No estamos para decir Amén

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             En varias notas anteriores hablábamos de nuestra posición de tener opinión formada sobre cada tema que involucre a la Policía y su personal, y el ánimo de expresarnos públicamente, sin temores.

             Prueba de ello son los espacios de opinión que hemos logrado en distintos medios de prensa, comenzando por el Diario Últimas Noticias, que fue el pionero en otorgar un espacio para difundir la voz de los policías, con absoluta libertad. Nunca se nos condiciono, ni censuró un artículo.

             Luego también nos brindo un espacio el Semanario Digital Informe Uruguay, editado por Internet, con una llegada de más de 20.000 receptores en nuestro país y en la diáspora de Uruguayos en distintos países del mundo.

             A ambos medios de prensa brindamos nuestro reconocimiento y agradecimiento.

             Desde el mes de abril del año 2004, tenemos la oportunidad de expresarnos públicamente por un medio masivo de llegada nacional. Hoy nos encontramos con muchos editoriales con nuestra opinión, muchas veces critica, punzante, y hasta molesta.

             Pero quienes siguen dicha columna, -y son muchos-, saben que hemos sido ponderados, serios y respetuosos, y que nuestra crítica es sana y no responde a ningún motivo espurio.

             Tenemos conciencia que esos editoriales son mucho más que nuestras opiniones o nuestras críticas. Son un relatorio en tiempo real de nuestra historia institucional y profesional.

             Es una visión sesgada de una realidad desconocida para la sociedad. Es un recorte de nuestra rica y compleja vida institucional. Una vista desde una ventana que no existía, y que nosotros abrimos para mostrarle a la sociedad nuestra realidad.

             Con ese importante material oportunamente realizamos una compilación de esos artículos y en un formato de libro, titulado Opiniones, lo hicimos llegar estratégicamente a quienes lo tenían que recibir.

             Nuestra opinión genera expectativas entre muchos camaradas y más importante aún, entre las autoridades que son las que deben tomar las decisiones y escuchar otras campanas, ajenas a la subordinación y las limitaciones que la jerarquía y los cargos imponen.

             Lamentablemente las actuales autoridades no ven lo positivo de tener una opinión diferente, y muchas veces se quedan en la cómoda de que solo les digan lo que quieren escuchar.

             Se dice que este Gobierno ha dado mucha más libertad que los anteriores para expresarse, y es cierto. Hasta ahora nadie ha sido perseguido por expresarse contrariamente con respecto a algunas medidas.