El tango se va al este del país y del mundo
	* Amilcar Legazkué

Que el verano es la costa de oro, Piriápolis, Atlántida, Punta, La Paloma, Rocha... eso no es un secreto

Así comemos una paella gigante en Piriápolis, con 18 bailarines Gardeleando o asistimos a shows en el Conrad

Pero a medida que pasa el tiempo global, Uruguay se pone alas... o barcos....

VinArt  en el puerto, entre barcos...
Dos días de fiesta musical en el Puerto

Tango, vino y artes plásticas se conjuntarán en un evento que en su segunda edición promete superar las expectativas generadas en el pasado año.

Durante dos días de fiesta, en este gran predio, se podrá disfrutar de lo mejor de nuestra identidad cultural, con vinos de calidad superior, acompañados de prestigiosos artistas.

Degustación de Vinos Finos, guiados por sommeliers. Plaza de Comidas con tanguerías, pubs y boliches de Montevideo.

Muestras de arte

Espectáculos en vivo de artistas rioplatenses: María Graña, Panchito Nolé, Juan Darthés, Olga del Grossi, Mónica Navarro, El Club de Tobi, Max Capote, Dani Umpi, Loopez, CDdance,  “Tangamente”, entre otros. Pista de Baile de tango.

Entrega de premios "VIBO": Concurso de Cortometrajes y Spots Publicitarios.

Sector recreativo para niños.

Evento declarado de Interés Nacional por Presidencia de la República. VINART cuenta con el apoyo de la Administración Nacional de Puertos-ANP, y el Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Taller de Milonga

La Profesora Mariana López ha iniciado su Taller de Milonga de Traspié. Las clases se desarrollan los sábados a las 19:00 hs., en Tanguería El Farolito

LA MUFA

La orquesta de tango más joven del Uruguay: La Mufa. Recibimos a algunos de sus integrantes. - Martín Pugin (bandoneón) y Vivianne Graf (violín)

Dicen que la mufa, significa mala suerte o en el mejor de los casos estar de mal carácter.
Quítese la mufa de encima - Visite a su PASION de confianza.

Concierto
SEXTETO LA MUFA
Miércoles 8 de noviembre de 2006, 19:30 hs
Orquesta “Otros Aires” (Tango Electrónico- Argentina) Actúan: “Nuevo Sexteto La Mufa” Bailan: Claudia Pisani; Gabriela Farías; Natacha Melo; Andrés Calo

Noveno y último recital del ciclo “El alma que canta: tangos, milongas y valsecitos”, a cargo de este sexteto integrado por Alejandro Migues (piano), Lucía Gatti (violonchelo), Bruno Gonzalez (violín/viola), Martín Pugin (bandoneón), Jorge Pi (contrabajo) y Vivianne Graf (violín).
 
El sexteto de tango "La Mufa", a lo largo de su trayectoria, ha conseguido un gran prestigio dentro del ambiente artístico montevideano. Pertenecientes a una nueva generación de músicos, sus integrantes logran un equilibrio estético entre la tradición y la vanguardia. De la mano de los mayores referentes del tango instrumental (Alfredo Gobbi, Osvaldo Pugliese, Aníbal Troilo, Julián Plaza, Julio De Caro y Astor Piazzolla) "La Mufa" transita por la historia del tango y sus diversos estilos, aportando un enfoque audaz y renovador.

Su trabajo es reconocido y apoyado por importantes instituciones y personalidades: Escuela Universitaria de Música, Joven Tango, FONAM (Fondo Nacional de Música), SADEM (Sindicato Argentino de Músicos), Fundación Lolita Rubial, Centro de estudios de A.Piazzolla, Intendencia Municipal de Montevideo, Mtro. Federico García Vigil (Director de la Orquesta Filarmónica de Montevideo), Mtro. Fernando Condon (Vicepresidente del SODRE, Servicio Oficial de Difusión Radiotelevisión y Espectáculos), Raúl Garello (bandoneonista y arreglador argentino), Daniel Binelli (bandoneonista y arreglador argentino), Oscar Lopez Ruiz (guitarrista de Astor Piazzolla), entre otros. Así, en el año 2004, La Mufa es galardonada con el Premio Morosoli "por su aporte innovador al género tanguero en el Uruguay".

Actualmente el conjunto presenta un espectáculo cuyo repertorio se incluirá en su primer registro discográfico, editado por el sello SONDOR.

MAS AL ESTE
PUNTA DEL ESTE

Martes de Tango en Los Veleros Lobby Lounge
Todos los martes a las 17:30 los bailarines Moira Daloia y Guillermo Fleitas brindan divertidas clases para aprender los pasos del baile rioplatense que se impone de moda en Europa y Estados Unidos.

