Dos versiones del reir por Pedro A. Lemos

Resulta cada día más difícil reír y ésta es una magnífica terapia, pero la avalancha de Malas Nuevas, es para poner mueca de preocupado y sentirse mal, sin poder soltar la risa salvo que suceda que uno, de ex profeso vaya a un recital de carcajadas, o se siente predeterminadamente a escuchar un CD.

Luis Landriscina

No es común poder asistir a show que armonicen los gustos, las preferencias individuales, el sentido que provocará la risa y poder presenciarlo en idioma propio, hablando de los que vivimos en Australia.

La Colectividad de habla Hispana es muy importante, pero quien nos haga reír, es casi imposible de encontrar. Por ello siempre las Raíces de algunos de los inmigrantes se preocupan en presentar a conocidos Showman, veteranos sí, pero que concitan la atención y muchas veces, quizás la mayoría de ellas, brinda la posibilidad que no se tuvo, cuando vivíamos en los países de origen.

El desfile de Artistas de diversa índole y de variados Países Latinoamericanos, no es quizás con la frecuencia que la gran colectividad requeriría, pero hay que tener en cuenta que los Costos son altos y como en todas las cosas, si no hay una gran posibilidad de ganar, nadie arriesga dinero para perder, para eso sobran las oportunidades en Australia y en el Mundo.
 
También nuestra pobre América Latina no cuenta con medios económicos como para ofrecer Espectáculos en el Exterior, que sería una de las formas de hacer conocer incipientes Artistas en cualquiera de los rubros de las Artes.

Pero volviendo a la risa, remedio infalible decían hace tiempo, hay quienes la provocan con diferentes decibeles, cuando se suben al Escenario.

También el como hace reír el Showman, de por sí acumula o descarta atención.

Vimos el año pasado a Luís Landricina, quien hiciera varias funciones con salas repletas y justamente con el Espectáculo que el determinó para finalizar su carrera Artística.

Jorge Corona

Todos los espectadores quedaron con el ‘’esqueleto’’ destrozado por la risa y como si fueran masoquistas, pidiendo más.  

Una verdadera lástima, que no se pueda contar con nuevas Ediciones de tan prestigioso Showman. Si su decisión no cambia, deberemos conformarnos con el recuerdo y con sus CD. Lo destacable de su trayectoria es que generó desde el principio, show al cual todos podían asistir, los niños, jóvenes o mayores. Sintiéndonos en una tribuna predispuestos a disfrutar un humor familiar, con mucha picardía y genialidad innata de Don Luís Landricina

Esto fue como habitualmente se dice, y para presenciar un humor muy diferente el sábado pasado fuimos a ver otro veterano del Show de la Risa, el Sr. Jorge Corona.

Totalmente opuesto a Landricina, y cada uno tiene derecho a valorarlo, catalogarlo o simplemente reír basado en su premisa, donde deja constancia de todo lo malo del Mundo y que para ello el presenta un reírse basado en un Humor para adultos. Un show desprolijo, interactuando con los de la Platea y diciendo las palabras que según su afirmación no es mala, ya que no matan o hieren. Pero seguramente si algún desprevenido y desconocedor de la Personalidad de Corona, va al espectáculo se encuentra que si estaba aprendiendo Idioma Español eso nunca se lo enseñaron.

Dos versiones distintas de hacer reír, una que estará en los CD exclusivamente y otra que continuará con show en vivo, ya que no hubo ninguna manifestación del propio artista para colgar los hábitos. Lo destacable del Sr. Corona es que ha tenido la valentía por décadas de expresarse de una manera y que el Público lo acepte. Claro está que con salas al 50 o 60 % y con una función basta. Con un terminar del show sin más exigencias del público, era suficiente.