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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 384 - Uruguay, 02 de abril del 2010 |
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Desde la asunción presidencial, me he dedicado a compartir mis vivencias, momentos divertidos, otros no tanto, que por diferentes causas me ha tocado vivir. He decidido darme un espacio a la hora de opinar, pues no comparto la forma en que los Partidos Políticos, TODOS, están manejando las elecciones municipales; y al mismo tiempo he decidido darme el regalo de observar pacíficamente como nuestro Presidente, contra cuya elección luché desde estas páginas, pone en práctica las ideas que esbozó sobre como organizará su gobierno, a la espera de poder darme el lujo de reconocer que yo estaba equivocada, y era el hombre adecuado para este momento de nuestro país. Y como bien saben, en raras ocasiones, suelo escribir sobre lo que ocurre en otros países, pocas situaciones excepcionales, han ameritado que lo hiciese. Pero me “obligan a salir”, increíblemente un Presidente, por el cual sentía yo el mayor de los respetos, como es el caso del saliente mandatario costarricense, Oscar Arias. Sospecho que con la intención de abrir un debate sobre el tema en el continente, manifestó lo siguiente: “Voy a pedirle al presidente Mujica que considere abolir su Ejército. ¿Para qué necesita Uruguay un Ejército? ¿Quién es el enemigo de Uruguay?”, “¿Lo va a invadir Argentina, lo va a invadir Brasil? ¿Para qué necesita Uruguay un Ejército? Voy a hacerle una carta al presidente Mujica para que considere lo que nosotros consideramos en 1948, cuando nos preguntamos para qué necesitamos un Ejército, por qué no acabamos con él y le declaramos la paz al mundo. Ciertamente pienso que Uruguay podía hacer lo mismo", http://www.uypress.net/uc_5164_1.html Termino de mirar anonadada, justamente en el canal colombiano NTN noticias, un “debate con panelistas internacionales opinando sobre si Uruguay debe o no tener un ejército”, por suerte la mayoría de los panelistas, parecen más respetuosos con la República Oriental del Uruguay, que el Sr. Arias, y todos sin excepción manifestaron que sobre eso debíamos opinar los uruguayos. Salvo alguien que intervenía por Costa Rica, y defendía la abolición del ejército como medida de paz. Olvidan por cierto, que sin necesidad de abolir las Fuerzas Armadas, hace más de un cuarto de siglo que vivimos en paz, y no se ha debido por cierto al hecho de que el mundo nos la contagiase. Y cuando tuvimos problemas, fuimos los uruguayos, nosotros mismos, quienes terminamos con ellos, sin aspavientos, sin intervenciones armadas extranjeras, a nuestra manera, derrotamos a la dictadura. Increíblemente, el Sr. Arias se lleva por delante varios aspectos, que como ciudadana de este país me ofenden profundamente: El Sr. José Mujica, fue elegido Presidente de nuestro país, en elecciones democráticas, intachables, como nos es habitual; por tales circunstancias es el Exc. Presidente de un país libre, soberano e independiente de cualquier ingerencia extranjera. Por lo tanto empecemos por el hecho que si nuestro Presidente, desea un consejo, será el quien deberá pedirlo, no necesita que venga nadie, por más Premio Nóbel de la Paz que sea, a planteárselo. Sigamos con que al asumir su mandato, juró honrar y hacer cumplir la Constitución de nuestro país, por lo tanto, no puede como Presidente, tomar semejante decisión sin que medie antes una Reforma Constitucional, que como tal deberá ser refrendada en última instancia, por los ciudadanos de este país. Y por si fuera poco, nuestro Presidente está haciendo un gran esfuerzo para poder ponerse a trabajar gobernando al país, zurciendo con esmero, las vicisitudes que se le van presentando entre su propuesta de unión nacional, y las diferentes opiniones que poseemos al respecto cada uno de los ciudadanos de este país. Pero además ¿cuál es el problema que nuestras actuales Fuerzas Armadas, le crean al continente, como para que de pronto se transformen en tema de debate público internacional? Enterrando el pasado, y olvidemos por un momento a los miembros del ejército que hace décadas deshonraron su juramento, los “soldados de la patria”, como los llamó nuestro Presidente, hace muchísimos años que se encuentran como es debido, totalmente al servicio del Poder Político, o sea de los gobernantes que los uruguayos elegimos para nosotros mismos y por lo tanto supeditados a nuestras decisiones. Son esos soldados de la patria, quienes concurren a las misiones de paz de las Naciones Unidas, son ellos quienes nos dejan bien representados, como por otra parte suele ocurrir con la mayoría de los uruguayos que andan recorriendo los caminos del mundo. Es a través de esos soldados que el país recibe divisas pagadas por las Naciones Unidas, pero también los países a donde concurren destinados, reciben su invalorable ayuda. Si no, empecemos por preguntarle al hermano país de Haití, asolado por la naturaleza, donde varios de esos hombre considerados innecesarios por el Presidente Arias, han dejado la vida, si son o no útiles los miembros del ejército uruguayo. Preguntemos dentro de nuestro país, a las personas que han visto sus casas sufriendo los efectos de las inundaciones si son o no útiles, los miembros del ejército uruguayo- Preguntemos a quienes veían su vida acabar, en el Palacio de la Luz, devorado por un terrible incendio que cobró varias vidas humanas, confinados en la azotea del edificio, si son o no útiles los miembros de la Fuerza Armadas. . Me asusto de mi misma, al coincidir casi en un 98% con la enérgica protesta de Fernández Huidobro, contra el atrevimiento de Arias en manifestar que realizaría esta sugerencia. Y sin duda coincido con Javier García en que si no tuviéramos ejército, hace años que los piqueteros de Gualeguaychú, estarían acampando en la Plaza Independencia. Desde la vuelta a la democracia, hace 25 años, los uruguayos hemos dado la oportunidad a todo el elenco político de gobernar a nuestro país, y nunca en ningún caso el ejército desoyó nuestro mandato soberano. Y si alguna prueba faltaba, están ahora bajo la Comandancia en Jefe, de una persona a la cual, el ejército hace más de 35 años, integrada por otros hombres, mantuvo preso. Y no importan las razones de lo ocurrido en aquellos años, pues a esta altura, por el mecanismo del voto, el pueblo uruguayo decidió que así fuese, y como corresponde, pues no podía ser de otra forma, las Fuerzas Armadas uruguayas, acataron la decisión de la ciudadanía uruguaya. Por lo tanto, Sr. Oscar Arias, si necesita por alguna razón, largar un debate sobre la paz, o sobre lo innecesario de un incremento armamentista en América del Sur, busque por otra parte. Ni la República Oriental del Uruguay, ni su Presidente, necesitan consejos que no han pedido. Nosotros no solemos darle problemas a nadie, por lo tanto no nos los traiga a nosotros, para solucionar lo que quiera que sea, que necesite arreglar.© Helena Arce para Informe Uruguay
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