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40 años de Plantas de Celulosas por el Lic. Luis Anastasía |
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El conflicto por los proyectos de instalación de plantas de producción de pulpa de celulosa en la margen oriental del río Uruguay ha dado origen a muchas evaluaciones. Cuantiosos análisis sobre la potencial contaminación que puede provocar la operación de esta industria han surgido desde ámbitos universitarios o de profesionales en diversas áreas.
El 21 de enero pasado, en el periódico El Día de Gualeguaychú, con el título “Botnia Fray Bentos contaminará: ¿Si o No?”, fue publicado un estudio firmado por el Ing. Quím. Pablo Preisz (1). El autor realizó una revisión de varios documentos de libre consulta que se encuentran en el sitio web de la Dirección Nacional de Medio Ambiente – DINAMA de Uruguay. De esos informes toma los valores de contaminantes que emitirán las plantas de Botnia y Ence a partir del momento de la operación. Suma los valores de contaminantes por año y los multiplica por 40 años de funcionamiento ya que ese es el período de vida útil de estas industrias que se consideró en los estudios de impacto ambiental.
En 40 años pueden pasar muchas cosas. En 40 años un adulto de 80 kilos ejercerá un peso de 1.170 ton al costado de su cama. Sus excretas sólidas y líquidas sumarán 29 ton, liberando un mínimo de 7 gr de AOX. Generará entre 15 y 20 toneladas de residuos sólidos urbanos. Serán 12 los novillos sacrificados para ser llevados a su mesa. Si utiliza un automóvil con un recorrido promedio de 50 km/día, en 40 años producirá un mínimo de 640 litros y 400 kilos de sustancias peligrosas. Utilizará 179.000 m3 de aire de los cuales tomará 12 ton de oxígeno y liberará 17 ton de dióxido de carbono. Esto asumiendo que tenga una dieta promedio en la cual incorporará 41 millones de kcal en energía química en los 40 años. Beberá 48 m3 de agua, evaporará 26,5 m3 y utilizará en forma directa un mínimo de 1460 m3 contaminándola con productos orgánicos e inorgánicos, incluyendo 6 kilos de cloro elemental.
Ver estos números resulta chocante y muchos los rechazarán, sin embargo son reales. Aplico el mismo razonamiento que el Ing. Quím. Preisz salvo en algunas diferencias. No sumé datos que no tienen lógica alguna tomarlos en conjunto.
En el análisis publicado Preisz comete el error de sumar sólidos suspendidos (SST) con demandas biológica y química de oxígeno (DBO y DQO) más los halógenos orgánicos absorbibles (AOX) junto con los nutrientes (nitrógeno y fósforo). El resultado de la suma no tiene un significado lógico global que explique determinado efecto o situación en el ambiente. Lo único que obtiene es un número anual que lo multiplica por el período de 40 años llegando al resultado de 682.800 ton totales. Expresado de esa manera es un número impresionante, sin duda. Pero lo que olvidó hacer Preisz es considerar este total de contaminantes en el ambiente en el que llega y su potencial efecto. En el texto deja de lado que el efluente llega a un río con un determinado caudal y dinámica. En realidad considera el caudal del río Uruguay pero totalmente desconectado del argumento de la sumatoria de los contaminantes, cuando evalúa la emisión de contaminantes. Menciona el caudal del río con un valor de 500 m3 /seg sólo para citar un ejemplo ya que inmediatamente habla del caudal de gases de la chimenea de Botnia. Igualmente tomemos ese valor como cierto para completar el razonamiento. En realidad, el caudal mínimo del río Uruguay, en un período de 20 años, es de 499 m3/seg, es decir que en un día está considerando 86.400 m3 más que el mínimo. Pero de todas maneras no nos detengamos en esas minucias, y en lugar de tomar el caudal promedio de 6.231 m3/seg, consideremos el valor de 500 m3/s como valor conservador.
