El mundo está loco, loco, loco, y la Argentina es el líder por Raúl Seoane

El Ejército se prepara para defender el agua
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=207846
El Ejército se preparará para defender el agua potable
http://www.impulsobaires.com.ar/nota.php?id=14361
El Ejército custodiará los Esteros con nueva hipótesis de conflicto
http://www.diariolarepublica.com.ar/notix/noticia.php?i=120223
DE LA GUERRA CONVENCIONAL A LA DEFENSA DE LA NATURALEZA
http://www.rionegro.com.ar/diario/2007/02/26/20072n26f06a.php?nc=1
Argentina se prepara para defender sus recursos naturales
http://www.larepublica.es/spip.php?article4281
Guerra de recursos: el Ejército defenderá la naturaleza
http://www.rosario3.com/noticias/pais/noticias.aspx?idNot=9158
Guerra por el agua
http://www.lavozdigital.net/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=1159

El Ejército se prepara para defender el agua
Como parte de un trabajo teórico sobre posibles amenazas hasta el 2025 se contempla una eventual guerra en defensa de los recursos naturales. Un conflicto por el agua dulce es la mayor amenaza que el Ejército visualiza para la Argentina en las próximas décadas. Por eso modificó este año sus normas de combate y su doctrina militar.

            Esta noticia aparecida en muchos diarios argentinos puede recorrer el mundo en un intento de volver a desinformar a la opinión pública mundial y poner en las primeras planas de todos los diarios la ineptitud de un presidente que está llevando a la Argentina hacia uno de sus peores momentos de la historia.

Agua que haz de beber

            El hombre puede vivir varios días sin comer pero muy pocos sin agua ya que su cuerpo necesita del vital elemento para sobrevivir, por lo tanto el agua es una prioridad indiscutible para la supervivencia.

            El setenta por ciento del planeta está cubierto de agua. Únicamente un 2,5 por ciento del agua es dulce, ya que el restante 97.5 por ciento es agua salada. De ese pequeño porcentaje de agua dulce casi un setenta por ciento está congelados en los polos y glaciares y el resto yace en profundas capas acuíferas subterráneas inaccesibles.

            Visto desde este ángulo, es lógica la preocupación mundial y del gobierno argentino por custodiar y preservar sus fuentes naturales de agua potable apta para consumo humano.

            Los ecologistas y ambientalistas están de parabienes llevando agua a sus molinos y generando el alerta a la población mundial sobre el uso indiscriminado del vital elemento y denunciando al “capitalismo salvaje” que, según ellos, intenta privatizar las reservas de agua.

            Portales como Ecoportal dicen que “lo cierto es que las corporaciones transnacionales del agua están aprovechando muy bien la escasez del líquido vital para empujar una de las más perversas de las privatizaciones, con una estrategia que consiste en convertir una crisis ecológica como la del agua en el mercado de un recurso escaso. Es decir, prometen garantizar la provisión de agua para quien pueda pagar por ella, con el argumento de que el precio debe reflejar la escasez, y el costo de las inversiones para su distribución. Política de recuperación de costos es el nombre con que se está desmoronando el derecho fundamental ?irrenunciable- de la población al agua.”

            Pero toda historia tiene su contra-historia y esto es lo que quisiéramos tratar.

El Acuífero Guaraní

            El Acuífero Guaraní, con cerca de 50 mil kilómetros cúbicos de agua, es capaz de abastecer a la actual población mundial, de 6.000 millones de personas, durante 200 años.

            Los hidrogeólogos remarcan que antes de mitad de este siglo será un lujo gastar 150 litros de agua en un baño de inmersión. Y advierten que, sin urgentes medidas ambientales, el Acuífero, la gigantesca reserva subterránea que comparten Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, puede estar condenado. (Ver Artículo completo)

            Uruguay, pionero en estas lides, mediante un referéndum auspiciado y guiado por el progresismo frentista, estatizó las fuentes de agua, aunque el término estatizó es muy relativo porque una vez en el gobierno los progresistas comprendieron que muchas actividades son más eficientemente realizadas por la actividad privada que por el Estado, por lo que algunas concesiones en el uso de agua se han realizado o se han mantenido.

Agua que NO haz de beber

            El agua de mar, en las condiciones que la conocemos, es dañina para el cuerpo humano. De entrada, el tracto digestivo se deteriora por la concentración de sal, beber agua salada provoca reflujo y vómito.

