La MIP (Mesa Intersindical Policial), ha asumido una actitud moderada, de dialogo, discusión y acercamiento, sin abdicar de su condición de sindicato y sin renunciar a la toma de medidas drásticas como el paro y la huelga. Esta integrada por el Sindicato Único de Policías del Uruguay, SUPU (primero en crearse); el Sindicato de Policías del Uruguay, SINPOLUR, y la Asociación de Funcionarios del Ministerio del Interior, AFUMI.
Por otro lado las Instituciones Sociales de la Policía, agrupadas en la MECISPU, (Mesa Coordinadora de Instituciones Sociales de la Policía del Uruguay), de tono netamente moderado, con una larga trayectoria y arraigo dentro de la interna policial, integrada por la Asociación Nacional de Policías en Retiro del Uruguay, (ANPRU); el Centro de Sub Oficiales de Policía, el Club Atlético Policial; la Federación de Asociaciones de Pensionistas y Retirados Policiales del Uruguay, (FEDAPRU); la Federación de Círculos Policiales del Interior, (FEDECIR) y el Círculo Policial del Uruguay, la Institución mas conocida y longeva con 79 años de fundada, y que solo reúne a Oficiales de la Policía Nacional.
Como consecuencia de la falta de sensibilidad de este Gobierno, al no contemplar el sumergido salario policial en la actual Rendición de Cuentas, surgió un acercamiento entre la Mesa Intersindical Policial, y la Mesa Coordinadora de Instituciones Sociales, a efectos de buscar en forma conjunta y paralela, un mejoramiento del salario policial.
Si bien las Instituciones Sociales, han venido realizando una tarea gremial desde hace muchísimos años, -al caso recordar que a Ley Orgánica Policial fue una iniciativa del Círculo Policial del Uruguay allá por 1971 bajo un gobierno democrático-, hoy han surgido los sindicatos policiales con las mismas reivindicaciones.
Debemos señalar que, que si bien las organizaciones sociales han cumplido, cumplen y seguirán cumpliendo una tarea gremial, no son sindicatos en sí mismas, ni lo pretenden ser, mas allá que como en este caso estén apoyando a los sindicatos en el marco de un respeto institucional mutuo.
Si bien estas organizaciones han tenido cierto grado enfrentamiento, fundamentalmente por algunas agresiones infundadas, ciertos recelos y preconceptos, producto del desconocimiento mutuo; las precarias condiciones económicas del todo el personal policial ha posibilitado dicho acercamiento, que es visto con expectativa por ambas organizaciones, y sobre todo por una interna policial que apuesta mas la unión que a la confrontación interna.
Cada organización mantendrá su perfil, y sus intereses. Cuando estos sean comunes, ambas puertas están abiertas.
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