Partiendo de ese dato, en 40 años, el mismo período considerado para la sumatoria de los contaminantes, el volumen de agua será de 630 mil millones de m3. Expresado de otra manera quiere decir que el total de contaminantes será equivalente a 1 parte por millón (ppm) en el total del volumen. Para expresarlo de una forma más comprensible para el común de los lectores esto significa 1 gr en 1 ton. Sin ánimo de ser insistente, reitero que esto es considerando el escenario más conservador. Si tomamos en cuenta el caudal promedio entonces la concentración, en números redondos, sería de 0,1 gr en 1 ton.
Me permito tratar el tema de los residuos peligrosos con un poco más de detalle que en el artículo del Ing. Quím. Priesz, donde él expresa:
“Residuos peligrosos: 100 a 150 ton/año. En la pagina 35, se dice “Será enviado a una planta de tratamiento adecuada para materiales peligrosos”. En 40 años las cantidades serian de 4000 a 6000 toneladas.”
La página 35 a la que hace referencia es del Informe Ambiental Resumen (IAR) de Botnia (aunque para ser precisos la página correcta es la 36, numeral 2.3.5). En el texto del IAR se mencionan los residuos considerados peligrosos: aceites usados, solventes, chatarra de baterías, pesticidas, residuos de laboratorio, lámparas fluorescentes y desechos de detergente. En realidad si se lee en detalle el listado, esos residuos peligrosos no son diferentes a los que cualquiera puede generar. Sólo que las empresas están obligadas por el marco legal a tratarlos y neutralizarlos, como el caso de las baterías. Pero además toda empresa que establezca un plan de acción para certificar por las normas ISO 14.000 debe realizar el tratamiento y la neutralización de esos residuos. Hace años que en Finlandia existe una próspera industria que se dedica al tratamiento de residuos peligrosos, incluido, por supuesto, toneladas anuales de lámparas fluorescentes, exportando servicios a varios países de Europa.
Realmente es muy detallada la presentación que Priesz hace de los párrafos tomados de los informes de la DINAMA y de los resúmenes de los estudios de impacto ambiental de Ence y Botnia. Cada uno puede interpretar como quiera, obviamente, lo expresado por la DINAMA. Para mí significa el rigor y el extremo nivel de detalle con que se trabajó en el análisis de la documentación presentada. Priesz olvida comentar que todas las observaciones realizadas por la DINAMA fueron levantadas. Olvida también citar las conclusiones de todos los demás informes que evaluaron el impacto acumulativo realizados por las consultoras especializadas, aún cuando hay quienes consideran que estos informes son espurios y realizados por parte interesada. En realidad esos informes no dicen nada diferente a lo que sostiene desde hace años la bibliografía especializada en este tema.
Una vez más, voy a referirme a las dioxinas y furanos. En el texto de Priesz las menciona ligeramente haciendo mención a las “nefastas y diversas consecuencias a largo plazo”. Es claro que el autor da por verdadero lo que se ha dicho insistentemente respecto al efecto de las dioxinas generadas por la plantas de celulosa. Pero hay que hacer precisiones. En primer lugar las dioxinas y furanos generados por las industrias de la celulosa con tecnología moderna son mono y bicloradas, sin diferencias con el mismo tipo de dioxinas generadas naturalmente. Además la toxicidad equivalente (I-TEq) asignada para las dioxinas mono, bi, y tricloradas es 0.
Usando las mismas palabras de Priesz, nadie pretende “tomar por ignorantes, por mal informados o por infradotados” a ninguno, pero sería interesante que se manejaran con honestidad y claridad los conceptos. Sería bueno, por ejemplo, que si considera pertinente todos los comentarios de la DINAMA que cita textual, vea el final del proceso y también cite que sólo dos plantas, una en Finlandia y otra en Suecia, de las que actualmente funcionan en el mundo podrán cumplir con los requisitos de caudal exigidos para Botnia. La calidad del efluente está comprendido en el rango recomendado por las Mejores Tecnologías Disponibles (BAT en inglés) para estándares operativos de largo plazo. El nivel permitido de DBO sólo es alcanzado por el 15% de las mejores plantas del mundo. En cuanto a los sólidos suspendidos totales (SST) en la actualidad hay únicamente 15% de las plantas operativas en Estados Unidos y Canadá que podrían cumplirlo, y menos del 50% de las plantas escandinavas. Respecto a los niveles de AOX está comprendido entre el más exigente del mundo.
