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La Deforma de la Salud
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| por Jaime Mario Trobo |
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El gobierno trata de pasar de inmediato por la Cámara de Representantes la mentada Reforma de la Salud. El proyecto, impulsado por una visión ideológicamente condicionada desde la teoría del centralismo burocrático, compone un cuadro en el cual el individuo no es el centro, sino que este es funcional al interés de la sociedad. Y la forma de consagrar esta teoría es atando bien atado todo lo que se deba o pueda hacer en salud en Uruguay, y condicionándolo a las directivas de una Junta que interviene en forma determinante en todo ese vasto sector, interviniendo preceptivamente en cualquier acción que se quiera desarrollar tanto sea por los individuos, las familias, las empresas, etc.
Tal es la voracidad interventora de los estatistas que patrocinan y defienden la ley, que justifican la destrucción de sistemas de mutualizacion de riesgos que trabajadores y empresarios han logrado construir en el exitoso modelo de “cajas de auxilio” que sirve a más de 70.000 trabajadores en nuestro país. Tan enajenado es el propósito de concentrar poder que cualquier contrato que se realice en el amplio ámbito de la salud, de la materia que sea, esta sometido obligatoriamente a la previa aprobación de la Junta Nacional de la Salud. Tan poco lógico resultan muchas de las disposiciones de la ley, que basta con descubrir que un padre trabajador a quien gravan su ingreso con el nuevo impuesto que se crea, puede amparar la atención médica de su hijo sólo hasta que este cumpla 18 años; al otro día de cumplirlos ese joven, debe solicitar prestaciones como indigente, si puede justificarlo y los ingresos de su núcleo familiar lo habilitan.
Tan poco seria es la formula elegida para dictar el nuevo marco legal de la salud en general, que las inconsistencias que posee, las indefiniciones que incluye, las contrariedades que crea, pretenden que se solucionen en el futuro, en negociaciones con interesados o sometiéndolas a reglamentaciones cuya formalidad y legalidad son desde ya objetables.
Hemos utilizado dos ejemplos de los tantos que esta “ reforma de la salud” muestra, de la falta de seriedad para tratar un tema tan importante. Parece ser que el único propósito que el gobierno tiene es comenzar a recaudar el nuevo impuesto a la salud a partir de enero de 2008 que secará aún mas los bolsillos de los trabajadores, Y este propósito los habilita a cometer cualquier error, aunque el resultado sea destruir todo lo bueno que tiene el Uruguay en Salud y no reparar en reformar lo malo que existe sin dañar aquello.
Los ciudadanos aún no han tomado debida conciencia de la gravedad que enfrenta el futuro de la salud con el proyecto del gobierno. En lugar de la “reforma de la salud” es la “deforma de la salud”.
Seguiremos comentándolo.
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