensas potencialidades que ofrece su institucionalidad.

Destacar los aportes de la Secretaría General en la definición de la nueva agenda multidimensional del proceso de integración andino y expresar nuestro respaldo al desarrollo de los ejes temáticos contemplados en esta Declaración.

Los Presidentes de los Países Miembros de la Comunidad Andina expresamos nuestro agradecimiento al doctor Alvaro Uribe Vélez, Presidente de la República de Colombia, y al pueblo colombiano, en especial al de Antioquia, por la cálida hospitalidad que hemos recibido y por la excelente organización que permitió el éxito de esta Cumbre. Por ello acordamos que el presente documento sea conocido como la "Declaración de Quirama”.

Suscrita en el Recinto Quirama, Departamento de Antioquia de la República de Colombia, a los veintiocho días del mes de junio de 2003,

GONZALO SÁNCHEZ DE LOZADA
Presidente de la República de Bolivia

ÁLVARO URIBE VÉLEZ
Presidente de la República de Colombia

LUCIO GUTIÉRREZ BORBÚA
Presidente de la República del Ecuador

RAÚL DIEZ-CANSECO
Primer Vicepresidente de la República del Perú

HUGO CHÁVEZ FRÍAS
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela                         

Intervención del Presidente de la República del Ecuador, Lucio Gutiérrez Borbúa, durante la ceremonia de Clausura del XIV Consejo Presidencial Andino

Hacienda Quirama, Colombia, 28 de junio de 2003

Es para mi muy grato participar en esta reunión del Consejo Presidencial Andino y tener la oportunidad de compartir con mis colegas la calidez, amabilidad y espíritu emprendedor del pueblo colombiano. Gracias Presidente Uribe por acogernos en su hermosa tierra.

Al término de esta reunión el Ecuador asume la Presidencia de la Comunidad Andina, importante responsabilidad en un momento de grandes definiciones para el futuro del proceso de integración. En tal sentido nuestra expectativa con respecto a este XIV Consejo Presidencial Andino es muy amplia pues los resultados del mismo establecerán las bases para el desarrollo de la gestión de la presidencia ecuatoriana.

Señores Presidentes, el Ecuador ha venido a esta reunión con la esperanza de que nuestro proyecto común adopte un nuevo y definitivo carácter, pues en los últimos años, este proceso se ha visto afectado por una serie de contradicciones y retrocesos, como las dificultades que enfrenta el perfeccionamiento de la Unión Aduanera. En múltiples ocasiones los Presidentes hemos dado claras directrices sobre la necesidad de avanzar hacia la construcción del Mercado Común para el año 2005. Todo ello parece haber caído en saco roto cuando vemos con desilusión que la ejecución de nuestras instrucciones sigue subordinada a consideraciones técnicas y presiones de toda índole, que muchas veces pueden más que la clara decisión de los Primeros Mandatarios de impulsar la integración comercial y política.

Considero que es conveniente recordar ante este foro que la integración se nutre de dos vertientes: en primer lugar, la voluntad política, que a su vez se sustenta en nuestros orígenes y culturas comunes, y en segundo termino, en la solidaridad.

La voluntad política, debe necesariamente traducirse en hechos, en acciones concretas que evidencien la integración buscada. La solidaridad, constituye la esencia de todo proceso integrador. Sin solidaridad no hay integración posible. Ahora bien, ese concepto implica un adecuado balance entre el interés nacional y el comunitario, teniendo presente que en los procesos de integración no debe haber grandes ganadores ni grandes perdedores, sino, un reparto equilibrado y equitativo de beneficios.

Es necesario establecer un claro plan de trabajo, bajo nuestra directa supervisión, para que en el corto plazo se defina lo que falta por acordar en el arancel externo común. Este instrumento debe contribuir a fortalecer el concepto de la integración política tan bien traído a reflexión por el presidente Uribe en su discurso de ayer, como el principal objetivo regional. El Arancel, no puede ser el instrumento detrás del cual se refugien las ineficiencias que han retrasado el progreso de la región y su puesta a tono con el mundo abierto y competitivo en el que estamos inmersos.

