LA EXPANSION DEL TOTALITARISMO
Recopilación: Alvaro Kröger
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Este artículo examina algunos de los antecedentes, así como los principales fundamentos ideológicos y de pragmatismo político que subyacen en la nueva alianza cubano-venezolana, incluido el eje político continental que Castro y Chávez intentan consolidar ahora en América Latina, según los lineamientos de un "nuevo mapa estratégico" y el financiamiento básicamente proveniente de la llamada diplomacia del petróleo de Hugo Chávez. Se subrayan ciertas coincidencias con el caso cubano, presentes en los métodos y secuencia para el ascenso al poder por Hugo Chávez, aportando además elementos de juicio sobre las etapas más tempranas de la colaboración del régimen de Castro con el liderazgo del naciente Movimiento Revolucionario Bolivariano-MBR 200.
De manera particular, el estudio explora las múltiples dimensiones de la actual cooperación entre los regímenes de Venezuela y Cuba, develando sus reales fines políticos y efectos al interior de los respectivos países. Entre otros asuntos, se consideran distintas aristas de los acuerdos entre ambos gobiernos, especialmente los referidos al subsidio petrolero de Venezuela
a la Isla y algunos de los procedimientos empleados por los funcionarios de los dos regímenes para encubrir durante cierto tiempo ante la opinión pública, las verdaderas dimensiones de dichos suministros. En el mismo sentido, se exponen momentos de las conexiones del chavismo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba, pero sobre todo, con los servicios especiales del régimen castrista. El superobjetivo consiste aquí en compartir reflexiones sobre el papel de la presente injerencia cubana en Venezuela como factor en la "consolidación" del régimen chavista. Por último, se pasa revista a algunos de los componentes de la concertación en materia de política exterior entre Castro y Chávez, incluidos aquellos que estarían apuntando a un renovado proyecto de subversión continental.
1.- Hugo Chávez: Castrismo antes que Bolivarianismo
Debe reconocerse que como Fidel Castro, -su actual mentor político-, el presidente Hugo Chávez ha sido un ejemplo de
eclecticismo doctrinario y pragmatismo político. En medio de la inicial indefinición conceptual, mezcla de tendencias encontradas y base social heterogénea característica del Movimiento Revolucionario-MBR 200 y sus aliados políticos a mediados de los pasados 90, el primer "mito fundante" reivindicado por el "chavismo" parece haber sido, el postulado de que las fuerzas armadas deberían obviar los sistemas de representación política integrados por partidos políticos tradicionales considerados corruptos. En consecuencia, las fuerzas armadas deberían aliarse directamente con las masas. Aparentemente otra versión de pretorianismo castrense latinoamericano. Sin embargo, un cuidadoso examen de varios años de ejercicio del poder por Hugo Chávez permitirían conjeturar que el sentido originalmente atribuido a dicha concepción, podría estar mucho más cerca del castrismo que de Bolívar.
Algunas coincidencias con el caso cubano son notables incluso, en lo relativo a la secuencia para el ascenso al poder por Chávez. En primer lugar, el intento de tomar el mismo por la vía armada -en este caso desde las propias fuerzas armadas- para presuntamente después convocar la movilización popular. Esta habría sido su versión de asalto al Moncada, incluido el fracaso de la acción y la incrementada proyección política de su figura desde la cárcel. Con cierta sagacidad, (y probablemente abundante información de inteligencia) Castro habría captado la emergente lógica del "chavismo". Lo que en cierto modo explicaría el conocido recibimiento del teniente coronel recién amnistiado con nivel de jefe de Estado, en La Habana, en 1994. Algo que observadores ingenuos vieron entonces como un extraño capricho del Comandante cubano.
Parece posible suponer que cierta transferencia de información de inteligencia a Chávez de parte de Castro, sobre "enemigos" y actores internos de Venezuela, podría haber tenido lugar ya desde la fecha. El centro de inteligencia de la embajada cubana en Caracas bajo la coordinación de expertos como Carlos Eugenio Antelo Pérez, del Departamento América del Comité Central, (consejero político en dicha sede diplomática y quien fuera después removido del país a petición personal del presidente Caldera), colocó como su más alta prioridad el seguimiento y el contacto con Hugo Chávez y sus allegados.
