El rol de la mujer en el nuevo Iraq
* Danny Luque
Renuentes y entre dientes las grandes cadenas noticiosas nos informan que los líderes políticos iraquíes han conformado un borrador de lo que será la "Carta Magna" del nuevo Iraq. La mayoría Chiíta y los Kurdos le han dado el visto bueno, los Sunies, que conforman casi el 20 % de la población se hacen rogar, poniendo piedras en el camino, con la única intención de obtener más derechos y beneficios bajo la nueva constitución. Suena lógico que así suceda si tenemos en cuenta que los Sunnies eran los únicos favorecidos bajo el régimen despótico de Saddan Hussein, hay muchos nostálgicos que aún añoran los "viejos tiempos" en los que, irónicamente, siendo minoría tenían más derechos y privilegios que el 80 % de la población.
De los Kurdos, ni hablar, estoy casi convencido que muchos de ellos piensan que todo esto es un sueño del que algún día tendrán que despertar. Fueron los que más sufrieron bajo el régimen dictatorial del "carnicero de Bagdad", en Mayo se cumplieron 15 años de la matanza de 5.000 kurdos mediante gases letales que Hussein usó contra ellos. Otros miles murieron a través de los 30 y tantos años que duró la dictadura.
Igual suerte corrieron los Chiítas bajo su mandato, las historias de vejaciones, juicios sumariales, asesinatos a sangre fría y todo tipo de abusos cometidos por Saddan, sus hijos y su sequiíto saldrán a relucir en los próximos meses en los cuales se llevará a cabo el juicio a ex-mandamás iraquí.
Hoy día la realidad en este antiquísimo país es diferente, a pesar de que los grandes titulares no han cesado de verter historias bañadas de sangre, bombas, muerte de civiles y militares, secuestros, matanzas y de la gran inseguridad que reina en los alrededores de Bagdad, hay otra historia que por lo general no se cuenta. Y parte de esa historia es el hecho histórico de que alrededor de una mesa, y no de un campo de batalla, se está decidiendo el futuro de esta otrora gran nación.
Esa es la realidad de este nuevo país, y dentro de esa realidad es esencial que la mujer tenga un papel protagónico en la vida política y social del nuevo Iraq.
"Ningún hombre se puede proclamar totalmente libre en una sociedad que niega las libertades de la mujer".
A través de la historia, la mujer ha sido la columna vertebral de la familia y por ende de la sociedad.
En las actuales sociedades occidentales mientras el hombre ha mermado su aporte diario en lo que respecta a trabajo físico, la mujer ha debido multiplicarse para cubrir las necesidades básicas del hogar. Desde ama de casa a mujer empresaria, o inmersa en la vida cultural y política, su aporte es sin duda invalorable.
Lamentablemente e inexplicablemente en los albores del siglo XXI, aún hay sociedades en varias partes del mundo que oprimen y castran los derechos básicos de la mujer. Uno de esos lugares es el Medio Oriente, por lo que es imperativo que la nueva constitución iraquí que será sometida a referéndum el próximo 15 de Octubre, especifique, proteja y aliente la participación de las mujeres en las esferas política, social y religiosa del nuevo Iraq.
Observamos con perplejidad y un tanto atónitos el casi nulo apoyo de las más importantes entidades feministas de América y Europa a este crucial momento en el que millones de mujeres, representadas por sus pares iraquíes se están jugando su futuro, ya sea convirtiéndose en ciudadanas de primera o a seguir condenadas a un papel secundario e irrelevante , o lo que es peor, un mero instrumento sexual al servicio de los hombres, sin voz ni voto.
Seguramente a los poderosos grupos feministas no les importa, o simplemente no tienen suficientes agallas para respaldar a sus pares del Medio Oriente. Estos grupos feministas no comen vidrio y gustan de protestar en las bellas y seguras ciudades occidentales en donde realizan sus mejores actuaciones, ya que con un poquito de "suerte" pueden salir demandando al gobierno de turno y de paso llevarse unos dólares de arriba, que nunca están de más. El ausentismo de estos grupos es vergonzoso, ya que el apoyo moral que se les está negando a la mujer en este proceso histórico, es vital, un gran espaldarazo, con un claro y elocuente mensaje sería de ENORME beneficio.
Sabemos y somos concientes de lo mucho que lucharon décadas atrás, por ser parte de la vida cívica de los Estados Unidos y por otros grandes logros que conquistaron a través de los años, pero la enorme diferencia radica en que ser activista en este país es rentable y poco peligroso, TODOS los activistas están amparados bajo la constitución, mientras que en Iraq y otras partes del Medio Oriente "marchan" al ritmo de la cimitarra.
De cualquier forma, como en todos los ámbitos de la vida, existen honrosas excepciones que, por supuesto, son los menos, personas que dedican su tiempo, su esfuerzo y a veces hasta sus vidas por preciados ideales.
Vemos con consternación el trato que a diario reciben las mujeres en partes de África, podemos hablar sin temor a equivocarnos de "esclavitud en pleno siglo XXI", crueles genocidios en muchas partes del continente africano que pasan desapercibidos para la mayoría de los habitantes de este planeta.
Solamente les prestamos atención cuando otro país decide meter sus "narices", sobretodo si el país "invasor" se auto-denomina democrático, allí si comienzan a brotar ríos de tinta, describiendo "la deplorable injerencia extranjera" en tierras ajenas.
Eso se llama: Hipocresía, a secas.
El caso de Iraq es un vivo ejemplo, por DECADAS, nos importó (me incluyo) un bledo los miles de fosas comunes que existían a lo largo y a lo ancho del país, las matanzas con armas químicas (si, leyó bien: armas químicas) las andanzas de los hijos de Saddan, violando mujeres a piaccere (existen historias brutales al respecto) y todos los aberrantes tropelías que el ex-régimen dictatorial cometió contra sus habitantes y vecinos. Nadie dijo esta boca es mía, hasta Marzo del 2003, de ahí para adelante los titulares nos describen con lujo de detalles cuantos muertes y heridos van sumando, a las grandes cadenas noticiosas y los aprendices de periodistas no se les escapa ni los "engripados" ni los con ataques de "diarrea", TODO se contabiliza, los iraquíes existen........ahora.
Pero eso es otra historia, desde esta tribuna he intentado siempre buscar el lado positivo de una invasión que ha mantenido al mundo y a los Estados Unidos polarizado. Seguramente el tiempo podrá ser más objetivo y nos brindará una opinión menos politizada y más certera sobre los pros y el contra de la primera guerra del siglo XXI.
La vida de los casi 2.000 soldados de la coalición y de los miles de iraquíes que perecieron hasta hoy día será por una causa noble y justa si en un plazo mediato la República Islámica de Iraq logra garantizar los derechos a todos sus habitantes, independientemente de su religión, etnia o sexo. Negarles los mismos derechos a las mujeres iraquíes sería otorgarles un triunfo simbólico a los terroristas que buscan desesperadamente destruir, coartar, abortar cualquier intento de democratización que se llegara vislumbrar.
La suerte de los terroristas fue sellada el mismísimo día en que más de ocho y medio millones de iraquíes salieron de sus casas a votar sin saber si volverían con vida después de ejercer su derecho cívico.
La " ola púrpura" fue el golpe más recio y efectivo que han recibido los sangrientos terroristas en los últimos meses, sin lugar a dudas.