El arancel externo común tampoco puede ser utilizado como mecanismo para justificar o encubrir las ineficiencias de los sectores productivos ni para diferir la necesidad de reducir los llamados “Costos País”, que permiten a los gobiernos que presidimos, justificar la inacción.

La Comunidad Andina de Naciones deber acoger con entusiasmo el planteamiento del Presidente Uribe de establecer un periodo corto en el que pongamos a prueba nuestra voluntad de cumplir con los compromisos adquiridos. De no hacerlo continuaremos en el juego tradicional, que ha debilitado la integración.

De otro lado, Ecuador acoge con interés la propuesta del Secretario General de la Comunidad Andina, de buscar alternativas para preservar el acervo comunitario en las negociaciones que individualmente emprenda algún País Miembro con países no miembros de la ALADI. No podemos ni pretendemos oponernos a que cualquiera de nuestras naciones, en forma soberana, negocie con terceros países, pero mantenemos nuestra preferencia por la negociación en bloque, por la fortaleza que ello nos confiere.

Hace pocas semanas tuve la oportunidad de reunirme con el Presidente Lula da Silva, con quien acordamos darle un nuevo impulso a las negociaciones entre la Comunidad Andina y el MERCOSUR. El Ecuador, en su presidencia, priorizará la conclusión de esas negociaciones a más tardar en diciembre próximo.

Asimismo, nos preocupa que otros aspectos básicos sigan la interminable discusión de nuestros técnicos sin llegar a definiciones concretas sobre los problemas que aquejan al comercio intrasubregional. Me refiero a la falta de consensos y compromisos sobre los regímenes aduaneros especiales, los mecanismos de estabilización de precios no comunitarios para productos agropecuarios, la definición de normas especiales de origen o requisitos específicos de origen para los productos que generan distorsiones en el comercio, debido a concesiones unilaterales de Países Miembros a terceros, entre otros problemas.

Si a ello sumamos que aún está pendiente la aprobación de la Política Agropecuaria Común, de los compromisos derivados de las Directrices del Consejo Presidencial de Santa Cruz de la Sierra, de la falta de cumplimiento de las sentencias del Tribunal Andino de Justicia que ha traído como consecuencia la aplicación de sanciones, algunas de ellas desproporcionadas, que no hacen más que matar los flujos de comercio interno y alentar las corrientes opuestas al proceso, tenemos francamente un panorama descorazonador que amerita una intervención directa de los Presidentes para que las diferencias técnicas sean superadas por la voluntad política.

Por otro lado, es necesario profundizar los trabajos de armonización y convergencia de políticas macroeconomicas. En este ámbito se encuadra la estrategia de la geometría variable mencionada por el secretario general, que es la aceptación de realidades existentes; con ello aspiraríamos a reducir los efectos cruzados de la volatilidad cambiaria que atenta contra la estabilidad y crecimiento de los flujos comerciales, y abriríamos un espacio más amplio de cooperación para mejorar la capacidad competitiva de las economías Andinas.

Un urgente análisis para la implementación de la salvaguardia cambiaria es indispensable. Coincidimos con el Presidente Alvaro Uribe en que los países de la CAN se lesionan cada vez que uno de ellos devalúa su moneda.

Pero la integración andina no sólo abarca los aspectos comerciales y económicos, y más allá de la integración política, deberá abarcar el desarrollo de la agenda social, el ejercicio de la Política Exterior Común, la integración física, el desarrollo fronterizo, el desarrollo sostenible, el medio ambiente y el desarrollo institucional.

