LA CONTAMINACIÓN Y SU CONTROL
Sobre la controvertida
planta de celulosa
por Alvaro Kröger
Desde que el "homo sapiens" enmangó una pieza de obsidiana en un palo, y así pudo empezar a ganar la carrera por la supervivencia, existe la contaminación.
Baste decir que los mejores lugares arqueológicos son aquellos en los que se encuentran "basureros". De esta forma los modernos arqueólogos pueden comprobar que tipo de animales cazaban, si había o no alfarería, que tipo de vegetales consumían, la forma de tallar las herramientas, si eran sedentarios o migradores, en que período exacto vivieron, etc., etc.
El hecho es que estos hombres, en su desesperado intento de sobrevivir, no tenían las nociones elementales de higiene, y menos aún de cuidar un lugar cómodo para vivir; simplemente cuando las condiciones se hacían insoportables, levantaban sus cosas y buscaban otro lugar.
Las primeras noticias que tenemos de una regulación de la contaminación están en el famoso código de Hammurabí, dónde se regulan los depósitos de desechos y el destino de las aguas residuales de las ciudades.
Luego, los otros que dejaron una profunda huella en las regulaciones sobre la contaminación fueron los fantásticos ingenieros romanos. Aparte de los acueductos, que tenían todas las ciudades importantes del Imperio, los ingenieros romanos construyeron la "cloaca máxima" en Roma, y luego se fue extendiendo a otras ciudades la idea de que las aguas residuales debían ser juntadas y vertidas en un lugar alejado de la ciudad.
Aunque parezca mentira, actualmente en Roma hay tramos de la "cloaca máxima" aún en funcionamiento. Es evidente que cuando los romanos construían , lo hacían en serio y muy eficazmente.
Luego de la caída del Imperio Romano, vino la Edad Media, época de oscurantismo, poca interrelación social, y básicamente poblaciones pequeñas, dónde la agresión del hombre a la naturaleza era bastante escasa, y ésta podía sobreponerse.
Una vez que la Edad Media baja fue dando lugar a la Edad Media alta, los problemas ambientales comenzaron a hacerse notar: olvidándose de las construcciones romanas, las ciudades eran un conjunto de humanos viviendo entre los deshechos. Si además sumamos la deforestación progresiva, empezamos a tener alguna noción de los problemas.
Al comenzar la era Industrial, la deforestación fue total y comenzaron a quemar carbón (que todavía se hace), emitiendo enormes cantidades de gases del tipo monóxido y dióxido de carbono, azufre y demás productos químicos, además de carbón mal quemado. En esta época hablar de regulaciones era un delito, ya que los dueños de esas fábricas eran los gobernantes, y mientras se obtuviera dinero, lo demás poco importaba.
Recién a mediados del siglo XX, se empezó a tomar conciencia de que los recursos naturales son finitos y que además su uso causaba grandes problemas sanitarios. Allí se empezaron a diseñar políticas de protección del medio ambiente, utilizando todo el arsenal tecnológico a disposición.
Algunas sociedades se dieron cuenta del problema y lo atacaron, otras no se dieron cuenta o no quisieron darse cuenta y son las que están en más problemas en este momento, aunque las consecuencias de la desprotección del medio ambiente la suframos todos en mayor o menor medida.
De las industrias más contaminantes está ciertamente la papelera, pero no en los primeros lugares.
Antes de la toma de conciencia de la protección del medio ambiente, no había problema en verter las aguas residuales en cualquier sitio y dejar que los gases se fuesen a la atmósfera sin ningún tipo de tratamiento.
Los papeleros fueron de los primeros en desarrollar eficaces métodos de recuperación de productos químicos, que antes se vertían a cualquier curso de agua.
La celulosa es parte de la madera, pero la madera contiene muchísimos más productos químicos de altísimo valor. Entonces, a partir de la industria papelera se desarrolló la xiloquímica ( xilos, del griego: madera), que se dedica a la extracción de los licores, sub-producto de la fabricación del papel, de productos tales como lignina, ácido acético, varios alcoholes, extractos esenciales, resinas e hidratos de carbono.
