LA D.G.I. Y SUS METODOS
Por María Mónica Montini
A pesar que la redactora responsable de este semanario se ha, según sus palabras, reconciliado con el Director de Rentas, a mi sus métodos me hacen seguir pensando en el régimen de las S.S. A pesar que la Cra. Arce seguramente no estará de acuerdo con mis palabras pues se ha dejado impresionar por el susodicho personaje, sabiendo que en este semanario mantienen la pluralidad, permitiendo que uno exprese sus ideas, voy a manifestar mi total desacuerdo con la Redactora Responsable.
Me permito preguntarle al Cr. Zaidensztat, hasta que extremo llegará avasallando la posibilidad de las personas de ejercer el libre comercio. Y me permito, también, preguntarle al Sr. Ministro de Economía hasta donde permitirá que el citado personaje siga adelante. Y al Sr. Presidente de todos los uruguayos, en virtud de que "festejo" acepta, que se vulnere los derechos humanos. Pues las personas que trabajan tienen derechos, derechos tan inviolables como los derechos de todos los demás.
¿Ahora les exigen a los empresarios su cartera de clientes?
Quisiera que el Sr. Director de Rentas tuviera en cuenta algunos aspectos:
- La cartera de clientes de las empresas constituyen parte de su valor llave. Como tal tiene un valor, a los empresarios les ha insumido costos, trabajo y dinero, lograrla, por lo tanto cuando alguien quiere acceder a ella debe comprarla.
- Si bien en la ley de Presupuesto que aun está a estudio del Parlamento, se obliga a las empresas públicas y privadas a dar toda la información que la D.G.I. reclama, dicha ley aun no ha sido aprobada. Por esto no hay ninguna norma legal vigente, que obligue a un empresario a proporcionar su lista de clientes. Y cuando se vote la ley, la misma mostrará la arbitrariedad y el totalitarismo que regirá nuestras vidas de ahora en más. Los empresarios que se prestan a entregar la lista de sus clientes, están violando la confianza que sus clientes han puesto en ellos. Y lo hacen por miedo, miedo a las represalias de la D.G.I..
- Cuando la susodicha ley se aplique, la de presupuesto, la clandestinidad estará a la orden del día. Pues mientras no bajen los impuestos, todos quienes no pueden servirlos, más del 70% de la población, evitará realizar cualquier transacción que implique dejar su nombre estampado en una factura.
- En especial, el caso de las inmobiliarias que para serlo deben abonar importantes cifras, por ejemplo el aval del Banco de Seguros del Estado, que año a año representa aproximadamente unos $16.000, más el 9% del bruto de su comisión por cada transacción, más el iva, más el iva del 9% de la comisión, ya de por sí representa caro contratar a una inmobiliaria para realizar el arrendamiento de un inmueble. Si además ahora esas inmobiliarias deben entregar a la D.G.I. su cartera de clientes, obviamente quienes ganarán serán quienes realizan alquileres en forma clandestina. Por lo tanto se verá favorecido el trabajo informal.
- Quisiera saber que garantías puede dar la Dirección General Impositiva, que contará con la cartera de clientes de todas las empresas, de que esa información no se filtrará por algún agujero, de forma que "alguien" saque provecho de ella.
BAJEN LOS GASTOS DEL ESTADO YA, BAJEN LOS IMPUESTOS Y NO HAY QUE SER DEMASIADO INTELIGENTE PARA SABER QUE RECAUDARAN MAS Y PODRAN PAGAR EL PRESUPUEESTO ESTATAL.
No hay que pedir a los empresarios la lista de sus clientes, hay que estimular las transacciones legales dando beneficios a quienes las hacen.
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