El desarrollo de la dimensión social y cultural debe ocupar un papel principal en nuestra agenda comunitaria a fin de incorporar a los actores más vulnerables de nuestras sociedades al proyecto andino. Un instrumento de apoyo de la misma es el Plan Integrado de Desarrollo Social, definido en la reunión Presidencial de Carabobo, que enfrenta los graves problemas de pobreza, exclusión y desigualdad social en la subregión. Este XIV Consejo Presidencial Andino ha sido el marco propicio para adoptar los lineamientos para la formulación del Plan Integrado de Desarrollo Social que deberán desarrollar nuestros ministros del área.

En esta temática no se puede dejar de mencionar el interés por consolidar la participación de los campesinos y de los pueblos indígenas en todos los ámbitos del proyecto de integración, el necesario apoyo que debemos dar en forma comunitaria a nuestros emigrantes, la reactivación de las concertaciones en materia educativa, cultural y de ciencia y tecnología y la posible incorporación del Convenio Andrés Bello al Sistema Andino de Integración. Les invito a fortalecer estas buenas intenciones y transformarlas en realidades en cada uno de nuestros países.

En el desarrollo de la Política Exterior Común, vemos con satisfacción que nuestros Cancilleres han acordado un Mecanismo de Diálogo y Cooperación Política con la India; que se avanza en un texto consolidado de Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la Unión Europea y la Comunidad Andina como paso previo a la negociación de un acuerdo de asociación, y que estamos en la vía de fortalecer nuestro relacionamiento con el Canadá en materia de comercio. Estos son resultados concretos que debemos aplaudir y alentar, pues constituyen parte de una imagen común, de bloque, que no debemos dejar de promover.

La cooperación política entre nuestros países debe ser reforzada para tratar abierta y francamente los graves problemas comunes a nuestra región, como son la lucha contra los narcotraficantes, los grupos terroristas, el crimen organizado, la corrupción, la violencia, así como los problemas de gobernabilidad, entre otros.

Estos temas, que muchas veces preferimos tratar en otros foros, ya deben dejar de ser vedados en nuestras reuniones. Así como los Presidentes y los Jefes de Estado de otros bloques de integración resuelven en forma directa y franca sus diferencias y los problemas que aquejan a sus procesos de integración, nosotros también debemos dar ese paso hacia adelante y discutir abiertamente sobre todos los problemas y dar los necesarios correctivos cuando veamos que el proceso de integración no avanza conforme las directrices presidenciales.

Consecuentes con la voluntad popular de elegir parlamentarios andinos en forma directa, debemos apoyar las labores de ese importante órgano comunitario, dotándole de nuevas facultades como es la tarea de homologación de leyes, para luego reflexionar sobre la posibilidad de que algún momento pueda disponer de potestades legislativas supranacionales.

Por último, hay que terminar definitivamente con la incertidumbre que significa el que instituciones andinas como la Secretaría General y el Tribunal Andino de Justicia no cuenten con una fuente estable de financiamiento. Para ello, debe elaborarse un mecanismo permanente que permita autofinanciar estas instituciones, sea a través de la provisión de créditos de la CAF o a través de las utilidades anuales que corresponden a los países por ese organismo y por el Fondo Latinoamericano de Reserva.

Señores Presidentes, me comprometo a fortalecer el sistema Andino de Integración. Me obligo a realizar un trabajo conjunto entre la Secretaria Pro-Tempore a cargo del Ecuador con el Sistema Andino de Integración. Daré todo el respaldo al nuevo orden recién creado del sistema andino de integración; al Consejo Electoral Andino, con el que me reuniré inmediatamente.

Debemos convertir al parlamento Andino, nuestro órgano deliberante, en el instrumento que evalúe con visión política integradora, nuestros avances, fortalezas y debilidades, que oriente las estrategias a futuro. La Elección directa y completa de los 25 diputados de la Subregion, es mas que una obligación; es la posibilidad más efectiva para acelerar el proceso integracionista.

Comprometo al Ecuador a impulsar estos temas dentro del proceso Andino con la mayor seriedad, responsabilidad y voluntad política: Señores Presidentes, los invito a acompañarme en esta tarea.

