¿QUIÉN PUEDE Y QUIÉN NO PUEDE SUBSIDIAR?
¿HAY PRIVILEGIADOS QUE TIENEN "CANCHA LIBRE" PARA HACER "DUMPING"?
Siento vergüenza ajena por los que deberían dar el ejemplo de cumplimiento de normas acordadas en documentos Internacionales Oficiales y ratificados por los Parlamentos y por los Gobiernos de los países suscriptores, pero que según les convengan, las acatan, o no.
Acabamos de ser anfitriones de la "Tercera Conferencia Internacional de Arroz de Clima Templado", la que se realizó en la ciudad balnearia de Punta del Este, lugar en que se dictó una resolución que según lo expresa el matutino El País de Montevideo, en pocos días nos permitió constatar que "el Brasil vota con una mano a favor de la resolución adoptada en Punta del Este, durante la Tercera Conferencia Internacional de Arroz de Clima Templado, que contenía una dura declaración contra los subsidios norteamericanos, y con la otra mano, contradice esa posición al importar 160.000 toneladas de grano subsidiado desde Estados Unidos".
Menos mal que no solo por la Organización Internacional de Comercio (O.I.C.) se establecen claras normas que prohíben subsidiar cualquier producto que las Naciones exporten, so pena de hacerse acreedores a severas sanciones internacionales, sino que, en particular Brasil, además, por también ser miembro activo del Mercado Común del Sur (MER.CO.SUR.), está sujeto también a expresos acuerdos comerciales, que al efectuar transacciones como las indicadas, las transgreden, dejando muy mal parado el prestigio del Acta de Asunción, desairando y perjudicando legal y económicamente a sus Socios Argentina, Paraguay y Uruguay, así como desprestigiando y haciéndole perder credibilidad al propio Brasil en particular.
¡ Y DÓNDE QUEDÓ LA LEY DE "DUMPING" TAN RECLAMADA SIEMPRE POR EE.UU. !
¡ Y DÓNDE QUEDARON LOS COMPROMISOS FIRMADOS DENTRO DEL MERCOSUR !
¿ SERÁ QUE SE CONFIRMA QUE LOS PODEROSOS HACEN SIEMPRE LO QUE QUIEREN AUNQUE TRANSGREDAN EXPRESAS DISPOSICIONES, PERO RECLAMAN SUS DERECHOS CADA VEZ QUE OTRO HACE ALGO QUE LOS PERJUDICA ?
A consecuencias de esta catástrofe, otra más que las grandes potencias nos tienen acostumbrados, sean estas del primer mundo, como EE.UU, o del tercer mundo con veleidades de alcanzar a ser del primero, como lo es la República Federativa del Brasil, el referido diario El País expresa:
"EL Uruguay produce anualmente 950.000 toneladas de arroz, de las cuales 720.000 se exportaban habitualmente a Brasil. Pero ahora ese gran cliente resolvió comprar 160.000 toneladas de arroz fuertemente subsidiado a Estados Unidos, contando con la ventaja de que este último país otorga a sus exportaciones arroceras un subsidio del 100 por ciento. El caso es grave (y además triste) pero en todo caso permite reflexionar sobre la curiosa política internacional de Estados Unidos en materia de intercambio comercial, ya que esa política desaconseja a otros países la aplicación de subsidios mientras auspicia en la propia producción la vigencia de empinadísimos subsidios que impiden a productores más débiles como Uruguay casi toda posibilidad de competir".
"NO toda la culpa del episodio arrocero debe recaer en Estados Unidos, empero. Otra porción de responsabilidad corresponde a Brasil, miembro del MERCOSUR, que se acoge a los beneficios de un arroz más barato dando la espalda a prioridades y compromisos regionales que parecen volatilizarse ante esa simple ventaja comercial".
