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A dos años…
por Marcelo Ostria Trigo (Perfil)
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El gobierno acaba de celebrar el segundo aniversario de la asunción al mando de la Nación del presidente Evo Morales Ayma. Es comprensible que la atención pública se haya centrado en este aniversario, si se considera que el país ha sufrido –y sufre– graves tensiones, y enfrenta peligros para su unidad. Se entiende el interés de comentaristas y analistas en buscar las causas y las posibles salidas a la dramática crisis ocasionada por el populismo en el poder. Pero esto hizo que no se haya recordado una gestión honrosa, basada en la legalidad y la democracia: la del presidente Eduardo Rodríguez Veltzé.
En junio de 2005, se dio un notable acuerdo político para superar un peligroso conflicto que hasta entonces no se supo manejar. La sensatez predominó y la salida que se escogió, que ciertamente tuvo renunciamientos, estuvo enmarcada en la ley. No fue el producto de ambiciones, sino la reafirmación de una obligación que debía asumir un magistrado, Eduardo Rodríguez Veltzé –un juez de la República, como dijo él mismo– que presidía la Corte Suprema de Justicia.
El Presidente Rodríguez buscó la concertación para que se inicie un nuevo proceso de rectificación democrática. Así, fue consecuente con su mandato de convocar a elecciones generales, garantizando la continuidad democrática. No es fácil en una corta gestión, devolver la fe en nuestras instituciones. Pero el camino estaba marcado: preservar la vigencia de la ley y buscar la participación de todos en una salida democrática, o sea con la convocatoria a elecciones generales, y el presidente cumplió.
Es bueno repetir lo que se dijo del nuevo Gobierno en el seno del Consejo Permanente de la OEA, cuando el presidente Rodríguez se propuso restaurar la normalidad de nuestra participación en este organismo regional, que había sido dañada, precisamente, por la mencionada estridencia:
“Se… nos dice que el gobierno (del Presidente Rodríguez Veltzé) es de transición. Quisiera decir que gobierno de transición no es idéntico ni sinónimo de precariedad. Creo que el mensaje que hemos recibido hoy así lo demuestra. Es un mensaje político vigoroso. Es un examen a fondo de la realidad de un país de la región, pero no sólo es un examen hacia atrás, sino que también es una visión hacia delante. “Yo, en lo personal, saco como lección de lo que se nos ha dicho, que en Bolivia, ésta crisis se resuelve sobre la base de que las instituciones funcionen. Lo que se nos ha relatado es, sin duda, un hecho extraordinario. Es extraordinario el que los parlamentarios hayan resuelto ellos mismos acortar su mandato. Eso no sucede todos los días. Eso sucede en países serios, en países integrados, en países que resuelven hacerse cargo de su destino y en países donde las instituciones funcionan.
“En nombre de Chile y, ciertamente, en nombre de este Consejo, quisiera agradecer al Gobierno de Bolivia…. por traernos este caso tan interesante al seno del Consejo, que es el órgano político del Hemisferio. (Embajador Esteban Tomic, Representante Permanente de Chile).
Si, fue un gobierno responsable, al que no pudo dañar ni la inquina la mezquindad.
Pero el aniversario de los dos años, es triste, porque recuerda un gobierno que avizoró un destino honroso para la República y, simultáneamente, muestra dos años de quebranto institucional y democrático.
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