Presumiblemente, esa interacción habría sido aun más persistente por todos los medios disponibles, cuando al pasar del tiempo, muchos de los que conspiraron con Chávez le retiraban el apoyo o se convertían en sus enemigos. Cuba había designado ya como embajador en Caracas a Germán Sánchez, considerado por La Habana como el funcionario más calificado del Departamento América. La relación de Castro con Chávez se habría consolidado definitivamente con el triunfo del ex teniente coronel en las elecciones de 1998 y cuando ya instalado en la presidencia, muchos empezaban a denunciar el manejo arbitrario del poder por el ex golpista y la desembozada corrupción de sus más cercanos colaboradores. Algunos de los ex guerrilleros y simpatizantes pro Castro que han venido arribando al círculo más íntimo del presidente, han sido justamente figuras de profundas relaciones con el mencionado Departamento de América y la inteligencia castrista. Entre estos, el propio vicepresidente Vicente Rangel y particularmente Alí Rodríguez, primero ministro de Energía y Minas, después presidente de PDVSA y finalmente cancillería.
2.- Confluencia Chávez/Castro
La confluencia entre Hugo Chávez y Fidel Castro, parece responder así a una combinación de motivos tanto ideológicos como políticos más pragmáticos. Los primeros fueron públicamente reafirmados por ambos gobernantes durante la conmemoración en Noviembre del 2004 del décimo aniversario de la primera visita de Chávez a la Isla. En esa ocasión, acompañado por varios de sus principales colaboradores civiles y de los altos mandos de las Fuerzas Armadas Nacionales-FAN, Chávez volvió a autoproclamarse un partidario del socialismo y declaró haberse inspirado en los discursos de Castro al crear dentro de las FAN desde la década de los 80, la facción clandestina que más tarde daría a conocer como el Movimiento Bolivariano Revolucionario-MBR 2004 Esta visita de Chávez a la Isla representó un parteaguas, cuando aprovechando la favorable coyuntura post referendo revocatorio, el presidente venezolano y Castro decidieran ir a una significativa ampliación de las relaciones bilaterales y la concertación política mutua en múltiples dimensiones económicas, políticas y estratégicas. Complementariamente, desde su ascenso al poder por la vía electoral, Chávez ha conjugado entre otros, tres efectivos recursos de poder; por una parte, el discurso político de la llamada Revolución Bolivariana, con programas neo populistas enfocados a la movilización de sectores bajos y marginales de la población. Chávez capitalizó así en su favor el sedimento de clientelismo político acumulado en dichos sectores de la sociedad venezolana en las últimas décadas. Ello le habría facilitado emplear procedimientos de "democracia plebiscitaria" como medio de "deconstrucción" del sistema democrático preexistente, ganar consecutivos plebiscitos, aprobar su propia constitución "bolivariana", dominar casi totalmente la nueva Cámara de Diputados como único órgano legislativo existente, designar a seguidores como magistrados de la Corte Suprema y al Procurador General de la República. Por otra parte, el uso de las FAN como medio de resolución de conflictos e institución de hecho preponderante en el cambiante sistema político, por encima del resto de los órganos del Estado y las agrupaciones políticas que apoyan al mismo presidente, incluido el Movimiento V República.
3.- Chávez tomó de Castro la idea de los círculos bolivarianos
Asimismo, Chávez habría retomado del castrismo la idea de los círculos bolivarianos, una institución para- militar aparentemente inspirada en los llamados Comités de Defensa de la Revolución. En tercer lugar, coincidiendo con la experiencia cubana, desde el inicio Chávez ha empleado un discurso político cargado de elementos de nacionalismo y "antiimperialismo" que cada vez más se ha orientado a tratar de identificar a los Estados Unidos como principal peligro externo y supuesto "enemigo" nacional. Un útil recurso tanto para la radicalización del proyecto chavista, como para "identificar" a sus opositores como "enemigos de la nación".
