M por Javier García

El lanzamiento del nuevo logotipo de la Intendencia de Montevideo ha dado para más de un comentario. Algunos se han referido a su estética, a opinar si para la no muy novedosa ni creativa "M" vale la pena tanta alharaca. Por aquello que sobre gustos no hay nada escrito dejemos que cada uno opine sobre si le agrada o no. La cuestión, para nosotros, no es si es lindo o espantoso, creativo o vulgar, sino si es necesario el gasto incurrido, y si el mismo se condice con la Intendencia que tenemos.

La comuna capitalina arrastra un déficit millonario en dólares. Esto es así a poco de asumir el Frente Amplio la misma, donde revirtió un superávit de 13 millones de dólares que encontró en caja, para transformarlo en un déficit acumulado que el Tribunal de Cuentas estima hoy en el entorno de 60 millones, a lo que se debe agregar obras comprometidas y no ejecutadas, así como un cúmulo de juicios en su contra que en su total suman cerca de U$S 140 millones, más los préstamos internacionales, básicamente del BID, para obras de saneamiento. En la campaña electoral denunciamos que el déficit era de 100 millones de dólares y desde la IMM nos dijeron que estábamos equivocados. En verdad nos habíamos quedados cortos ya que hoy el mismo supera ampliamente esta cifra.

También advertimos en aquel entonces que en la medida que la comuna no recortara drásticamente el gasto improductivo y superfluo, buscaría saldar esa deuda con aumentos de tributos. Y, lamentablemente, el pronóstico se va cumpliendo. A esta administración le falta voluntad o fuerza para terminar con los contratos políticos que soportan la estructura política del Frente Amplio y otros gastos absolutamente excesivos y también políticos en los centros comunales que de nada sirven así a la gente. Por ello la IMM recorre, por distintos caminos, un aumento tributario que va anunciando e implementando en etapas. La próxima será, anótelo, un aumento de contribución inmobiliaria mediante ajustes al catastro. Se lo dijimos al Intendente en su propio despacho al iniciarse este año, si no procede a recortar gastos la escalada impositiva será su camino, y también le anunciamos que nos opondríamos severamente a ella.

La ecuación, entonces, de una Intendencia deficitaria que recurre a aumentar su recaudación por tributos y la realización de campañas masivas para imponer un logotipo, no cierra. Sabemos que en el mejor de los casos la misma costará 40.000 dólares, aunque presumimos mayor, la pregunta es ¿qué derecho hay en utilizar así los dineros que son públicos, y provienen de lo que con sacrificio aportan los contribuyentes? ¿Alguien estará de acuerdo en que se utilice su plata para promocionar en costosos avisos la famosa M? ¿Hay sentido en que un servicio público, monopólico, que hasta tiene un canal de televisión, gaste en imponer un logotipo?

Con una ciudad que está cada vez más sucia, con enormes carencias en bacheo de calles, con problemas que no se enfrentan como el de los hurgadores, ¿es esencial gastar en campañas publicitarias?

Se dice que lo que hay atrás es la idea de que Ehrlich y el MPP rompan con la imagen de las administraciones pasadas, especialmente con las de Arana, yo me pregunto, ¿por qué los montevideanos tenemos que financiar las rencillas políticas internas del Frente Amplio?

Hablan de un Montevideo de "todos", pero lo administran como si fuera sólo de ellos.

"Con una ciudad cada vez más sucia, concarencias en bacheo de calles, con problemas como los hurgadores,¿es esencial gastar en campañas publicitarias?"