La República de las Mujeres dialogó con la pianista y cantante Silvia Mancusso y con la bailarina Alicia Carballo, dos mujeres uruguayas seducidas por la pasión del dos por cuatro, la primera residiendo en Holanda y la segunda en Montevideo. Más allá de diferentes experiencias de vida, curiosamente ambas tienen cosas en común: provienen del ámbito de la formación clásica en sus respectivas profesiones, y la opción por el tango llegó mucho tiempo después.
por Lía Schenck

Yo soy pianista clásica --dice Silvia Mancusso--. Estudié casi diez años en Uruguay. Me fui a Argentina muy joven, pero allí no había posibilidades para mí de conseguir un piano así que fueron casi cuatro años en el vacío. A los 18 años, ya casada, nos fuimos a Holanda. Recibimos una carta de unos familiares y nos fuimos. Nos llegaron unas fotos de ellos jugando con la nieve y yo dije: 'bueno, probemos'. Pero en Holanda llegó un momento en que abandoné todo lo que traía de acá. Vivir en dos mundos es muy difícil, y elegí vivir en el mundo en que estaba. Claro que con los años... Con el chico que toca el bandoneón (se refiere a Martin de Ruiter, integrante del grupo con el que se presentó en Uruguay) éramos colegas de Conservatorio, y me llamó después de años. El tenía un grupo de tango --te imaginás la sorpresa mía-- y se le ocurrió decirme si no quería cantar con ellos. En ese tiempo (1995), yo tocaba la guitarra en peñas folclóricas latinoamericanas. El tango siempre fue para mí mucho más fuerte, por eso tuve que tomar distancia. El tango tiene que ver con la nostalgia", Silvia Mancusso llegó al 13er. Festival de tango con "El Conjunto" integrado por tres músicos holandeses: el citado Martin de Ruiter, Huibert-Jan Vader y Diederik Meijnckens. Alicia Carballo, que forma pareja de baile con Coco Lema, cuenta que "De chiquita hacía clásico. Estudié ballet con Eve Rosa. Después empecé danza contemporánea con Elsa Vallarino, y me dediqué a eso porque me encantaba. Estuve en el grupo Dalika. Pero en realidad he bailado de todo: candombe, flamenco... He estado en revistas musicales. En Carnaval estuve seis años con "Uruguay Show", también en "Cocktel de Carnaval" y en "Eclipse". Hice music hall con un grupo argentino; trabajábamos aquí y en el interior, y hacíamos giras por Argentina. Y el tango siempre lo tenía ahí...pero nunca me había largado a bailar. Todo empezó con Donato Raciatti. La primera vez que fue a Japón quería llevar un grupo de acá para bailar candombe y malambo, y me preguntó si sabía bailar tango. Yo le dije que sí, pero en realidad no estaba bailando tango. Entonces me fui a Joventango y tomé unas cuantas clases medio urgentes y me fui. Y ahí empecé a bailar tango; fue en 1988".

DESDE LA CUNA

"Mi infancia fue en el Cordón y hubo mucho de tango --evoca Silvia Mancusso--. El señor que vendía quiniela escuchaba la radio, el del bar de la esquina también escuchaba tango. Mi padre era tanguero de alma. Muchos años estuvo tocando jazz, pero incluso compuso tangos. El tango, como buena música formó parte de mi cuna pero también la música clásica". Para Alicia Carballo también fue importante la influencia paterna: "De chica bailaba el tango con mi papá, que estaba todo el tiempo con el tango. Desde que me acuerdo me despertaba y lo primero que escuchaba era el tango. Estaba en la cocina tomando mate desde las cinco de la mañana. Yo madrugaba porque iba a la Escuela de Música de mañana y lo primero que percibían mis oídos era el tango que él estaba escuchando. Sabía bailar tango, pero no era muy bailarín. Sin embargo cuando había una oportunidad, una fiesta, un cumpleaños, navidad, se copaba y se bailaba todo. Lo hacía con mi mamá, que bailaba muy lindo. Y también bailaba conmigo. Pero no se usaba mucho el tango, y yo estaba en otra, con mi danza". Mancusso refiere a la identidad tanguera: "Nosotros tenemos culturalmente ya una cosa incorporada. Crecemos escuchando eso y después, al volver a escuchar esos tangos los relacionás con momentos, con situaciones, con emociones".