Muchas gracias

Palabras del Secretario General de la Comunidad Andina, Guillermo Fernández de Soto, en la instalación del XIV Consejo Presidencial Andino

Quirama, 27 de junio de 2003

Cuenta el maestro antioqueño, Fernando González, en su libro Viaje a pié, que en alguna ocasión de camino entre Medellín y la Ceja, se acercó a dos matronas que repartían por estas tierras riberanas “tres o cuatro noticias, ollas y recados amorosos”, y les preguntó si faltaba mucho para llegar a su destino.

“Todo depende del ánimo”, respondió una de las mujeres, en la proverbial sabiduría de la región.

Precisamente, esta frase tan llena de sentido es la que me permite señalar que la integración subregional depende, hoy como nunca, del ánimo de sus gobernantes.

Los inspiradores de este proyecto integrador eran demócratas convencidos, que intuyeron que los problemas de sus naciones no podían resolverse dentro de estrechos marcos nacionales. Soñaron entonces con un mercado común que los hiciera más grandes, menos vulnerables a los ciclos internacionales.

Creían que juntos seríamos más que separados.

Curiosamente en el bicentenario de la revolución francesa, en el año de 1989, se produjo un cambio sísmico en el mundo. Todos recordamos que aquel año se derrumbó el muro de Berlín y la economía global comenzó a hacerse omnipresente.

Fue también el año en que se acuñó para América Latina el término “Consenso de Washington” y fue la misma fecha en la que los presidentes andinos, después de un largo período proteccionista, abrieron el comercio comunitario. Los paradigmas cambiaron.

La globalización ha liquidado viejos esquemas de políticas económicas, pero no ha satisfecho las demandas de nuestros pueblos. Las expectativas legítimas y crecientes de la población, le siguen imponiendo enormes desafíos a los procesos democráticos y a la gobernabilidad de nuestras naciones.

En el caso específico de América Latina, la última década dejó algunos resultados positivos, pero al mismo tiempo otros hechos preocupantes. Se detuvo la espiral inflacionaria, pero el crecimiento fue muy modesto, incapaz de absorber el desempleo y reducir verdaderamente la pobreza. La educación, la llave maestra de la competitividad, tampoco mejoró sustancialmente. Son todos hechos que tenemos que integrar a nuestra reflexión andina.

LAS FORTALEZAS CONSTRUIDAS

Es muy probable que algunas de las dificultades recientes no nos permitan ponderar en toda su magnitud los resultados del proceso. La Comunidad Andina cuenta con 120 millones de personas y un PIB de 300 mil millones de dólares, lo cual la consolida como un mercado ampliado de importantes proporciones.

La cooperación de las naciones andinas en la defensa de los valores democráticos ha sido un principio tutelar de la integración regional, así como la protección de los derechos humanos y la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico. Todos ellos se han convertido en impronta indeleble de nuestra alianza.

La existencia de una institucionalidad andina es una realidad visible de la integración, como ha quedado demostrado en este encuentro.

El comercio intra-regional, que creció 50 veces entre 1970 y el año 2002, se ha convertido en un importante factor de aprendizaje de los empresarios andinos para el avance hacia mercados más sofisticados.

Asimismo, han sido visibles los beneficios obtenidos, como consecuencia de la acción conjunta de los países, frente los Estados Unidos, a través del ATPA - hoy ATPDEA -, y ante la Unión Europea, con la suscripción del SGP-Andino, que han representado justas concesiones a nuestra cooperación frente al problema mundial de las drogas.

Los cerca de 600 mil empleos que se encuentran asociados a este intercambio, revelan con toda claridad los beneficios recibidos por las actividades productivas de nuestros países, especialmente en los sectores de la pequeña y mediana empresa.

