Mujica Vs. Marta Sánchez: ¡Desesperados!
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por Dr. J. Ignacio Amorín del Campo |
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Plagiando a la ya veterana cantante española, “Pepe Mujica” contestó al ser increpado por un dirigente del movimiento de los sin tierra: ¡Estoy desesperado!
Parecería ser que el motivo de su desesperación no son aquellos ojitos verdes (los de algún compañero tupamaro en aquellas épocas de frio y soledad dentro de una tatucera, quizá…), sino la situación en que su gobierno se puso y nos puso, y la frustración de darse cuenta que durante todos sus años de prédica, que ya son mas de cuarenta, estuvo “mandando fruta”.
Mujica se está dando cuenta de lo mismo que la gente. Cuarenta años contra el FMI, para llegar al gobierno y pagarle toda la deuda por adelantado y al contado; cuarenta años contra el imperialismo yanqui, para llegar al gobierno y salir de pesca con “Jorge W” y firmarle un TIFA - preámbulo encubierto de un TLC-; cuarenta años contra las grandes corporaciones, para llegar al gobierno y bajarles los aportes patronales y el IRIC mientras se asesina a la clase media uruguaya.
Si nos fijamos bien, Mujica y sus muchachos estuvieron cuarenta años en “contra”: contra lo que venga, contra el progreso, contra los productores agropecuarios, contra la policía, contra los colorados, contra, contra, contra y re-contra ad infinitum. Nunca una idea propia, nunca una propuesta sensata, nunca a favor de nada que tuviera sentido.
Y así llegó este viejito pintoresco, sin ideas, y sin más credenciales que haber matado un par, haberle dicho a Neber Araujo que “no sea nabo”, y a la prensa que “se deje de joder”, a ser ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de la República Oriental del Uruguay.
Pero el honor de ser ministro, trae aparejada la responsabilidad de llevar adelante esa cartera. Y Mujica no estuvo ni estará a la altura. Porque los ministros hacen, y dan soluciones. Los ministros no pierden el control (ni el autocontrol) y no andan agarrando de la solapa a la gente por la vida. Cuando el pueblo recrimina que los precios de las verduras están por las nubes, los ministros hacen algo al respecto, no recomiendan “comprar solo acelga que esta barata”. Cuando se les increpa porque no están cumpliendo con lo prometido, los ministros se hacen responsables, y no gimen un “¡Estoy desesperado! ¡Hacemos lo que podemos!” Cuando los Ministros se dan cuenta que están ancianos, y empiezan a delirar con ojitos verdes que conocieron hace más de sesenta años, se vuelven a la casa y dejan el ministerio a alguien que tenga ganas de hacer cosas.
Invito a Mujica, si le ayuda a tomar esta dura decisión, que lea los foros y blogs que se refieren a su persona. Aquellos que antes lo idolatraban o criticaban sus años como tupamaro, pero siempre desde una posición de respeto, hoy le dicen entre otros “viejo nabo”, y “viejo chorizo” (http://www.redota.com/, entre otros). Mujica dejó de ser digno de respeto.
Por eso, me hago eco de las palabras de Centurión, el mismo que llevó a Mujica a gimotear que estaba desesperado, y las transcribo aquí: "Se lo digo en la cara, de frente, usted está pasando vergüenza".
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