Paradójicamente, las divergencias y fracturas ideológicas al interior de las FAN parecen haber desempeñado un papel decisivo cuando bajo la presión del masivo movimiento opositor, una fracción castrense propiciara la renuncia del presidente en Abril del 2002. Mientras, otros mandos militares lo restituyeron en el cargo 48 horas después. Como ha trascendido, más allá de algunas exigencias y arreglos, (como por ejemplo, que a tenor con las reglas para oficiales en retiro, el presidente no continuara usando uniforme militar en público), el control sobre las FAN y sus principales mandos por parte del presidente Chávez, se habría incrementado de forma gradual en el período ulterior. Lo antes dicho explicaría en gran medida la creciente capacidad represiva del régimen sobre la oposición política, la sociedad civil y los medios de difusión a lo largo del 2003. Así mismo, la continuación de una política de desmantelamiento del aparato estatal por medio de la implementación de entes paraestatales que parecieran inspirarse más bien en el modelo de sustitución de importaciones de más de cuatro décadas atrás, así como de otras estrategias para la re-configuración del diseño institucional del Estado que según expertos, pudieran haberse re-copiado de la experiencia fujimorista en Perú. Quedaría pendiente aun de descifrar pasadas relaciones de allegados de Hugo Chávez o del presidente mismo con servicios especiales peruanos, con cuyo ex jefe de inteligencia, Vladimiro Montesinos hubo al parecer, una intensa y oscura interacción durante cierto tiempo. Del mismo modo, el control creciente sobre las FAN, el órgano legislativo y las instituciones judiciales habrían facilitado al presidente recurrir a maniobras dilatorias, entre estas, el desconocimiento de millones de firmas pro referendo revocatorio recogidas por la oposición o la militarización de PDVSA en el mismo año 2003. Como es sabido, todo eso no habría bastado para impedir la aguda polarización política y la convocatoria del referendo revocatorio en Agosto del 2004. Pero el control de Chávez sobre los mandos militares se habría consolidado con la "relegitimación" obtenida mediante la pretendida victoria en el mismo. En resumen, en Venezuela existiría ahora un régimen populista, no basado ya en coaliciones, la conciliación de intereses ni una participación política mas o menos moderada, sino sobre la posesión de abundantes recursos procedentes del ingreso petrolero y el uso "discrecional" de los mismos por el presidente, donde a las fuerzas armadas les corresponde el papel fundamental en el mantenimiento de las condiciones políticas, económicas, jurídicas y sociales establecidas por el nuevo régimen. En el primer trimestre del 2005, el gobierno de Hugo Chávez ha ido hacia una decidida escalada de sus tensiones con los Estados Unidos, incluidos entre otros, las denuncias de un supuesto magnicidio "descubierto" por el propio Castro, que se estaría preparando desde Washington contra el presidente venezolano; las controvertidas amenazas de una posible suspensión del suministro de petróleo a Estados Unidos y de la venta de CITGO; el publicitado malestar por recientes maniobras militares de medios militares norteamericanos en el vecino Curazao; los insultos contenidos en varios de los últimos discursos de Chávez contra el propio presidente norteamericano y su secretaria de Estado Condoleeza Rice; la continuación del refuerzo de la alianza con Cuba, incluidas acciones anti- ALCA y de desestabilización continental; además del agresivo acercamiento hacia naciones consideradas enemigas de Estados Unidos como Irán. Según declaraciones recientes de disímiles voceros, funcionarios gubernamentales y jefes militares norteamericanos, finalmente Hugo Chávez habría conseguido ser tomado en cuenta, como amenaza digna de atención y seguimiento en la presente agenda de la Administración Bush. En las anteriores circunstancias, las prioridades internas del gobierno de Hugo Chávez parecen ser, aumentar el control personal del presidente sobre las fuerzas armadas y prácticamente concentrar en el ejecutivo el mando directo sobre efectivos militares de gran potencial represivo. A mediados de marzo del 2005, se prepara la adición de artículos a la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional a ser discutida en plenaria en abril próximo. Según estos nuevos contenidos de la Ley, los reservistas del país, calculados en unos cien mil, no dependerían más del Ministerio de la Defensa sino de las gobernaciones y del mismo presidente de la República. De hecho, se estaría reforzando el control en el nivel subnacional, pasando a los gobernadores el rol de virtuales jefes militares subordinados al presidente de la República. Al proyecto de Ley de la FAN se incorporaría además todo lo relacionado con la "nueva doctrina militar" "antiimperialista" en las FAN. Ciertamente, el gobierno de Hugo Chávez ha estado operando una depuración de los mandos castrenses y para ello ha alterado incluso los patrones de rotación y promoción militar. Chávez ha procedido a lanzar una "nueva doctrina militar" antiimperialista y ha reemplazado el anterior uniforme de las mismas, por otro, ostensiblemente parecido al empleado por las FAR de Cuba. Según sus propias palabras la "desviación ideológica y el espíritu entreguista alienante que existió en los altos mandos del país, llevó poco a poco al Ejército a asumir un uniforme que no era el propio'', considerando el uniforme en uso parte del pasado de "dominación imperialista". Lo anterior ha venido acompañado de mutaciones en el pensamiento militar y un nuevo manual de preparación de oficiales y soldados, donde el superobjetivo a conseguir sería, según expertos, tratar de lograr la completa transformación de las FAN al estilo cubano, como instrumento incondicional al servicio del proyecto chavista.