El potencial del intercambio andino sigue siendo muy importante. El Centro de Comercio Internacional nos ha ilustrado sobre la posibilidad real de que nuestro comercio intracomunitario crezca en un 50%, durante los próximos años, hasta alcanzar los 9.000 millones de dólares si avanzamos hacia el Mercado Común. Este incremento nos permitiría generar unos 300.000 nuevos empleos directos en la región. Y el impacto puede ser aún mayor si se considera el amplio potencial de las alianzas productivas entre nuestros países en la perspectiva de los mercados mundiales.

LA NECESIDAD DE UNOS CONSENSOS SOBRE LO FUNDAMENTAL

No podemos ocultar, sin embargo, que la integración subregional pasa en la actualidad por un momento difícil. En efecto, estamos en una encrucijada histórica, ante un “cruce de caminos”.

Lo que hagamos, o dejemos de hacer, en los próximos dos años, tendrá un impacto decisivo sobre cómo serán nuestros países en el próximo medio siglo. Esta es la responsabilidad y el desafío histórico que enfrentamos.

Para ello, es indispensable empezar a compartir fórmulas en torno al desarrollo de la integración, con base en unos consensos sobre lo fundamental.

Resulta decisivo que entendamos la integración andina como un proyecto político que trasciende el ámbito comercial. Estamos, por lo tanto, en la obligación de superar la etapa del arancel, que ha llegado hasta donde los países lo han deseado, e incorporar temas que respondan a los nuevos desafíos.

Debemos adoptar una estructura flexible, para solucionar aparentes dilemas en torno a las dificultades que por momentos nos impiden alcanzar el logro de nuestros objetivos. Por ello, nos hemos adherido al principio de la geometría variable, por el cual se puede avanzar a velocidades distintas pero en la misma dirección, sin renunciar a la defensa del patrimonio común.

No somos un proyecto cerrado. Desde hace muchos años nos hemos inscrito en el regionalismo abierto y nos hemos definido como plataforma para una inserción competitiva en la economía internacional. Por ello, es necesario que hagamos compatible nuestra tarea integracionista con la voluntad de los países de avanzar en negociaciones con terceros.

Las negociaciones comerciales sean estas bilaterales, regionales o multilaterales, enriquecen nuestro propósito de ir más allá de una Zona de Libre Comercio. Nuestro compromiso es por una comunidad y eso implica crear un espacio diferenciado que reafirme el hecho andino.

Las libertades que aseguran un Mercado Común, los nuevos campos de la integración, la política exterior común o la cooperación política, superan con creces los alcances que suelen tener las zonas de libre comercio.

LOS ESCENARIOS DE NEGOCIACION INTERNACIONAL

En la actualidad tenemos frente a nosotros varias plataformas de inserción internacional que de ninguna manera son excluyentes: ALCA, Estados Unidos, MERCOSUR, Unión Europea, Canadá. Se trata, sin asomo de duda, de opciones legítimas y complementarias.

El propósito de fortalecer la integración andina no es, de ninguna manera, incompatible con los esfuerzos que hoy orientan nuestros países para producir un mayor acceso de sus productos a los mercados mundiales. Por el contrario, la dimensión y la fortaleza del acervo común construido serán puestas en gran medida a prueba en los diferentes frentes de negociación que se avecinan.

Lo que está en juego es la definición de qué tipo de inserción internacional es la más adecuada para nuestros países y cuáles son las capacidades que tenemos que construir conjuntamente para avanzar con éxito en estos escenarios.

Estoy convencido, por ejemplo, que el Area de Libre Comercio de las Américas, convertida al parecer en un proceso por etapas, requiere de una estrategia de acción conjunta para reducir al máximo los costos previsibles de una menor protección futura y de la eventual pérdida de autonomía en materia de políticas.

¿Sabemos con claridad qué sectores ganarán y cuáles perderán? ¿Crecerá más bien la brecha comercial? ¿Permitirá este acuerdo un desarrollo equilibrado, o confinará a la región a ser un proveedor permanente de materias primas, en una especialización regresiva en la división internacional del trabajo?

