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¿Estaremos cambiando?
La esperanza es lo último que se pierde por Raúl Seoane |
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Esta última semana estuvo plagada de noticias y acontecimientos de gran importancia para nuestro país. Una serie de hechos y medidas adoptadas por el actual gobierno parecen apuntar a hacer realidad las esperanzas que muchos orientales veníamos reclamando desde hace mucho tiempo en materia económica y social.
Este gobierno, de izquierda y progresista, por el cual muchos no dábamos un peso luego de haber sido elegido, intenta poner en marcha una serie de medidas de corte totalmente contrario a lo que vino pregonando desde su fundación como partido. ¿Me habré equivocado de país?, fue el primer pensamiento que muchos tuvimos.
Los acercamientos que mantuvo nuestro presidente con los gobiernos de la India y China para estudiar la posibilidad de establecer Tratados de Libre Comercio con esos países, hablan a las claras de la disposición del gobierno de abrir la economía uruguaya buscando inversiones extranjeras productivas que inicien el tan publicitado, pero jamás concretado, Uruguay Productivo.
Luego de la reunión entre el presidente Vázquez y el embajador de India, Pramathesh Rath, el Ministro de Economía afirmó que nuestro país está muy cerca de firmar un Tratado de Inversiones Recíprocas entre ambos países, lo que muy probablemente desembocaría en un acuerdo comercial o un TLC con India.
A su vez, El Presidente Vázquez mantuvo un encuentro con el Embajador de China, Wang Xiaoyuan, que reafirmó la cooperación mutua, con miras a la visita a Uruguay del Presidente del Parlamento Chino, Wu Bangguo, este lunes 4, y con quien se firmarán importantes convenios de préstamos y se estudiarán los mecanismos para incrementar el papel de Uruguay como destino turístico y la posibilidad de mejorar el intercambio comercial entre ambos países.
La visita del presidente del Parlamento de China, es demostrativa y también muy interesante para analizar, porque Bangguo visitará únicamente Brasil, Uruguay y Chile, saltando por arriba de Argentina. Esto nos indica que nuestro país está siendo visto como un país confiable a las inversiones extranjeras, a diferencia de nuestros hermanos del otro lado del Plata.
También en esta semana se comenzó a conocer un proyecto de reforma del Estado que, según los voceros gubernamentales, se encuentra escrito a lápiz para poder ser modificado y mejorado. Si bien aún no se conoce la totalidad del proyecto, algunas medidas que se dejaron trascender indican que dentro de las ideas planteadas, se encuentran la redistribución de funcionarios, la definición de un nuevo diseño institucional, la agilización de las decisiones de la administración central y la definición de pautas para la asociación con privados.
La idea es eliminar barreras burocráticas y achicar el peso del Estado, y según declaraciones de Astori, se trabaja en la creación de una ventanilla única de atención a inversores, para facilitar la llegada de inversión al país. Además, en la promoción de la asociación de capitales privados a las empresas públicas para negocios puntuales, que permitan mejorar los servicios estatales, como los de AFE con el mejoramiento de las vías férreas y máquinas para el transporte de carga, Antel y la adquisición de nuevas tecnologías, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas que pretende captar inversiones chilenas para mejorar la infraestructura vial y portuaria. También Ancap con la posible asociación con Pdvsa por la refinería, entre otros.
Es indiscutible que el gobierno nacional está allanando el camino, iniciado por Jorge Batlle, para atraer inversiones extranjeras hacia nuestro país. Inversiones en industrias, agricultura, servicios, etc. Todas estas medidas apuntan hacia una apertura comercial al mundo y a contrapelo de lo que propone el Mercosur, y sobre todo el Gallotero argentino.
Lo que me deja totalmente desconcertado, es el giro de ciento ochenta grados que Vázquez le imprimió a su gobierno. No hace mucho tiempo, su partido se opuso tenazmente a la asociación de ANCAP con capitales privados y hoy presenta un proyecto de reforma de las empresas públicas para poder lograr esas asociaciones.
Si tenemos problemas con nuestros vecinos por la posibilidad de firmar un TLC con los Estados Unidos, con estas medidas y con las noticias que se están recibiendo, vamos a tener tres problemas, ya que Uruguay osa desafiar a sus socios del Mercosur y negocia acuerdos comerciales con terceros países extrazonales.
El TLC con Estados Unidos continúa viento en popa a pesar de las críticas y amenazas argentinas y venezolanas, porque de acuerdo a lo que informa Radio Mundo Real, técnicos chilenos llegarán a Uruguay a comienzos de septiembre para asesorar al equipo de uruguayos que trabajará en las negociaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, ya que el gobierno uruguayo intenta aprovechar la experiencia de los técnicos de Chile, país que ya firmó un TLC con Estados Unidos, que rige desde enero del 2004. A su vez, industriales paraguayos abogan por una negociación conjunta -Paraguay y Uruguay- con los Estados Unidos, porque la reestructuración del gabinete paraguayo, producida el martes 22 de agosto, indica un acercamiento a los Estados Unidos y el principio de un camino que podría culminar con la firma de un TLC.
Entonces yo me pregunto ¿donde está la muerte del Alca, vociferada por Carlos "Chacho" Alvarez, si los norteamericanos están negociando TLC´s con la mayoría de los países latinoamericanos?, en las mentes obtusas y faltas de visión política global estratégica como la del renunciante ex vicepresidente argentino, o la del populista/totalitario de su patrón inmediato, el presidente argentino.
Con estas acciones, el gobierno uruguayo está demostrando cada vez más que el modelo de país al que aspira está mucho más cerca del chileno, que el que le propone Brasil y Argentina, y todas estas acciones apuntan hacia eso. También indican que Danilo Astori ganó la pulseada dentro de la coalición de gobierno.
A pesar de una pequeña minoría que añora al fenecido sistema comunista, como Juan Castillo del PIT-CNT, que se opone a la firma de un TLC con el país del norte “porque está en juego la soberanía del país", -remanido latiguillo siempre utilizado cuando no se tienen argumentos de peso- la gran mayoría de los uruguayos miran esperanzados la concreción de estos acuerdos.
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