A su vez, el gobierno de Chávez se ha embarcado en una multimillonaria compra de armas, básicamente de procedencia rusa, lo que más allá de funcionar como presión adicional sobre la vecina Colombia, pudiera ser un paso para facilitar la dimensión militar de la alianza con Cuba. Una movida de doble pista: por una parte, el asesoramiento de oficiales procedentes de la Isla, como empezaría a suceder ya según reportes, con el entrenamiento de pilotos y por otra parte, la probable triangulación de suministros militares y repuestos con vistas a reabastecer a las urgidas FAR de Cuba. Por distintas vías se ha intensificado el intercambio entre jefes superiores de las FAR y de las FAN en los últimos años. No obstante, no podría afirmarse aun que Chávez haya alcanzado un control total sobre las fuerzas armadas de su propio país. A diferencia del caso cubano, Chávez ha tenido que contar con fuerzas armadas heredadas del régimen precedente, a las que él mismo perteneciera. En lo que va del 2005, en medios no oficiales y en la sociedad civil venezolana se ha estado especulando sobre inquietudes y hasta "deliberación" de parte de oficiales no identificados, acerca de temas que van desde los inconvenientes para el futuro de la economía venezolana (y para colocar su petróleo de más baja calidad) si se produjera la pérdida del mercado petrolero estadounidense, de concretarse la venta de CITGO. Un tema que ha introducido una nueva controversia al interior de la sociedad civil venezolana y la oposición política. Se ha estado hablando de disgustos entre elementos castrenses por el nuevo encauzamiento legal de parte del procurador general de la nación, de oficiales involucrados en las acciones de Abril del 2002 cuyas causas habían sido sobreseídas, así como rumores al interior de las FAN de que las quemaduras graves sufridas por dos soldados en Marzo del presente año, tuvieran que ver realmente con métodos de tortura sin precedentes, puestos en práctica por los mandos chavistas para imponer disciplina y obediencia al interior de la institución. Casi coincidentemente, en el mismo mes de Marzo, repentinas movilizaciones de tropas y medios en una base cercana, desencadenaron rumores de la población de la ciudad de Maracay que requirieron aclaraciones del Ministro de la Defensa Jorge Luis García Carneiro. Sin embargo, en otro momento, el Comandante General del Ejercito Raúl Isaías Baduel, afirmó no descartar que existan "personas extrañas" a las fuerzas armadas, "que pretenden generar alguna situación de confusión en el seno de la institución para utilizar alguna porción o segmento de la FAN en contra de los intereses de la nación". Mientras, Hugo Chávez intenta conducir el país hacia un "modelo propio" según su retórica, pero en la práctica de inspiración cubana y liderar un proyecto continental de "emancipación". A su vez, la insistencia de la propaganda chavista en el tema de la supuesta agresión norteamericana y atentados desde Estados Unidos contra el presidente, así como la disposición de Venezuela de "repeler y responder a cualquier ataque del gobierno de Bush" permitiría justificar el reforzamiento de medios y fuerzas bajo el mando directo del presidente venezolano y el ingreso al país de asesores militares cubanos expertos en el área de "seguridad", según lo trascendido más recientemente de fuentes de la sociedad civil venezolana.
4.- Algunos beneficios de la alianza
cubano - venezolana para el régimen castrista
La decisión cubana de bautizar el año 2005 como "Año de la Alternativa Bolivariana para las Américas", no debe verse como un simple gesto de simpatía política. La propia supervivencia del régimen castrista y de su economía, ha dependido del suministro de 53 000 barriles diarios de petróleo acordado con el gobierno de Hugo Chávez mediante el Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela, suscrito en fecha 30 de octubre del año 2000. Ello ayudaría a explicar a su vez, el directo involucramiento del gobierno de Castro, de su embajada, de sus servicios de inteligencia y de sus medios de difusión, en el esfuerzo por restablecer a Hugo Chávez en el poder en Abril del 2002, así como el reportado "alivio" de la cúpula castrista
por los "resultados" del referendo revocatorio de Agosto del 2004.
Sin embargo, estudios independientes han probado que en su mayor parte, el abastecimiento de petróleo venezolano a la Isla ha venido funcionando como subsidio no pagado, a pesar de esporádicas alusiones a algunos desembolsos monetarios de parte de Cuba o la pantalla pública acordada entre ambos gobernantes acerca de la presunta compensación parcial mediante personal de salud, entrenadores deportivos y maestros cubanos enviados a Venezuela para formar parte de las "misiones" del gobierno chavista; o la atención "gratuita" de algunos ciudadanos venezolanos en hospitales de la Isla. Aun más, según otros cálculos y desgloses para alcanzar estimados más realistas, el suministro de crudo venezolano a la Isla habría escalado a no menos de entre 70 y 80 000 barriles diarios, a partir de la fase más aguda de la crisis de generación eléctrica en la Isla del 2004.