TEMAS CON VIDA PROPIA

Tanto para Silvia como para Alicia, cada tema parece tener su propia vida. Y ya sea cantando o a través del baile, es un medio para expresar sentimientos y emociones. "Tengo diferentes tangos que me gustan --explica Mancusso--. Cada uno tiene su lugar. El primer tango que quise cantar y empezamos a practicar, bien cosa del inconsciente, fue 'Nostalgia'. La melodía siempre me llamaba la atención. Me quedó pegada aquella melodía. Y me metí en camisa de once varas. Dicen que es uno de los tangos más difíciles. Esa fue mi primera elección. Después Eladia Blázquez: 'Corazón al sur'. Ya la traía registrada. Es un poema maravilloso que coincide con mi infancia. Yo puedo seguir la historia. Lo último, que fue un descubrimiento, fue la 'Balada para un loco', de Horacio Ferrer. Me gustó toda la vida, y en este momento para mí es 'el' tema". Encuentro todo en la balada. Es una pequeña obra de teatro de cuatro minutos".

Carballo afirma que no tiene ''ningún tango en especial pero sí una milonga: 'La puñalada'. De los tangos, 'El porteñito' y 'La cumparsita'. Yo no soy muy selectiva. Cuando bailamos puede ser con música instrumental o con orquesta y cantante o con casete. La otra vez bailamos con un arpa, sólo un arpa. Era un evento y había una concertista que tocaba arpa paraguaya. Tocó precioso, impresionante. Nosotros llevamos nuestro casete, pero ella quería a toda costa que bailáramos con el arpa y nos preguntaba si nos animábamos. No teníamos idea de cómo sería bailar sólo con el acompañamiento de ese instrumento. Cuando bailamos el primero, al principio no entendíamos el ritmo. En el segundo tema ella se entusiasmó y siguió tocando y tocando, y nosotros seguíamos bailando. Por eso te digo: podemos bailar con una guitarra sola, con bandoneón, con casete o con lo que sea". Volviendo a su predilección por Eladia Blázquez, Mancusso amplía: "Eladia desarrolló la inteligencia que tenemos las mujeres y la combinó con la sensibilidad. Como resultado le dio al tango una visión maravillosa, poética y musical. Es una mujer que escribe lo que canta, la música y el texto. Vive en este momento y en este lugar de la tierra, que no es diferente al resto de los lugares. Por eso es universal, y yo puedo cantar sus tangos en Holanda y de alguna forma siento que estoy diciéndoles algo que ellos conocen. Hacen falta mujeres que escriban tango. Es enriquecedor. No es muy fácil porque siempre fue un mundo de hombres, a nivel de intérpretes y compositores. Cosa muy interesante, por otra parte, lo que han hecho no es para nada descartable. Pienso que con la intervención de la mujer puede surgir una cosa mucho más completa".

DE MUNDO A MUNDO

"Con Coco Lema hemos hecho giras por el interior. Fuimos también a Paraguay, al festival de Guarambaré. He ido a Chile, Brasil, Argentina, Venezuela. Después del viaje a Japón con Raciatti, que duró seis meses, de regreso pasamos por Canadá. Es impresionante cómo a gente de otros lugares también les llega el tango'', recuerda Alicia. Para Silvia, con veintidós años de residencia europea, el fenómeno de la pasión por el tango, más allá del "farolito de la calle en que nací", constituye esa especie de asombro asumido que se renueva cada vez que actúa, ya sea en Holanda o en otros países europeos: "En Europa hemos hecho giras por los países fronterizos, sobre todo Alemania. Yo creo que Alemania es más tanguera que Argentina. Eso es muy impresionante. El tango es identidad nuestra como vivencia, pero los europeos también lo sienten cercano. Captan la parte más universal, incluso porque los sentimientos del tango son universales. Es una combinación de cosas que los europeos identifican. Desde sus orígenes, el tango fue y vino desde Europa al Río de la Plata. Eso siempre es cíclico. A los europeos, de la letra se les escapa la poesía pero igual les apasiona. Después que termino de cantar muchas veces vienen y me dicen: 'Mirá, no sé lo que decías pero me encantó'. Claro que muchos entran al tango primero por el baile. Los hay que son coleccionistas de la música sobre todo de los años 30 y 40''. En relación a sus expectativas, Mancusso continúa diciéndo: "El tango es un estilo musical muy rico que da lugar a muchísimos cambios, adaptaciones y transformaciones, y eso ha sucedido durante todo el siglo. Por su riqueza armónica es internacional. Que sigan pasando cosas y se acerquen los jóvenes. El tango se presta mucho a la experimentación, entonces hay que largarse. Ojalá que se le dé a la gente joven la oportunidad de crear, de salir".