Con el fin de responder a estos y otros interrogantes, la Secretaría General acaba de concluir una serie de estudios que han contado con la participación de calificados consultores externos, los cuales ponemos a consideración de los gobiernos y de los empresarios de nuestras naciones.

Así mismo, las relaciones con los Estados Unidos, el principal mercado de las exportaciones andinas, han adquirido un carácter estratégico para nuestros países. Por eso entiendo que, ante la posibilidad que el ALCA no se concrete antes que expire el ATPDEA, y que se convierta en un acuerdo segmentado, algunos miembros hayan anunciado su interés en avanzar en un tratado bilateral de libre comercio con ese país.

Este es un ejemplo ilustrativo del principio de geometría variable que he puesto a consideración de los Gobiernos. Bajo esta óptica, las iniciativas bilaterales se deberían convertir en una oportunidad para buscar aproximaciones conjuntas a estas iniciativas.

Una de esas plataformas decisivas de inserción internacional es “el espacio sudamericano”. La visita del señor Presidente del Brasil, me obliga a efectuar algunos comentarios.

Vista desde lo alto -acaso la única manera en que los hombres de Estado deben hacerlo-, Sudamérica es una de las grandes masas continentales del mundo. La Comunidad Andina unida al MERCOSUR, representa 1 millón de millones de dólares de producto bruto. Un mercado de más de 400 millones de personas, un tercio de la biodiversidad del planeta y casi un cuarto del agua dulce del mundo. En la nueva “era del agua y del oxigeno”, en la que según algunos ya hemos entrado, podemos ser jugadores mundiales.

Con el MERCOSUR, tenemos un proceso de negociaciones que nos hemos propuesto concluir para finales del presente año. Debo recordar que Bolivia ya cuenta con un acuerdo y el Perú lo concluirá en breve. Corresponde ahora a Colombia, Ecuador y Venezuela avanzar de manera comunitaria en el mismo camino. Los puntos de discrepancia no son insuperables. No esperemos contar con un acuerdo totalmente cerrado y completo. Con pragmatismo podemos alcanzar un acuerdo con una cláusula evolutiva y un mecanismo permanente que nos permita, en un plazo razonable, cerrar los temas que pueden haber quedado abiertos. Por otra parte, es imperativo reiniciar y fortalecer el diálogo político para consolidar el espacio suramericano.

En el caso de la Unión Europea los avances para un acuerdo de cooperación y diálogo político han sido inmensos. No tengo duda que en la próxima reunión de Quito concluiremos la negociación. Para la Cumbre América Latina - Unión Europea del 2004, en Cancún, se podrá firmar este acuerdo. Más aún tengo la sólida convicción que a partir de ese momento podremos dar inicio a las negociaciones para un Acuerdo de Asociación que incluya un Área de Libre Comercio.

LA AGENDA MULTIDIMENSIONAL Y LAS POLÍTICAS DE SEGUNDA GENERACIÓN

La integración es una condición indispensable en la búsqueda de una mejor calidad de vida para nuestros pueblos. En consecuencia, “ordenar la casa” y avanzar hacia una segunda generación de políticas, en el marco de una agenda multidimensional, es el reto de la hora presente.

Este Consejo Andino de Presidentes deberá rubricar, entonces, las nuevas líneas estratégicas por las cuales se orientará el proceso de integración, a través de cinco ejes temáticos, como lo señalaron los señores Cancilleres en su reunión de marzo pasado: la agenda social, la profundización de la política exterior común, la construcción del Mercado Común, el desarrollo sostenible así como la integración física de Sur América y el desarrollo fronterizo.

Considero importante destacar los aspectos relevantes en cada una de ellas.