El análisis de las fuentes independientes permitiría concluir, que el gobierno venezolano y los directivos de PDVSA han estado manipulando la información pública para tratar de solapar la dinámica y reales cantidades de suministro de crudo a Cuba desde antes y sobre todo, después de la mencionada coyuntura. Como se conoce, a finales de ese mes de Septiembre del 2004, coincidiendo con el clímax de la crisis de generación de energía eléctrica en Cuba, el Ministro de Energía y Minas de Venezuela, encabezó una "misión" a la Isla, con el propósito de "fortalecer" la cooperación binacional. Según reportaba EFE el 26 de Setiembre, Cuba y Venezuela habían acabado de aprobar 116 nuevos proyectos de cooperación en quince sectores como resultado de la V Reunión de la Comisión Mixta entre ambos países, realizada con la asistencia del presidente cubano, Fidel Castro. Se comentaba además, que la reunión había revisado el programa de colaboración vigente entre La Habana y Caracas y que en la misma se acordaron los proyectos para el 2005. La reunión fue inaugurada por el vicepresidente cubano, Carlos Lage y el embajador venezolano en la Isla, Adán Chávez, hermano del presidente venezolano. En la noticia se reiteraba que, "según el Convenio Integral de Cooperación, Venezuela vende a Cuba unos 53.000 barriles de petróleo diarios a precios preferenciales y miles de profesionales y técnicos cubanos de la salud, deportes y educación colaboran en Venezuela".16 Las delegaciones encargadas de las negociaciones estuvieron encabezadas por la ministra cubana para la Inversión Extranjera y la Colaboración, Marta Lomas, y el mencionado titular de Energía y Minas de Venezuela, Rafael Ramírez. En parte de EFE del 29 de Septiembre, se agregaba que el coordinador del Convenio Venezuela-Cuba, Ammar Jabour, había manifestado su satisfacción por los logros obtenidos en la reunión y había informado oficialmente que los delegados de ambas naciones habían diseñado y aprobado, el programa de trabajo para el 2005. Luego, una revisión del acuerdo energético nunca fue mencionada públicamente. Sin embargo, coincidentemente, fuentes de PDVSA citadas tanto en Caracas como en México DF, hablaban de un incremento reciente de 330 mil barriles diarios. Y con ello, el total llegaba a diferir en 100 mil, respecto de lo que registraba la OPEP para Venezuela. En resumen, pareciera que los funcionarios venezolanos y cubanos se hubieran puesto de acuerdo para evitar que las modificaciones posibles en el rubro del intercambio petrolero, fuesen filtradas o fácilmente calculadas por terceros. En la misma reunión bilateral antes mencionada, se reportaba que el intercambio de Venezuela con Cuba había ascendido a unos 1.000 millones de dólares en el 2003, según dichas fuentes oficiales, pero no se aclaraba cuánto de ese monto en divisas había correspondido al petróleo. Sólo mantenían el ya mencionado supuesto de los 53 000 barriles diarios. Solamente para añadir otro de los posibles ejemplos en el sentido de que ambos gobiernos han estado recurriendo a procedimientos para tratar de "proteger" la información real sobre cantidades y valores del intercambio petrolero bilateral, desde antes de la coyuntura de Setiembre del 2004, puede verse que en el rubro de exportaciones petroleras venezolanas 2003-2004, reportadas por el Instituto Nacional de Estadística de Venezuela, Cuba pareciera estar incluida bajo la categoría de "Otros". Por consiguiente, de limitarnos a los datos de las exportaciones generales de Venezuela del Instituto mencionado, no se podría desglosar con exactitud, cuánto petróleo pudiera realmente haber estado recibiendo Cuba desde ese país. En resumen, se han hecho indispensables los estudios basados en cálculos indirectos, los que han permitido concluir el ya mencionado aumento de las exportaciones petroleras a la Isla en los últimos meses. Otras fuentes confirman la circunstancia de que en el mismo período se habría producido un aumento general de las exportaciones venezolanas de crudo, sin que ese país hubiera dado cuenta transparente de las razones para ello. La prensa daba cuenta del comunicado de PDSVA sobre un alza reciente de sus exportaciones petroleras. Los estudios independientes antes mencionados, han concluido que Cuba estaría vendiendo en el mercado mundial una parte del petróleo recibido desde Venezuela, como recurso para la obtención de ingresos en divisas que algunos estiman en cifras que bordean los 1000 millones de dólares anuales. De acuerdo con especialistas, después de cinco años de acuerdo, la deuda cubana por la factura petrolera superaría los 2 500 millones de dólares. En síntesis, el gobierno chavista se habría convertido así en el sucedáneo del anterior subsidio petrolero soviético a la Isla. Semejante soporte económico habría permitido a Castro completar el ulterior endurecimiento del régimen, que ha incluido retroceder a viejas políticas de control totalitario en materia de economía como parte del modelo de la "batalla de ideas", con mayor intensidad a partir desde el