Y sin ninguna duda ambas plantas estaban obligadas a cumplir la normativa de calidad de aguas aprobada conjuntamente por los gobiernos de Argentina y Uruguay, por eso es que el diseño y la implementación de medidas de control y tratamiento de efluentes permitirá que el efecto de la descarga a mil metros sea indetectable. Uso el pasado en la conjugación del verbo porque ahora ENCE no estará bajo la jurisdicción de la CARU.
Respecto a los gases sucede lo mismo y se aplica el mismo razonamiento por un lado en la nota, pero también se deja de lado toda otra consideración analítica. Ya esto resulta muy árido de leer y no me voy a extender con más cuentas y números que por grandes escapan a la comprensión pues están fuera de una escala cotidiana. Pero quisiera mencionar algo más, que no está incorporado en el análisis de Priesz, referente a los gases y es que los niveles de emisión gaseosa están por debajo de las BAT y de los requisitos exigidos por la normativa de referencia de Control y Prevención Integrado de la Polución de la Unión Europea que entra a regir a partir de este año 2007. Asimismo, la DIANAMA toma como valor de referencia los más exigentes en el mundo, en este caso la normativa canadiense y de Estados Unidos.
Reitero, nadie pretende tomar por infradotado a nadie, y menos al Ing. Quím. Priesz, pero si sería interesante que si pretende dirigirse a una público que no ha tenido el privilegio de obtener un título universitario por lo menos debería hacerlo considerando todos los aspectos y no sesgar la información presentada.
En Uruguay también está incluido en la Constitución el cuidado del ambiente. En el artículo 47 de la Carta Magna del año 1997 se expresa que: “La protección del medio ambiente es de interés general. Las personas deberán abstenerse de cualquier acto que cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio ambiente. La ley reglamentará esta disposición y podrá prever sanciones para los transgresores.”
El último párrafo suena, como mínimo, demagógico pues define a la movilización social que se inicia en Gualeguaychú como “que ha sembrado y sembrará en todo el mundo la semilla para crear, una conciencia de protección del Medio Ambiente, que es lo mismo decir, del Género Humano”. Hace varias décadas que se están incluyendo normativas legales que obligan a las industrias a tener un estricto cuidado ambiental en el mundo. Por eso mismo en Uruguay, y en el mundo en general, la situación de la calidad ambiental a mejorado en los últimos años, en algunos aspectos de forma radical y en otros todavía hay bastante camino por realizar, nadie lo niega. Pero la protección del género humano no pasa por impedir un desarrollo industrial que incorpora valor agregado a una cadena productiva de diversificación, cuando este desarrollo tiene incluido un estricto cuidado y control ambiental. Pasa justamente por permitir el desarrollo de industrias en general que tengan incorporadas no sólo las mejoras tecnologías disponibles sino también las mejores prácticas ambientales en su proceso industrial. ¿Cuántas industrias de las que están instaladas y operando actualmente en Argentina o en Uruguay pueden decir que el 30% de la inversión en el proyecto se debe a la incorporación de controles ambientales en las diferentes etapas del proceso?
O, en todo caso, para ser honesto, el Ing. Quím. Priesz debería aplicar el mismo análisis a las más de 100 industrias, entre frigoríficos, mataderos, curtiembres, textiles, alimentos, bebidas, metalúrgicas, etc, que están situadas en ambas márgenes del cauce inferior del río Uruguay.
(1) http://www.eldiadegualeguaychu.com.ar/portal/index.php?option=com_
content&task=view&id=16254&Itemid=14
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