            Mucha gente no tolera nada el agua salada y en vez de hidratarse les provoca una deshidratación más severa porque las sales al tener una concentración mayor que el organismo le sacan el agua al cuerpo. Los solutos tienden al equilibro.

            No obstante esto, según los estudios promovidos por fundaciones como Aquamaris de España y Prodimar de Colombia, el agua de mar, que tiene una composición común al plasma sanguíneo, cuenta con todos los elementos de la tabla periódica por lo que es capaz de restituir todos los compuestos. El consumo diario de 500 mililitros de agua de mar, equivalente a tres vasos, ha demostrado su poder analgésico, antiinflamatorio, antibiótico y nutritivo. Aunque el tratamiento puede parecer contraproducente en aquellos pacientes que tienen contraindicada la sal, los expertos sostienen que el agua de mar tiene el cloruro y el sodio disueltos y por tanto su acción es benéfica al ser diurética.

            Desgraciadamente, como ya lo hemos dicho, el 70 por ciento del agua del planeta es agua salada, pero no todo está perdido porque la desalinización viene en camino. En algunos países árabes y en Israel existen plantas desalinizadoras que toman agua de mar y la convierte en agua apta para el consumo.

            Gustavo Kronenberg, uruguayo, está al frente de la planta desalinizadora ubicada en la ciudad de Ashkelon, en el sur de Israel, la mayor del mundo que funciona con tecnología de ósmosis inversa. (Ver artículo completo)

Hidrógeno: La energía del futuro

            CO2, Cambio Climático, Polución, Ambientalismo, son todos términos que hemos aprendido durante la última década y con los cuales nos están bombardeando repetidamente.

            Para evitar las consecuencias del CO2, y por consiguiente del cambio climático se están estudiando las posibilidades de utilizar el hidrógeno como nueva fuente de energía. Ya existen vehículos prototipo funcionando con este sistema de combustión.

            Sin embargo, falta encontrar un sistema de almacenamiento seguro para este combustible ya que es un peligroso explosivo que se inflama simplemente con un poco de calor (Ver artículo completo), aunque ya se está experimentando con diferentes métodos.

            El hidrógeno se encuentra principalmente en el agua. La fórmula química del agua, H2O indica que este líquido está formado por dos partes de hidrógeno y una de oxígeno.

            La mayoría de los experimentos para obtener hidrógeno utilizan el agua pura o dulce, y si bien existen otros elementos que poseen partículas de hidrógeno en su composición, el agua es el de mayor abundancia en nuestro planeta. De ahí que es muy probable que para la generación de energías limpias, en el futuro se utilice el agua como base para la fabricación de hidrógeno puro.

Al más avispado se le escapa la liebre

            Si según los entendidos (¿?) ambientalistas tenemos problemas con los recursos de agua, cuál es la razón de que busquemos como alternativa energética limpia al hidrógeno si no vamos a tener “materia prima” de dónde extraerlo? Quiere decir que los sabios, los científicos y los estudiosos del fenómeno han equivocado el camino y pasaron por alto que no se puede utilizar el agua para obtener hidrógeno? ¡Estamos todos locos!, o por lo menos nos lo quieren hacer creer.

            Pensar que el agua es un elemento finito y que pueda llegar escasear en el futuro, no sólo es una falacia sino que también es el arma que tienen gobiernos inescrupulosos como el argentino para someter a sus pueblos y cambiar su preocupación actual; inflación, malas perspectivas de futuro, pérdida de confianza internacional en el país, indiferencia mundial antes las tropelías del gobierno argentino, etc., etc., etc.

            La nueva hipótesis de conflicto del ejército argentino, llevada a la paranoia por un gobierno indiscutiblemente inepto, llevó a la reflexión a un gran amigo que me decía: “imagínate el desembarco de un contingente de marines norteamericanos en el puerto de Buenos Aires llevando un bidón de 20 litros en cada mano y marchando hacia un pozo semisurgente en la Avenida Corrientes para robar agua argentina… ¡Es cosa de locos!”

            No nos equivoquemos... No desperdiciemos el agua pura, fuente de vida, pero todo este pseudo ambientalismo extremo que intenta contagiarnos su paranoia nos refleja que “El mundo está loco, loco, loco, y la Argentina lo lidera.”