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La Coronilla
Recupera su prestigio
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Sobre la ruta 9 y a solamente 25 kilómetros de la frontera se encuentra La Coronilla, uno de los primeros eslabones de la cadena de playas atlánticas que dispone el departamento de Rocha.
Fue durante muchos años el balneario preferido del turismo nacional e internacional que visitaba el departamento, al disponer de playas maravillosas y famosos pesqueros que se extendían por la costa en una franja superior a 20 kilómetros, ofreciendo al turista un desfile incesante de bellezas panorámicas que difícilmente volvería a encontrar en otros lugares.
Por aquellos años La Coronilla disponía de una cadena de confortables hoteles a pocos metros del atlántico, ofreciendo al turista una agradable y estimulante estadía veraniega.
Distintas comisiones trabajaban permanentemente para concretar obras de fundamental importancia y llevar adelante algunos proyectos de transformación social y económica de este centro turístico.
Un memorándum aprobado en el verano de 1972 (hace 35 años) por la comisión fomento señalaba que “es una verdad indiscutible que La Coronilla constituye desde hace muchos lustros, uno de los balnearios de mayor renombre dentro del país y de la cuenca del Plata. Ese sólido prestigio emana de su magnifica playa oceánica, de su ubicación excepcional en el medio de una zona de variadas bellezas naturales y de un clima sin parangón a lo largo de la costa atlántica.”
También por aquellos años se había proyectado la ampliación de la zona urbana sobre el lado nordeste de la población, considerando que durante el verano se producían reiterados embotellamientos del tránsito.
Se gestionó además la adjudicación de una fracción de tierra que formaba parte de un campo en litigio desde 1885.
Se planifico además la construcción de una avenida costanera que se transformaría en un magnifico y atrayente paseo en razón de las pronunciadas barrancas que circundan la playa.
Las autoridades de la junta local en la década del 70 habían proyectado también la construcción de una doble avenida en la única calle de entrada al balneario, con jardines centrales y una correcta iluminación.
Entre muchos proyectos y considerando que la pesca se había constituido en una de las atracciones turísticas de la zona, se había previsto la construcción de un muelle pesquero en las obras abandonadas de la salina.
Los centenarios proyectos para la construcción de un puerto de ultramar alimentaron las esperanzas de varias generaciones que esperaron las obras como palanca generadora del desarrollo zonal.
Sin embargo nada se hizo salvo los canales que terminaron perjudicando seriamente varias temporadas por el arrastre de basura y animales muertos que arrojaban diariamente en la costa del balneario.
Los vecinos y operadores locales sostuvieron una lucha denodada para recuperar el prestigio perdido y retener el turismo que visita el departamento.
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