Sigue diciendo el diario El País:
"OTRA nota periodística local también aludía al caso y agregaba que los dos principales socios comerciales del Uruguay, que son justamente Estados Unidos y Brasil, 'no dudan en dejar de lado sus profesiones de transparencia en materia de lealtad comercial, cuando se trata de vender y comprar barato recurriendo al mismo mecanismo de subsidios que públicamente censuran'. Ante la situación, los delegados uruguayos a aquella Conferencia Internacional 'reclamaron que se instrumenten mecanismos para evitar la competencia desleal', considerando el grado en que la reciente compra brasileña perjudica al flujo exportador del arroz uruguayo".
La publicación periodística continúa redondeando la información y siendo justamente dura con la actitud de EE.UU., con la de Brasil en particular, y con la de la Unión Europea, donde se dibuja una misma línea de comportamiento que los une como por un cordón umbilical. Por lo tanto, El País continúa diciendo:
"Luego de la mencionada Conferencia, los arroceros suscribieron un texto en el que piden 'que las autoridades de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, compensen tales distorsiones de forma soberana, enérgica y justa', añadiendo que 'si así no fuere, reivindicarán en los tribunales nacionales e internacionales nuestros legítimos derechos al empleo digno, a la supervivencia económica, a la responsabilidad social frente a millones de personas involucradas en el agronegocio del arroz del MERCOSUR y a la sagrada y soberana condición de seguridad alimentaria futura de nuestros pueblos'."
"CABE agregar que la Conferencia Internacional del Arroz reunió en Punta del Este a productores de veinticinco países y que en el marco de la misma fueron presentados unos 250 trabajos técnicos. Por ejemplo, se señala al respecto que 'hubo presentaciones de delegados extranjeros donde se reconoce claramente cuáles son los niveles de subsidios, sobre todo por parte de Estados Unidos, donde el productor recibe más ingresos vía subsidio que lo que en forma genuina le traslada el mercado'."
"TODOS los productores arroceros del MERCOSUR aprovecharon ese foro internacional para 'reclamar de sus gobiernos medidas para neutralizar los efectos de las formas desleales del comercio del producto', aludiendo no sólo a los subsidios norteamericanos sino también a los altísimos aranceles que cobra la Unión Europea sobre toda importación proveniente de otros países".
La referenciada publicación concluye:
"Realizada entre el 10 y el 13 de marzo, la Conferencia de Punta del Este permitió publicar las conclusiones de la Cadena Productiva de Arroz del MERCOSUR, ratificando la necesidad de combatir las referidas formas de competencia desleal, ya que 'desestructuran la cadena productiva y originan un mayor desempleo, lo que da derecho a exigir que las autoridades gubernamentales de nuestros países' compensen tales abusos. La declaración fue firmada por Argentina, Brasil y Uruguay, aunque por el momento parezca que al menos uno de esos tres países no cumple con lo que firma".
Con esta dura conclusión finaliza este enjundioso artículo, que describe claramente una patraña más de las que nos tienen acostumbrados las grandes potencias, por lo que es muy bueno que el público los conozca y así valore a unos y a otros, y les caigan las vendas de los ojos (a quienes aún las llevan puestas) y se den real cuenta en lo que nos vemos los países pequeños como Uruguay, que para defender el trabajo de su gente y la prosperidad del país, todo lo que debemos de sufrir, de esperar y de arrastrarnos tras los Organismos Internacionales, los que nos desamparan, a pesar que deberían cuidar y defender mejor lo que ellos mismos dictan y que, después, según quien sea el trasgresor, así aplican la ley.
A consecuencias de hechos similares, en una conferencia pública realizada por el ex Presidente de la República del Uruguay, Dr. Julio Ma. Sanguinetti, éste decía: "Yo confío en la capacidad y en el trabajo de nuestra gente como para poder competir internacionalmente y con éxito con lo que producimos. Pero contra lo que sé que no podemos competir, es con las Tesorerías de las grandes potencias económicas, que gastan millones y millones de dólares en subsidiar su producción, fundamentalmente la agropecuaria, que es la que sin duda más nos afecta".
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