Agenda social

Comparto con los Presidentes la urgencia de otorgar la máxima prioridad a la agenda social. La realidad así lo exige: alrededor de un 54% de la población andina - más de sesenta millones de habitantes - se encuentra bajo la línea de pobreza; casi un cuarto de la población presenta niveles de indigencia; y los índices de concentración del ingreso de los países andinos figuran entre los más altos de América Latina.

Se requiere, por lo tanto, de la convergencia de políticas sociales para desarrollar estrategias específicas y articuladas de cohesión social, lucha contra la pobreza y la exclusión, que contribuyan a la gobernabilidad y a la consolidación de la democracia. En tal sentido apunta la decisión adoptada el pasado miércoles por los Cancilleres al aprobar los lineamientos del Plan Social Andino que busca mayores mecanismos de cohesión social en nuestros países.

La gran tarea actual es evitar, a toda costa, la ocurrencia de un escenario que yo he llamado de manera coloquial: un “ALCA sin anestesia” o unos espacios de negociación en los cuales podamos culminar como perdedores netos.

Debemos iniciar de manera conjunta la búsqueda de mecanismos específicos, como los acordados en Cusco, que permitan abrirle paso a la propuesta hecha por los Jefes de Estado, en la Cumbre de Québec, para la creación de fondos de cohesión que permitan resolver las asimetrías que se presentarían en las negociaciones hemisféricas.

Esta preocupación está acompañada también por la necesidad de una mayor participación de la sociedad civil en el proceso de integración. Existen ya los Consejos Laboral y Empresarial, una Mesa de Trabajo sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y una para la defensa de los consumidores y de los usuarios de los servicios públicos, lo cual revela la importancia que adquiere en esta nueva fase el interés en democratizar aún más los temas y los actores del proceso.

Política Exterior Común

La cooperación política ofrece oportunidades muy ricas para abordar de manera comunitaria aquellos temas como la democracia; la seguridad y el fomento de la confianza; la lucha contra el terrorismo; la defensa y protección de los derechos humanos; la promoción de acciones contra las drogas ilícitas y los delitos conexos; y el combate frontal contra la corrupción. Todo ello forma parte del propósito común de asegurar la estabilidad democrática y de garantizar la seguridad de los países de la Comunidad Andina.

Mercado Común

Sería decisivo que los Presidentes pudieran refrendar en esta Cumbre el compromiso de establecer el Mercado Común, para garantizar la libre circulación de los bienes, servicios, capitales y personas, y profundizar la integración.

Una clara muestra del avance certero en esta dirección sería la adopción de decisiones políticas de fondo sobre los temas críticos del Mercado Común. Lograr este objetivo requiere de la expresa voluntad de nuestros Primeros Mandatarios, para eliminar las barreras y distorsiones, levantar los incumplimientos y, en todo caso, defender el acervo común que hemos construido con tanto esfuerzo a lo largo de estos 34 años.

Debo destacar los avances notables que los Cancilleres y los Ministros de Comercio Exterior han logrado en las reuniones preparatorias de esta Cumbre con la aprobación de 16 trascendentales Decisiones, algunas de ellas en el campo sociolaboral; así como la norma sobre Transporte Internacional de Pasajeros por Carretera.

Señores Presidentes:

Tal vez no hemos hecho conciencia muy profunda entre nosotros, pero lo cierto es que la presentación comunitaria de ofertas de liberalización en el ALCA para un porcentaje cercano al 90% del comercio subregional, ha sido formulada para periodos de desgravación de diez o más años, a partir de la firma del Acuerdo. Es evidente, entonces, que nuestros países tienen un largo periodo de transición para fortalecer la estrategia de profundización del Mercado Común y propiciar el desarrollo y la inserción competitiva de las naciones andinas, mientras se consolidan los espacios de negociación.

Desarrollo sostenible

Tenemos una gran oportunidad de incrementar nuestra relevancia global si aprovechamos el potencial energético de la subregión como elemento determinante en la perspectiva de las próximas negociaciones hemisféricas. En este contexto conviene recordar, después de la guerra de Irak, que las reservas andinas de petróleo son en la actualidad más de cuatro veces las de los Estados Unidos y ocho veces las de los países del MERCOSUR.

