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Año IV - Nº 223
Uruguay, 23 defebrero del 2007
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Roberto Bogorja Los vaivenes de la política exterior
por Roberto Bogorja
 
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            Desde que surgió el MERCOSUR, he pensado que era lo mejor que le podía pasar al Uruguay. Era la oportunidad de dejar de ser ese “paisito” que nadie nos ubica, que nos confunden con Paraguay, que creen que somos parte de Argentina, que no saben en que hablamos ya que no lo hacemos ni como unos ni como otros.

            El MERCOSUR era una muy buena herramienta para exportar nuestra producción, tanto en lo interno como en lo externo con el rótulo MERCOSUR. Complementar nuestras producciones, procesar el azúcar brasileño en nuestro país, abastecer con nuestros lácteos al Brasil, complementarnos en la industria metalúrgica, etcétera.

            Lamentablemente hoy ya no lo es. La idea se desdibujo y pasó de un proyecto de unión comercial a un proyecto de unión política.

            ¿Qué pasó en el medio?

            Las ambiciones de unos, los problemas de otros, los desentendimientos y el estrechez  ante todo.

            ¿Cuándo comienza el desbarranco?

            El MERCOSUR, se aprueba y se asignan un período hasta 1995, en donde se iría paulatinamente hacia aranceles cero dentro de la región. Si bien no se crea una moneda única, si se crea una proporcionalidad entre unas y otras, lográndose una estabilidad frente a las monedas extra regionales. Las economías se empiezan a ajustar para ser complementarias y se produce un período de acomodamiento entre los distintos actores, se produce una complementariedad, cada uno produce lo que mejor sabe y se complementa con otro. Claro, entre medio hay quienes pierden y otros que ganan. Hasta ese momento Uruguay no perdió tanto e incluso en algunos rubros la industria se ajusta y reconvierte. Pero es hacia fines de siglo que Brasil, es país continente, no soporta más sus presiones internas y devalúa sin previo aviso, rompiendo así la estabilidad dentro del bloque. En el tratado de Asunción (creación del MERCOSUR) se había previsto que ninguno de los países miembros podía devaluar sin previo aviso, así como la exclusión inmediata del bloque de cualquier régimen totalitario...

            Uruguay que venía exportando bien a Brasil, en lugar de devaluar de inmediato, se vuelca hacia la política económica Argentina y se mantiene al firme hasta las últimas consecuencias como una moneda fuerte frente al dólar. Hasta que el paraíso menemista se cae y evidentemente nos arrastra produciendo la gran crisis bancaria del 2002.

            Crisis en que ninguno de nuestros socios del MERCOSUR, nos ayuda a salir. Por el contrario, reitero el primero genera la inestabilidad y Argentina nos da el remate, incluyendo con ello la exportación de la aftosa, epidemia que la mantenían oculta hasta que no pudieron más y luego nos la envían.

            Curiosamente el país que nos permitió salir de la crisis fue aquel que se denigra y rechaza por los políticos trasnochados de comité de base. Son los Estados Unidos de Norte América, quienes lo hacen enviado reservas para poder cubrir el déficit de caja del Estado Uruguayo. Son también quienes nos abren el mercado cárnico y nos facilitan las exportaciones a otros mercados, también invierten en Uruguay, y finalmente nos ofrecen una oportunidad de un tratado comercial para abrir mayormente su mercado. El mayor mercado del mundo en nivel de consumo y fundamentalmente en cuanto a gasto per capita. Es cierto también que la cabeza del actual gobierno frenteamplista fue a Washington, antes de ser gobierno y  mostró su mejor cara a los norteamericanos.

            Pues bien, que hacemos ahora los Uruguayos, nuestro propio presidente invita al presidente Bush a visitarnos. La ministra Arismendi, olvidándose que es parte del  gobierno, del gobierno que es de filiación frenteamplista pero que representa también al otro 50% de la nación, lo primero que hace es denostar al invitado públicamente. El Canciller de la República ignora esa visita y se muestra desconforme, y hasta el propio Mujica dice que irá si el presidente se lo pide. Por supuesto la mesa política del partido de gobierno evalúa el concurrir a las marchas en protesta y ya el sector mayoritario emitió, el MPP, emitió su disconformidad.

            Entretanto se pide más y mejor MERCOSUR, mientras nuestros socios nos vapulean más, como Argentina que ya no sabe con que más atacar y Brasil que dice que no podemos hacer un tratado con USA, pero ellos si están dispuestos a hacerlo.

            Entonces me pregunto, desde esta platea de observador político. ¿Quién gobierna al país?

            Vázquez que invita a Bush, el Frente Amplio que lo vitupera. El Canciller Gargano que se arrodilla frente a Argentina y Brasil. La ministra Arismendi que sigue soñando con el paraíso cubano, pero vive a cuerpo de rey en este empobrecido Uruguay. O el PIT-CNT, que dicta normas, incluso queriendo anteponerse a la Justicia.

            ¿Cuál es la política exterior que se pretende?, si es que la hay. Y no hablemos de la interna porque no existe, ha hecho agua por todos lados.

            ¿Cómo pretenden gobernar un país? Si durante treinta años no llegaron a ponerse de acuerdo y cuando les toca el turno no saben hacerlo, subsisten las discrepancias internas, y para colmo la corrupción ya brota por todos los poros como si saliese de un cuerpo en descomposición.

            Si no nos ponemos de acuerdo internamente, como podemos pretender que exista un MERCOSUR, en donde los problemas son mayores y las inarmonías entre sus socios son más graves.

            Sr. Presidente trate de nivelar que la obra ya se fue de plomo y por tanto de escuadra.

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