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A veces creo que hemos perdido la sesera
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por Helena Arce |
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No me gusta opinar de gobiernos ajenos, cada pueblo tiene el gobierno que elije. Claro hay que recordar que Hitler fue elegido democráticamente, y sospecho que hasta hoy el pueblo alemán, debe estar sintiendo dolor por aquella elección que los sumió en una demencial época, de la que no hace muchos años terminaron de superar con la caída del muro de Berlín.
Sin embargo no me atrevo a emitir, por respeto a los hermanos venezolanos, ninguna opinión sobre su Presidente Constitucional Gral. Hugo Chávez. Pero no puedo ser hipócrita, hoy largué la carcajada cuando ante una referencia en un noticiero sobre las inundaciones ocurridas hace unos años, mi marido me dijo: “No hay problema, si tienen inundaciones, el las va a nacionalizar”.
Pero en realidad no es precisamente de Hugo Chávez, ni de su accionar a quien me refiero cuando titulo este artículo con la perdida de la “sesera”.
Hoy escuché que el PIT CNT, defensor por encima de todo de los derechos de los trabajadores, festeja el cierre de una emisora venezolana, dispuesta por el Presidente del Gobierno.
Da la casualidad que esa emisora, con razón o sin ella, es de la oposición; y por ello mismo opino que es una “censura” sin más ni más, el cierre de la misma.
Yo no estoy de acuerdo en lo más mínimo, con los postulados de la actual Iglesia Católica, que no es lo mismo que los católicos, ni la Religión Católica. Sin embargo protestaría con énfasis, si le quitaran el derecho de tener una onda de radio, por la cual emitir sus opiniones.
Eso no me quitará el derecho de replica, de contestarles cada vez que digan algo con lo que no estoy de acuerdo. Pero, ¿como censurar el derecho de que digan lo que piensan?
Además a quienes ostentan el poder, les hace bien escuchar opiniones disidentes, pues eso los ayuda a pensar, y a afirmarse en lo que deben hacer, si luego de meditarlo siguen pensando que es lo correcto, o a rectificarse si comprenden estar en el error.
Para eso existe la libertad de expresión, para que todos podamos reflexionar y aprender de los demás, pero por encima e todo para saber convivir en las diferencias.
Las ideas no se matan, dijo creo que Sarmiento, y hoy por hoy, en este país, creo que más de uno se debe estar de acuerdo de la barbaridad de las atrocidades cometidas. Han convertido en Robin Hood a aquellos que se levantaron contra las Instituciones, y con sus actos demenciales, han metido en la misma bolsa a todos los que no estamos de acuerdo, ni lo estuvimos nunca ni con unos ni con otros.
La libertad de expresión, es uno de los derechos inalienables del hombre, no es callando al que opina diferente que lograremos que aquellos que están convencidos de algo, en el acierto o en el error, piensen distinto. Al contrario los reafirmaremos en sus ideas, y lograremos que los seres pensantes se pongan de su lado. Pues es muy fácil deducir que si no permito que alguien se exprese, es porque no tengo argumentos con que rebatirle.
Por lo tanto a los amigos del Pit Cnt, no festejen alborozados que se acallen las voces de algunos, recuerden cuan duro fue cuando acallaron las nuestras.
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