ESTADO SOCIO MAYORITARIO DE LAS EMPRESAS
Por Helena Arce
Compartamos un pequeño ejemplo numérico que demuestra el motivo por el cual las empresas uruguayas son inviables y cada día son mas las que cierran, o en el mejor de los casos se presentan a concordato.
Partamos de ciertos supuestos: consideremos una empresa que obtiene, una situación muy favorable hoy día, un margen de ganancia de 40 %, esa empresa tiene 4 empleados a los que paga un 5% de las ventas a cada uno y es una empresa que puede descontar legalmente un 60 % del IVA que vende, otra condición favorable en el entorno de las realidad actual. Esta empresa por cada $ 100 que vende le debe dar al estado $34.4 entre las cargas tributarias a la D.G.I. y al B.P.S. (estos son 13.8 de IVA, 12 de anticipo de IRIC, 8.5 de aportes patronales y obreros a la seguridad social y 1.1 de complemento para solventar el sistema mutual), allí le queda $ 65.6, pero de ellos deberá descontar sus $ 40 de costos. Entonces al empresario le queda luego de pagar sus costos y los aportes al estado la suma de $25.6 por cada $100 de venta.
De estos 25.6 que le quedan libres el empresario debe retirar su ganancia, que no es otra que su salario, con el cual mantiene a su familia, y al mismo tiempo debe dejar una previsión para reinvertir o hacer frente a posibles contratiempos. Existen otros impuestos como el patrimonio que no hemos considerado aquí, pero que representa el 1.5 % de sus bienes menos sus deudas que debe servir en forma anual con anticipos mensuales; tampoco hemos considerado los desfasajes financieros que se presentan, no solo porque las más de las veces, para poder vender, debe dar plazos mayores de pago que los que el mismo obtuvo, sino además, porque los impuestos deben abonarse al mes de facturado, aun en el caso que no se haya cobrado la venta.
Ante esta situación que caminos le quedan al empresario para sobrevivir:
1. Bajar el sueldo de sus empleados y con ello bajar el nivel de consumo, llevando a que no se cumpla el ciclo económico, las personas no perciben ingresos suficientes, por lo cual bajan su nivel de consumo y por ende bajan las ventas de las empresas.
2. Bajar su ganancia. su salario y producir el mismo efecto que en el punto anterior.
3. Bajar la partida de prevención para futuras inversiones lo que ocasionará en el mediano plazo una baja en las ventas, y/o lo deja expuesto a no tener poder de reacción ante nuevos contratiempos.
4. Caer en la evasión fiscal.
Está en la etapa del libro del curso más elemental de economía: En una economía en recesión, con más impuestos sólo se crea más recesión, Y un sistema tributario que vuelve al estado el principal socio de una empresa, de cada $100 de venta se lleva $34.4, desestimula al más optimista, sobretodo cuando lo que le queda al empresario son solo $25.6, exactamente un 34.3% menos que lo que se lleva el estado. Si agregamos a ello el que esos $ 25.6, no le alcanzan para retirar un salario digno y mantener un fondo que le permita hacer frente a los vaivenes de la situación económica del país, no solo se le desestimula, sino que se convierte a su empresa en una ruleta rusa.
Por esto urge una redistribución de los gastos del estado que le permitan gastar menos y en forma productiva, para poder encarar de una vez por todas una profunda reforma tributaria. Una reforma que lleve a que los tributos estimulen la actividad empresarial, que no fomenten la evasión, y que permita la existencia de consumidores que retroalimenten el ciclo productivo, tributos que no sean meramente formas de recaudación.