último trimestre del 2004. El hecho cierto es que los experimentos de autonomización de empresas económicas y cierta liberalización económica de la anterior década fueron parcialmente revertidos durante el 2004. Esto fue sobre todo resultado de la llamada reestructuración y ordenamiento del sector del turismo, la denominada desdolarización" de la economía, la sensible reducción de las empresas que operan en divisas, las presiones y los recortes del sector de "cuentapropistas", entre otros elementos. Sin el decisivo abastecimiento venezolano, semejantes escenarios internos serían un contrasentido, habida cuenta del colapso de las plantas de generación eléctrica, la severa sequía, los enormes recortes en la industria azucarera, los efectos de la temporada de huracanes y la disminución de las remesas familiares a la Isla como derivado de las nuevas medidas de la Administración Bush, por solamente mencionar algunos actores en el mismo año 2004. Junto a la "contrarreforma" asociada al modelo de la "batalla de ideas" y simbolizada en el orden político por un reciente Congreso de la UJC y el ejercicio militar "Bastión 2004", el triunfalismo ha regresado a la retórica de los funcionarios del régimen y del propio Castro sobre el futuro de la economía cubana y sus "programas" sociales. Las expectativas castristas se apoyan en conocidos acuerdos de inversiones en la minería, básicamente níquel, la biotecnología y otros sectores con China y con la compañía canadiense Sherrit, así como los acuerdos en materia de exploración y explotación petrolífera alcanzados con Repsol de España, con China y otras compañías extranjeras. Pero sobre todo, los recientes acuerdos con Venezuela, que entre múltiples áreas, incluyen un "programa de abastecimiento de combustible para 2005", que junto a la producción local, según nota oficial del régimen de La Habana, "asegurará los suministros indispensables".
Principalmente, el lanzamiento de la llamada Alternativa Bolivariana para las Américas- ALBA, en la Habana, en Diciembre del 2004, ha representado la culminación de una alianza estratégica entre dos caudillos. En su breve preámbulo se hace hincapié en que este acuerdo es posible gracias a la supuesta victoria de Chávez en el referendo revocatorio. Se trata de un convenio oscuro, con términos frecuentemente que proporcionan una "sombrilla legal" al acelerado acercamiento entre los gobiernos de Chávez y Fidel Castro y a su "ayuda recíproca".Entre otros términos del acuerdo se enlistan, el levantamiento de aranceles y tarifas impositivas, el acceso al 100% de la propiedad de las inversiones en Cuba de parte de los inversionistas estatales venezolanos, las facilidades a barcos de bandera venezolana en puertos cubanos. Pero sobresale el tema de los "cielos abiertos" al haberle otorgado a las líneas aéreas de Venezuela las mismas facilidades y licencias que a las nacionales, incluyendo la operación de pasajeros dentro de la Isla. Desde hace varios años, líneas aéreas de países de la Comunidad del Caribe- CARICOM como Air Jamaica habían realizado solicitudes para recibir un trato similar, a cambio de resolver las necesidades de aeronaves de parte de los cubanos; incluso para cubrir vuelos nacionales. Sin embargo, esas concesiones nunca fueron hechas, a partir de criterios de protección de la soberanía y del espacio propio de CUBANA de Aviación, así como de otras posibles compañías cubanas. La excepción había sido exclusivamente la limitada concesión años atrás al conglomerado TACA, basado en San Salvador, para realizar servicios de trasporte de turistas extranjeros en aviones ligeros (avionetas) a algunos destinos del país, como complemento de sus vuelos internacionales a la Isla. Como quiera, por su magnitud, en cualquier otro país, semejante acuerdo sería inaceptable, por su carácter lesivo de los intereses de las compañías nacionales, pues como es sabido, generalmente los gobiernos tratan de evitar conceder licencias a compañías foráneas para servicios de transporte de pasajeros en el nivel doméstico. En cualquier caso, la asistencia venezolana en materia energética constituye la pieza decisiva para asegurarle a Cuba el acceso a las divisas externas, "su principal debilidad" y al menos, permitir un modesto crecimiento de 3% estimado por The Economist Intelligence Unit para la economía isleña en el 2005. Le ha asegurado a Castro la indispensable estabilidad para reforzar políticas represivas encaminadas a disuadir a críticos internos y tratar de aislar a los principales líderes de la oposición democrática y pacífica. Todo ello cuando por discreta que sea, aumenta la visibilidad de esos líderes y de otros disidentes y opositores, como los integrantes del grupo de los "75" y las "Damas de Blanco". Pero sobre todo, cuando el descontento crece en flecha en todos los sectores sociales. Le permite igualmente a Castro atenuar los efectos del recorte de las remesas a la Isla como resultado de las mencionadas medidas estadounidenses y negociar más holgadamente con otros interlocutores