DECLARACION
EL PARTIDO NACIONAL A LA CIUDADANIA
El Directorio del Partido Nacional, en circunstancias en que el país vive una nueva etapa en la consideración de la violación de derechos humanos en tiempos de la dictadura militar y en la tarea de consolidación de la reconciliación nacional, cree oportuno realizar un conjunto de apreciaciones para conocimiento de la ciudadanía.
Apreciaciones que realiza con su filosofía de siempre, con su visión histórica.. La de preservar la paz y tranquilidad pública y el fortalecimiento del Estado de Derecho, la de defender los Derechos Humanos en toda su dimensión pero también la de garantizarle a la Nación un futuro que el país ha venido conquistando en cada tiempo y en cada etapa, en todos los tiempos y en todas sus etapas.
El Partido Nacional, que nace a la vida política en defensa de las libertades públicas, jugó en todas las circunstancias y sin titubeos, un rol fundamental en la defensa de la democracia, de los derechos humanos y de las libertades todas.
Se plantó frontalmente contra la violencia de la guerrilla, cuestionó y ejerció oposición frente a los desbordes institucionales emanados de los jerarcas de turno, censuró duramente los comunicados de los mandos militares y en especial los denominados comunicados 4 y 7, y se constituyó "en el mas profundo e irreconciliable enemigo" del régimen que nacía en aquellas tristes horas.
Desarrolló una dura oposición a la dictadura siendo protagonista principal de decisiones populares que hoy forman parte de la mejor historia del país. El plebiscito del año 1980 en el que a pesar del riesgo de fraude que significaba el sólo hecho de someter a votación una reforma constitucional bajo una dictadura, significó un triunfo en las urnas que afianzó a las fuerzas opositoras. Los hitos históricos de 1982 cuando la elección interna de los partidos políticos, y de 1983 en ocasión del acto en el obelisco convocado bajo la proclama "Por un Uruguay sin exclusiones". Todos hechos que marcaron un camino de grandes encuentros populares para derrocar al régimen agonizante.
Lamentablemente ese camino de encuentro de las principales fuerzas políticas en la lucha contra la dictadura se frustró a partir de la instancia en que dichos partidos, con la única y honrosa excepción del Partido Nacional, decidieron dejar por el camino los compromisos asumidos en la proclama del Obelisco. En efecto, a través del Pacto del Club Naval del que el Partido Nacional no participó, se asumieron compromisos con los mandos militares de la época, y se acordó la convocatoria a elecciones nacionales en noviembre de 1984, con la exclusión, proscripción y prisión de Wilson Ferreira Aldunate.
A pesar de ello nuestro Partido concurrió a la instancia electoral de noviembre de 1984, aportando desde el comienzo a la reconciliación nacional.
Con el mismo espíritu, intentando consolidar las Instituciones, brindó generosamente sus votos en el Parlamento para un conjunto de leyes que buscaban crear un definitivo ánimo de pacificación: Ley de amnistía y libertad inmediata para todos los presos políticos, Ley de restitución de los funcionarios públicos, Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado. Esta última tras un largo debate interno, y con sectores que en el usufructo legítimo de su libertad de acción votaron en contra de la iniciativa.
Las decisiones políticas asumidas por las diferentes fuerzas políticas, así como las leyes aprobadas a partir del nuevo gobierno instalado en marzo de 1985, nacen entonces de la propia fragilidad con que se recupera la democracia en el país, como consecuencia de las recírpocas concesiones realizadas en el Club Naval, y de los duros y dolorosos años de la dictadura.
Desde el 1 de marzo de 1985 hasta hoy se han realizado diferentes aportes que han contribuido a la consolidación de la reconciliación nacional y de su democracia que la distingue. El gobierno del Partido Nacional no estuvo ajeno apegándose al estricto cumplimiento de la ley.
El Partido Nacional se ha mantenido fiel a sus principios básicos en respaldo a la vigencia de las leyes y del pronunciamiento popular. No tiene que enfrentar contradicciones ni tratar de explicar conductas políticas ambiguas. Lo que sostuvo ayer lo respalda ahora.
Inspirado en la responsabilidad, la serenidad de espíritu y la generosidad con la que nuestra colectividad política ha actuado en los momentos en que el país ha requerido de su aporte, reitera que se le va a encontrar como siempre del lado de las instituciones democráticas, vigilante en la defensa de la ley, la paz y la tranquilidad pública y apuntalando la definitiva reconciliación nacional, a cuyos efectos: