|
|
|||||||
|
Año V Nro. 358 - Uruguay, 02 de octubre del 2009
|
|
Supuestamente somos un pueblo tranquilo, supuestamente respetuoso, supuestamente, en paz. Ahora, pregunto porque por ahí estoy equivocada, esta campaña electoral ayuda a que estemos en paz o está tirando leña al fuego? Después nos enojamos si nos rayan los autos, si nos pintan las paredes de nuestras casas, si nos ponen pegotines a prepo en el auto, si tenemos que callar antes que ponerse a discutir porque la gente ya no habla, se ladra. Y me pregunto porqué pasa esto. Claro, si miro la campaña electoral, donde las faltas de respeto, de uno y otro, y me refiero a Mujica y a Lacalle, ambos, en diferentes niveles, pero igualmente nocivos son el ejemplo visible, qué podemos esperar del resto del país, no? Todos, creo que coinciden, y coincido también, en que nunca se vio una campaña como esta. Está bien que antaño, antes de la dictadura, dos por tres en un debate terminaban en pelea callejera o en un reto a duelo, pero si había algo que se mantenía, era la educación, jamás escuché un insulto, ni palabras obscenas, y no es porque me asusten, simplemente que las mismas cosas que se dicen, se pueden decir igual, pero en otros términos y con otras palabras, gran frase aquella que dice “el idioma español es rico en expresiones idiomáticas”, ojalá los candidatos la recordaran. Lo más negativo de todo esto, es que nuestros hijos, participan cada vez más, en las conversaciones familiares sobre política, el país, nuestro desarrollo y muchas veces se interesan en escuchar los discursos, más allá de aquellos padres que les llevan a los mismos actos políticos, porque es un lindo ejemplo de lo que la democracia nos da. Pero el lado negativo, es que estas faltas de respeto hacia la educación y la cultura, son transmitida por personajes públicos a los más chicos, y si lo dice quien aspira a ser presidente, cómo convencemos luego a nuestros hijos, que aunque sean personas “importantes” no hay que imitarlas? Ambos, Lacalle y Mujica, hablan mucho de educación, de lo que hay que hacer, de lo que se debería enseñar y aquello que no se hizo y que tiene que hacerse. Me gustaría preguntarle a ambos, porqué no empezamos por “casa”, comiencen Uds. a ser ejemplos claros de respeto al primero y educación y cultura al segundo, de nada vale querer hacer reformas en la educación si entre uds. no hay respeto y sólo se intercambian adjetivos ofensivos y palabras obscenas. Es muy fácil caer en la descalificación, sin dudas, y una campaña política tiene mucho de pasión y de interés por el poder, pero esto no significa que se hable mal. Ya bastante uno lucha el día a día con los hijos para que no escriban con símbolos y con abreviaturas, modernismo que llegó con las mensajerías instantáneas primero y luego se generalizó con los mensajes de texto de los celulares, para que además agreguemos esta forma de tratamiento entre personas que representan al pueblo. No me gusta la actitud de ninguno de los dos, creo que es momento de que cambien sus dichos y sus posturas y comiencen a contarnos a los uruguayos, en español básico tradicional, qué es lo que piensan hacer con el país. El pueblo estará agradecido. © La Ciudadana para Informe Uruguay
|