internacionales, en primer lugar europeos. Nada parco en lo tocante a la "siembra de ilusiones y sueños", en sus más recientes intervenciones del mes de marzo del 2005, Castro ha dedicado toda su atención a la distribución de un programa de ollas de presión y ollas arroceras a la población, junto a promesas de probables ventas futuras de estufas eléctricas. El superobjetivo de esta nueva "campaña de la batalla de ideas" es reforzar el supuesto de que se estarían superando ya los momentos más críticos del "período especial". En dichas intervenciones, Castro ha insistido en que finalmente el país no volverá a tener escasez de generación eléctrica, así como que todo ello habría respondido a "milagros" de la Revolución. Castro invocó en diversas ocasiones el nombre del presidente Chávez, señalando que el mismo mantenía un detallado seguimiento de la situación cubana, mientras mencionaba la estrecha coordinación y excepcional apoyo mutuo existente entre ambos. Finalmente, por distintos indicios, no solamente las FAR se estarían beneficiando de relaciones privilegiadas con Venezuela y acuerdos no transparentes y no divulgados públicamente. Al parecer, las labores de asesoramiento de inteligencia y en otros terrenos al gobierno de Venezuela de parte del MININT, han dado lugar a generosas compensaciones del gobierno chavista "por debajo". Ello habría llevado a que en Cuba se esté permitiendo un aumento del presupuesto y los recursos disponibles para costear las operaciones del organismo dentro de la propia Isla. En este contexto viene teniendo lugar una ampliación de los efectivos de la policía y orden interior. El ejemplo más reciente se produjo a principios de Marzo del 2005, con la graduación de más de 200 alumnos del primer curso de formación de agentes de orden público de la Escuela Básica de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Efectivos destinados a reforzar básicamente unidades de patrulla y tránsito, pero sobre todo, la vigilancia y el patrullaje de los centros urbanos y la Ciudad de La Habana.
La injerencia cubana en Venezuela como factor en la consolidación" del régimen chavista y la construcción de un nuevo eje político continental. (La frutilla en la torta).
En los últimos años, el régimen de Castro ha enviado a Venezuela más de 20 000 colaboradores "internacionalistas", para contribuir en la instrumentación de políticas populistas del gobierno de este país en los sectores de salud, Educación y otros, sobre todo mediante las llamadas "misiones", como "Barrio Adentro", "Robinson", "Sucre", Ribas, Comando "Maisanta", entre otras. Como regla, los colaboradores cubanos han sido escogidos con el propósito de cumplir roles de influencia política sobre amplios sectores de la población y las instituciones de venezolanas. Entre varios ejemplos posibles de citar estarían denuncias recientes sobre reformas de inspiración "bolivariana", que realmente llevarían a politizar el sector de Educación según los patrones castristas, incluida la concepción acerca del "trabajo social" de los "educandos" como método de socialización "revolucionaria" de los escolares y la intervención de las universidades, reservando al Ministerio de Educación Superior las facultades que en cuanto a creación y eliminación de carreras, así como contenidos curriculares, corresponde legalmente a la Oficina de Planificación del Sector Universitario y al Consejo Nacional Universitario. Adicionalmente se reporta que al parecer, una reforma al Código civil intentaría establecer una especie de patria potestad "compartida" entre los padres y el Estado.
Sin embargo, las elevadas tasas de "deserción" entre los colaboradores cubanos, particularmente del área de la salud, habrían estado entre las causas probables del Convenio Cuba- Venezuela sobre Asistencia Jurídica en Materia Penal, dado a conocer en el mes de Diciembre del 2004, pero que según indicios, había sido concertado desde mucho antes. Dicho Convenio permite a Cuba y Venezuela procesar a cualquier ciudadano de ambas naciones así se encuentre en uno u otro territorio y designa a los ministros de Justicia de ambos países como las autoridades centrales para decidir sobre solicitudes de investigación y enjuiciamiento de delitos. Simplemente, el Convenio ha extendido la represión castrista directa al territorio venezolano. No obstante, probablemente el ángulo más estratégico de la colaboración cubana haya sido el asesoramiento en materia de inteligencia y desarrollo de mecanismos de control de la población al interior del territorio nacional de Venezuela, incluida la "Misión Identidad" para la cedulación de nuevos ciudadanos por la Oficina Nacional de Identidad y Extranjería-ONIDEX. En algún momento pudo trascender que desde el mes de octubre del año 2003, el Ministerio del Interior y Justicia de Venezuela había decidido crear una institución paralela, conformada por jóvenes entrenados en Cuba, denominada Frente Francisco de Miranda, la cual sustituyó en el nivel nacional a personal acreditado en la ONIDEX en la expedición de cédulas.
