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Año III - Nº 146 - Uruguay, 02 de setiembre del 2005

 
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DESPUES DEL TEMPORAL SE VEN VARIAS GRIETAS.
Por Roberto Bogorja

El martes 23 de agosto el sur uruguayo recibió una de las más importantes tormentas climáticas de los últimos tiempos. No obstante a una semana después se produce la primera y más importante tormenta política.

Danilo Astori, actual ministro de Economía y Finazas, presentó renuncia a su cargo.

El porque está entre la realidad y la promesa. La realidad es el proyecto del presupuesto nacional que presento el Cr. Astori, la promesa es la que el Presidente Vázquez propuso en la campaña electoral de dar una serie de aumentos en la participación en dicho presupuesto, a distintos sectores, particularmente a la enseñanza (4.5% del PBI). Al ministro no le cerraban los números, ante la imposibilidad de sumar porcentajes prometidos, el total siempre debe ser cien, no se puede dar más de un cien por ciento de la cosa. Las cifras son limitadas. Vázquez insistió en su promesa, y Astori retocó el presupuesto y presentó su renuncia.

Felizmente primó la cordura y se logró una fórmula de acuerdo. Ese 4.5 % será progresivo y relacionado a la posibilidad de la evolución de las economía uruguaya.

El artífice de la salida, ha sido el Ministro Mújica, quien medió entre ambos. Luego de ese acuerdo sin dudas salió fortalecida la posición de Astori, en cuanto a que se vuelve a demostrar su imprescindibilidad como Ministro, y en especial como pieza clave en el proceso que llevó al gobierno a la fuerza de izquierda. ¿Por qué? Pues simplemente, quien ha ganado el gobierno es una conjunción de partidos y grupos políticos ubicados dentro de un súper lema llamado Frente Amplio y a su vez cobijados por de un paraguas mayor llamado Encuentro Progresista - Frente Amplio - Nueva Mayoría. Dentro de ese lema se encuentran elementos desde la izquierda tradicional y dogmática como lo es el Partido Comunista; la ultra izquierda en grupos como el 26 de marzo y otros; los ex guerrilleros y hoy políticos pacifistas como el MPP; una izquierda también dogmática pero más suave como es el Partido Socialista; otra izquierda más moderna como la liderada por el propio Astori, más de centrista; y unos grupos anodinos que se han sumado como los de Michelini o del propio Vicepresidente Nin.

No nos llamemos a engaños y nos rasguemos las vestiduras en defensa de discursos. La izquierda ganó por dos causas. La primera, presentó una propuesta volcada hacia el centro, con el fin de captar los votos del centro y algunos de la derecha moderada. La segunda, causada por los problemas propios de un mal gobierno colorado y de la falta de capacidad de los partidos tradicionales de mostrar una oferta más tentadora.

Las grietas comenzaron a verse mucho antes, en los primeros enfrentamientos entre Mújica y Astori, hoy felizmente superadas. Luego con los episodios de protagonismo asumidos por la Ministra Arismendi, con la administración del plan de emergencia y los episodios de la Colonia Berro; además de alguno de menor rango como el de los deudores del Banco República, que enfrentó al Senador Saravia con el Ministro Astori. Hoy enfrentamos esta, la cual felizmente para todos los Uruguayos, se pudo reparar.

Las que si no se pueden reparar son las de los errores de un gobierno que prometió más de lo que podía dar, que generó una gran expectativa y que no ha sabido colmar, y que no ha podido superar una crisis económica sino que por el contrario se ha empantanado y empantana aún más a la economía del país.

Quienes esperaban que con el nuevo gobierno se empezaran a resolver sus problemas, los más sumergidos, y en particular aquella clase media (otrora mayoritaria y reguladora de los movimientos sociales, que hoy a pasado a engrosar a la clase sumergida continuando en caída), también el pequeño comerciante o industrial, sólo ven que las economía se ha desacelerado. No han visto ninguna señal positiva y las esperanzas de ajustes por los posibles incrementos saláriales generados por los acuerdos logrados en los Consejos de Salarios, se esfumarán rápidamente ante la ola de aumentos que se plasmarán y los mayores aportes, impuestos y tarifas que habrá que enfrentar.

Como muestra basta un botón, dice el dicho. Y la noticia dice "A partir de la próxima medianoche subirá 3,5% el precio del boleto interdepartamental de corta, media y larga distancia. En el caso de los servicios suburbanos el aumento será de 3,9%. El último aumento del precio del combustible y el ajuste salarial que deben afrontar a partir del 1° de setiembre, son las principales causas de este incremento". Eso sí, aún no se han cobrado esos aumentos salariales, pues en la mayoría de los casos recién se están firmando los acuerdos y aún falta el decreto que los homologa.

Entonces si reflexionamos un poco, no deberíamos preguntarnos ¿en dónde está el cambio? .