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La pendencia y la búsqueda de conflictos
por Marcelo Ostria Trigo (Perfil)
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Hay quienes van al encuentro de problemas o, simplemente, los crean. Es una distorsión de la personalidad que impide vivir en armonía. Esto se agrava cuando también es un modo de gobernar. Peor aún si predomina la chabacanería y la agresividad insolente que dañan al país. Este es el estilo de Hugo Chávez Frías que va in crescendo desde hace 10 años, con agravios contra lo que él llama “el imperio” y contra el presidente de los Estados Unidos. Destacan también las recurrentes ofensas al presidente Álvaro Uribe que, para este Chávez, es servil seguidor del “imperio” y, otras, es el amigo con el que se concierta soluciones, aparentemente sorprendentes, pese a que el venezolano es amigo de los enemigos de la paz y la democracia colombiana.
El presidente de Bolivia, como buen discípulo de Chávez, también acusa pertinazmente a la Embajada de los Estados Unidos en Bolivia y a USAID (la agencia de cooperación norteamericana) de conspirar contra su gobierno, por supuesto sin pruebas –sólo se mencionan, pero no se exhiben, mensajes privados enviados por Internet)–. Si estas denuncias fueras ciertas, las pruebas ya habrían sido propaladas a los cuatro vientos, para regocijo de Chávez, que se también regodea con la procacidad ajena.
El gobierno nuevamente gestiona en Washington que el Congreso de los Estados Unidos extienda la vigencia de las preferencias arancelarias que concede a Bolivia (ATPDEA). ¿Es consecuente arrojar piedras y, luego, escondiendo la mano, pedir sin rubor la extensión de esa concesión? “La Cancillería pide a EE. UU. que extienda el ATPDEA hasta que se negocie otro acuerdo”, dice una nota de prensa. El cinismo no tiene límites.
“Evo pone límites a los viajes (al Chapare) de la misión de EE. UU” (La Razón, 21-07.2008) que encabezó el señor Tom Shannon, con el propósito de abrir vías para el mejoramiento de las relaciones boliviano - norteamericanas. Y, para hacerle la visita menos grata, Morales fijó una entrevista a las cinco de la mañana, en la que insistió en la majadería de la conspiración, pero, claro, nuevamente sin pruebas. ¿Qué tal? ¿Se puede esperar, entonces, una negociación seria y responsable con provocaciones infantiles?
La desidia hizo que se pierdan los recursos para Bolivia por la Cuenta del Milenio. ¿Se seguirá insistiendo en que Lula y Chávez, para compensar esta pérdida, van a regalarnos los más de quinientos millones de dólares previstos en dicha Cuneta? Lula y Chávez, prestaron dinero y habrá que pagarlo. A propósito, en la ocasión de firmar los convenios de esos créditos, se dio nuevamente el desenfreno de Chávez, insultando a bolivianos en su propio territorio, frente a un presidente impasible y complacido…
No comprenden que nada se consigue por las malas. ¿Será por esto que Evo no aprende? Porque con sus ofensas al presidente Alan García y sus incitativas a los ciudadanos del Perú, provocó una dura respuesta del mandatario del país vecino, dañando las relaciones tradicionales entre los dos países. ¿Qué consiguió el presidente boliviano con esta colérica conducta? Por supuesto que nada, fuera de tragarse sus propios insultos y agravios…
Si esto sucede en la acción internacional, es fácil imaginar la agresividad del gobierno en el país. Ahora mismo hay una intensa campaña del presidente para ratificarse en el referendo revocatorio, y no hay acto en el que no insulte ni acuse. Posiblemente, la frustración de estar perdiendo presencia y poder en muchas regiones del país, agudiza la prepotencia del presidente que llega a justificar la violencia. Y su acompañante, fiel a sus antecedentes y a su jefe, también va ese camino cuando, amenazante, “convoca a la gente a defender el revocatorio” (La Razón, 26.07.2008). Como no tiene argumentos para una confrontación legal, escoge la violencia de las calles para ganar a toda costa, así sea con un inmenso fraude y violentado la democracia.
A propósito de la violencia, las computadoras de Raúl Reyes han hablado. Develaron las conexiones de Chávez, Ortega y Correa con las FARC y, ahora, sale a relucir que populistas y extremistas bolivianos, también tienen contactos con esta banda terrorista. Los “espontáneos” saldrán a explicar lo inexplicable, claro está, en medio de diatribas y acusaciones a diestra y siniestra.
Sin duda, hay una competencia. Es la de la mala conducta. Venga el diablo y escoja al ganador…
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