No obstante, la concertación cubano -venezolana ha sido particularmente notable en materia de política exterior y proyección continental, al confluir la "diplomacia petrolera" de Hugo Chávez con el asesoramiento de la inteligencia castrista en la infiltración y desestabilización de países de la región. Castro ha trasladado a su embajada en Caracas a un equipo con expertos en planes de penetración y desestabilización con figuras como Felipe Gil Chamizo, Consejero Político de Cuba en Venezuela, considerado uno de los más importantes analistas del Dpto. América; ampliamente vinculado a toda la izquierda latinoamericana, las organizaciones del Foro de Sao Paulo y el Foro Social Mundial. Los conflictos recientes por acciones injerencistas de Hugo Chávez en Colombia, sobre todo con las FARC y en Bolivia, en apoyo de Evo Morales, son bastantes conocidos. Pero en las últimas semanas ha venido trascendiendo cada vez más información sobre la penetración de redes "chavistas" en México (Red de Amigos de Venezuela en México) y América del Norte.28Adicionalmente, la intensa campaña anti-ALCA y por crear un polo alternativo de integración regional mediante la "ALBA", constituyen parte de las obsesiones de dos líderes mesiánicos con la pretensión de lograr una nueva alianza estratégica o eje La Habana-Caracas, que recuerda los proyectos castristas antiamericanos de los 60.29Así, a principios de año, Chávez proclamaba en Porto Alegre que el retraso de la puesta en marcha del ALCA era "una victoria de los pueblos". En esta ecuación, uno de los "beneficios" de Chávez habría sido ubicarse como sucesor de Castro al frente del "nuevo eje continental" de la izquierda radical. Paralelamente, Castro y Chávez concertan cada vez más sus acciones en el terreno de las relaciones interestatales con otros países de la región, para como parte del "nuevo mapa estratégico", crear un bloque intergubernamental con la izquierda más moderada que se ha ubicado en el poder en Brasil, Argentina y Uruguay; con variadas perspectivas según los casos, de ampliarse a Bolivia, Ecuador y hasta eventualmente México, en el corto plazo. Así mismo han incrementado su incidencia en esquemas como el Mercado Común del Sur-MERCOSUR, -donde Cuba intenta alcanzar una membresía- y la Comunidad Andina. Chávez se ha concentrado en promover y parcialmente subsidiar proyectos intergubernamentales como Telesur y la recientemente creada Comunidad Sudamericana de Naciones con el denominado Polo Energético Sudamericano. Precisamente, para el logro de este último, el control sobre el gas boliviano deviene particular interés de la alianza cubano-venezolana. Paradójicamente, mientras en su retórica Hugo Chávez habla de integración "Sur-Sur", en la práctica, su política exterior privilegia la ampliación de nexos con Rusia, China y potencias europeas como Francia. Por último cabría brevemente mencionar las recientes movidas del gobierno de Hugo Chávez con relación a controvertidos vínculos con países calificados como enemigos de Estados Unidos como Irán. Las declaraciones en Venezuela del presidente iraní en ocasión de su reciente visita a la nación sudamericana, en favor de su programa nuclear y contra el gobierno norteamericano, equivalen para este último, como si hubieran traído el "enemigo a casa". Semejantes acciones, junto al encendido discurso antiamericano enarbolado por Chávez, han contribuido a la extrema tensión que manifiestan en este momento las relaciones bilaterales entre Venezuela y la administración estadounidense. En semejante escenario no menos extraña pareciera ser la supuesta promoción por Hugo Chávez de una reunión cumbre de la recién constituida Sociedad Sudamericana de Naciones con la Liga Árabe, como parte de un incierto rumbo de política exterior en el que quedaría aun pendiente de ver cuáles serían los involucramientos o al menos, las implicaciones para el régimen de Fidel Castro en La Habana.
Entretanto, el castrismo parece haber sido desde los inicios una de las principales inspiraciones de Hugo Chávez y un privilegiado referente de política no democrática en lo que va de su mandato presidencial, pero lo que es aun más lamentable, el castrismo parece esencialmente anunciarse como el destino final del proyecto "bolivariano" de Venezuela.