Casi de manera silenciosa, en diciembre de 2002, establecimos la interconexión eléctrica entre los países andinos. Esta decisión beneficiará a todos y, en el corto plazo, los dos países más inmediatamente beneficiados han sido Colombia y Ecuador. Sólo este año Colombia recibiría una cifra cercana a los 240 millones de dólares, mientras que Ecuador ahorraría 45 millones de dólares. Las utilidades nuevas y los ahorros generados sumarían 40 años del presupuesto de la Secretaría General, y todo ello como consecuencia de una sola norma de la Comisión de la Comunidad Andina.

Y para otorgarle un carácter integral a nuestra nueva agenda multidimensional, será decisivo el respaldo de los Señores Presidentes a la “Estrategia Andina de Biodiversidad”, que nos permitirá reafirmar y ejercer nuestros derechos sobre los recursos biológicos.

Hace sólo unos días firmamos un importante convenio con la Conservation Internacional - una de las más importantes ONG´s cooperantes a nivel mundial - para estimular las alternativas de aprovechamiento sostenible y promover la defensa de la biodiversidad andina en las próximas negociaciones internacionales.

Integración física de Sur América y desarrollo fronterizo

En la perspectiva de la conformación de un espacio regional, debemos continuar en la tarea de apoyar los trabajos de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), con el propósito de facilitar la coordinación de planes e inversiones, compatibilizar y armonizar las regulaciones nacionales e institucionales asociadas.

Debo señalar, además, la importancia de estimular el desarrollo fronterizo. Bien sabemos que nuestras fronteras son zonas de menor desarrollo económico relativo y que por consiguiente requieren de una atención especial. En las actuales circunstancias, se requieren no sólo políticas sectoriales de desarrollo, sino además de un plan integral que incluya los temas de seguridad. Habría que pensar en convocar el financiamiento internacional para ejecutar ese plan de desarrollo y seguridad en las fronteras andinas.

Para culminar quiero hacer dos reflexiones de carácter estratégico.

La primera es que la Comunidad Andina sigue siendo importante, no sólo ni tanto por lo que hemos conseguido, que no es poco, sino porque los grandes problemas del futuro son problemas que no pueden ser afrontados por cada uno de los países individualmente. Son realidades que “perforan” las fronteras, que “migran” y que, en consecuencia, requieren de una plataforma institucional común.

La segunda es que, como la misma Internet, el mundo actual es una red política y comercial, en la cual se ha urdido un denso y complejo tejido, donde un acuerdo afecta otro inmediato.

Todo parece indicar que esa naturaleza multipolar del mundo se hará evidente en pocas décadas, cuando poderes emergentes como China o India se consoliden.

En ese escenario, es probable que los países no deban escoger la pertenencia a un bloque o a otro, a una u otra plataforma comercial o económica, sino a una suma de ellas. Deberíamos retener esta perspectiva al discutir el futuro papel de la Comunidad Andina.

Señores Presidentes,

Quiero retomar ahora aquel evocador Viaje a Pie por estas tierras, que hoy se convierten en el escenario para la construcción de un proyecto de integración andino renovado.

Y nada más cierto en la conformación y vida de un sueño comunitario que el “animus societates”. Este determinará su fortaleza y su viabilidad, pero su ausencia significará la decadencia, el desaliento en el camino.

Las decisiones políticas son siempre apuestas difíciles. Pero los hombres de Estado deben hacerlas con los ojos puestos en lo que será el mundo de mañana.

Hemos cambiado los paradigmas económicos que llevaron a la fundación del Acuerdo de Cartagena. No obstante, el fin último para que nuestros países cuenten en el concierto de las naciones, sigue vigente:

Juntos, seguimos siendo más que separados.

Muchas gracias.

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