MADRES QUE CANTAN Y BAILAN

Coincidentemente, ambas entrevistadas son madres de dos hijas. Sin duda, el arte debe haberse también extendido por toda la casa con la naturalidad que lleva a que después de unos años, alguien pueda decir: "yo lo mamé de chica". "Mis hijas son hermosas --dice Silvia--. La mayor tiene 23 años, y nació en Argentina. La más chica tiene seis y es nacida en Holanda. Son divinas, ellas siguen mi carrera y me acompañan. Son mis hinchas. Están encantadas con todo lo que me está pasando". Alicia, madre de dos niñas preciosas --Deborah de 10 años y Tamara de cinco-- de alguna manera se las ingenió siempre para armonizar su vida profesional, los ensayos, las actuaciones, las giras, con sus responsabilidades cotidianas. "Lo hice cuando eran bebés. Ahora es mucho más fácil porque ya están grandes. Incluso lo hice cuando las amamantaba. Me arreglaba como podía. Trabajé en circos. Estaba doce horas trabajando y mi esposo llevaba la bebé a tomar pecho. Trabajaba en el Orlando Orfei, un circo brasileño que actuó en el Palacio Peñarol y contrataba bailarinas acá. Hacíamos una presentación y después bailaba con los elefantes".

CANDOMBE TAMBIEN

Además de la pasión por el tango, Silvia Mancusso y Alicia Carballo comparten la pasión por el candombe, un ritmo entrelazado también en nuestras identidades más profundas. "El candombe me viene de acá --dice Silvia Mancusso, tocándose el vientre--. El otro día estábamos en Buenos Aires, con los chicos del grupo. Estábamos en un parque y andaban tamborileros. Cuando empecé a escuchar aquello... Los tamboriles los siento acá, abajo, mismo en el vientre. Y te imaginás, lentamente me fui hacia el lado de los tamborileros. No sé, me hace sentir una cosa física. Yo decía: 'si me dan un tamborilito lo agarro y me pongo a tocar'. En mi casa no había tamboriles pero mi padre también era batero, el ritmo siempre estaba ahí; los alumnos tocando y yo estudiando el piano. El candombe me llega como no me llega ninguna otra cosa". Alicia, hablando de su pasión por todo tipo de baile, asegura que "donde me digan que baile, bailo. Cuando era chica, había una vecina mía que bailaba candombe en una comparsa. Yo le pedí a mi mamá y ella me llevaba, hacía los desfile y todo eso. Me encantaba bailar candombe".

PARA LUCIRSE EN LA PISTA

Silvia Mancusso dice no saber bailar tango: "El tango de antes lo bailaba cualquiera. Como el que bailaba mi madre. Decían 'vamos a bailar un tango' y se bailaba. Ahora el tango moderno tiene otra forma, tiene coreografía. Me parece que si sólo hacés esos dos pasos básicos es bastante frustrante. El tango lo tenés que bailar bien". Para Alicia Carballo, que entre las múltiples y diversas facetas de su profesión fue integrante de la Troupe Ateniense con Trochón y participó en 'Gotán', la comedia musical en base a letras de tango que se representó en El Galpón durante varias temporadas, las cosas no son tan así: "Para cantar tango tenés que saber, pero bailar, baila cualquiera. Empieza despacito, sencillo y cuando quiere acordar está bailando. En el baile se juega la sensibilidad, la sensualidad que transmiten los que bailan y el público lo siente. Por eso es que hasta los niños ven tango y les gusta. Es una cosa que se trasmite, es un sentimiento. Es sensual porque se baila de a dos, muy juntos, rozándose uno con el otro todo el tiempo, mirándose a la cara, sintiendo el aliento. A la mujer, si le gusta bailar, la sensualidad le sale sola. Se deja llevar y trasmite lo que siente. A veces pasa lo contrario: es un poco frío porque se baila muy pensado, muy técnico. El tango debería bailarse así, como se siente. Tener un poquito de técnica pero muy poquito. Con poquito ya está; sin hacer ninguna sentadita igual se trasmite".

Y ya en términos más profesionales, aclara: "Los pasos tienen muchos nombres: el sanguchito, el ocho, la estrella, los cortes, la quebrada, el tobogán... Tu compañero te lo hace hacer sólo tocándote. Bailar no es hacer este paso y el otro y el otro. Con Coco Lema cuando bailamos estamos todo el tiempo improvisando. Nunca tenemos algo fijo. Los pasos siempre son los mismos, pero no sabés en qué lugar te lo va a marcar. Pienso que es lindo por eso. Porque según como uno se siente y lo que trasmite la gente, es como él baila. Y hay veces que baila impresionante, como ni siquiera había pensado que iba a bailar. Se le da por hacer cosas que se le ocurren en ese momento. Y yo lo sigo". Habría que pensar si esa forma masculina de conducir los pasos del tango no remiten a su primera forma bailable: sólo entre hombres.

LA YAPA
EL TANGO JAPONES DEL FUTURO...TECNOLOGICO... PAH
http://www.youtube.com/watch?v=HabY6kxyMNg