Aparte de esto, la industria papelera debe recuperar al máximo todos los productos químicos que le agrega a la madera, para primero transformarla en pulpa y luego en celulosa propiamente dicha. Estos productos químicos son mayormente sulfitos, hiposulfitos, cloro o hipoclorito de sodio, peróxido de hidrógeno (la popular agua oxigenada), ácido clorhídrico. Cuando una persona no familiarizada con la química lee todo esto lo primero que piensa es que son tóxicos terribles, pero para poner las cosas en su justa dimensión digamos que los sulfitos los comemos en grandes cantidades en los salames, si el fabricante de salame no pusiese sulfito, el mismo no sería rojo sino de un color pardo-amarronado; los hiposulfitos se usan en la mayoría de los jabones en polvo de lavarropas como blanqueador; el cloro es un gas con el cual se fabrica la vieja y querida Agua Jane; el hipoclorito de sodio es el Agua Jane; el peróxido de hidrógeno es el agua oxigenada; y el ácido clorhídrico es el ácido que tenemos en el estómago.
Veremos un gráfico dónde se demuestra que los rindes en celulosa son tan bajos que, si no hay una recuperación de otros productos de la madera y la recuperación al máximo de los productos para fabricarla, la industria sería inviable:
Acido acético...............................................
Metoxilo......................................................
Pentosanas................................................
Metilpentosanas.........................................
Celulosa....................................................
Lignina......................................................
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1.85%
6.73%
20.09%
2.33%
57.62%
25.07%
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Estos valores son promedios de eucaliptus que se cultivan en Uruguay, y dentro de la celulosa tenemos los siguientes valores:
Pentosanas................................................
Metilpentosanas..........................................
alfa-celulosa...............................................
beta-celulosa..............................................
gama-celulosa............................................
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20.96%
2.46%
.68.86%
00.70%
31.10%
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Como verán la cuenta da más del 100%,el asunto es que para hacer papel de diario o papel de baja calidad no se separan ni las pentosanas ni las metilpentosanas.
Pero para hacer otro tipo de papel de aquel 57.62% de celulosa las hay que sacar, por lo tanto no queda mucha celulosa. Si bien estos tipos de papeles llevan diversas cargas como sílice, bióxido de titanio o tierra de diatomeas, la cantidad de celulosa en sí constituye el 98% del peso fabricado.
A pesar de todo lo que puedan recuperar las plantas de celulosa para que sean rentables, uno de los puntos críticos son las plantas de tratamiento de agua. Y hablo en plural porque tienen dos plantas de tratamiento de aguas: una es la que acondiciona el agua del curso dónde la toma, para que los parámetros de calidad del agua de proceso sean las requeridas y la otra es la planta de efluentes, dónde se acondiciona el agua, mediante ajustes de pH, decantadores, filtros de diferente granulometría y un estricto control de calidad. Es práctica internacional que los efluentes sean vertidos aguas arriba de las tomas de agua para proceso; este mecanismo asegura a los controladores de los efluentes que el agua vertida sea de la calidad adecuada, ya que si no lo fuese, la fábrica se vería en problemas al tratar el agua para su proceso.
Para empresas como Botnia el tipo de controles en las calidades de agua son práctica común ya que ellos en Finlandia, gracias a los estrictos controles estatales y a la falta de agua la mayor parte del año, el agua es un recurso tan importante como cualquier materia prima.
Otro caso diferente es la contaminación atmosférica. La fabricación de celulosa, al contrario de hace 50 años cuando el combustible era barato, ahora se hace en reactores bajo presión, ya que se gasta menos energía y el proceso es más rápido. Esto implica que los reactores al terminar su ciclo, son descargados de los gases, los cuales van a un recipiente dónde se separan los que se pueden y los demás son conducidos a otro recipiente lleno de agua dónde o se disuelven en el agua o se combinan con ella, y de allí a la planta de efluentes.
Desde el punto de vista puramente técnico, una planta de celulosa en el lugar elegido no es un problema; por el contrario, daría mucha mano de obra calificada y sin calificar y crearía un polo de desarrollo en la zona.
Y creo que ese es el gran tema de los argentinos, que la planta de celulosa queda de este lado del río.
Y si nos ponemos en plan de agresiones, podemos decir que cualquier pueblito a orillas del río Uruguay o Paraná contamina miles de veces más que una planta de este tipo. Y no hablemos de Buenos Aires, dónde la contaminación es en el río, tiene una contaminación atmosférica alarmante y no sólo esto sino que la contaminación acústica está llegando a los niveles marcados en rojo.
Entonces llegamos a conclusión que las quejas argentinas tienen un aspecto político-económico y no estrictamente técnico como nos quieren hacer creer.