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Año III - Nº 133 - Uruguay, 03 de junio del 2005

 

 

 

 
El mercado nacional está lento y los precios de la miel están a la baja

 

El ingreso a Europa de las primeras partidas de mieles chinas sin que los importadores del viejo continente las rechazaran y la salida del grueso de las cosechas del hemisferio sur (con Argentina como el principal exportador mundial), alimentan la esperanza de los compradores internacionales que ya están presionando con precios a la baja.

El mercado internacional "está lento" porque los importadores saben que tendrán un buen volumen de miel y bajan los precios. Con este panorama, a los exportadores de miel de Uruguay "se les hace difícil vender, porque el comprador está esperando para adquirir partidas más baratas cada día", aseguró Jean-Cristophe Ihéritier, director comercial de Urimpex S.A.

El empresario estimó que "será un año complicado para colocar mieles oscuras" que habitualmente es volcada hacia el mercado europeo, ya que Estados Unidos, el otro destino de significación para las partidas procedentes de Uruguay, sólo demanda las claras. Ihéritier dijo tener noticias de que los primeros contenedores con mieles chinas llegaron bien a Europa y soportaron los análisis, no registrándose rechazos y atribuyó parte de la baja del precio en el mercado internacional a este hecho. Pero la sombras que oscurece los precios no sólo provienen de China Popular que logra ingresar a Europa luego de 2 años de veda, sino también de la gran producción que están logrando los productores del hemisferio sur y el director comercial de Urimpex S.A., aseguró que "los valores todavía pueden bajar más".

Según su visión, "estamos en medio de un mercado especulativo, la oferta es grande y los países tienen necesidad de vender; eso hace que los importadores no tengan apuro por comprar. A medida que no se puede vender van bajando los precios, por eso es posible que puedan llegar más abajo todavía".

Los primeros negocios efectuados en el mercado interno datan de diciembre con mieles procedentes del norte del país, manejándose precios de entre U$S 0,90 y U$S 1 por kilo de miel, para posteriormente llegar hasta un máximo de U$S 1,15 en la medida que fueron apareciendo mieles claras (luego volvieron a bajar a U$S 0,90 y U$S 1).

Los exportadores uruguayos siguen pensando en vender tanto a Europa como a Estados Unidos y ya sabían de antemano que los compradores norteamericanos no querían mieles oscuras. "Las oscuras se fueron vendiendo a Europa y las claras a Estados Unidos, pero lo que pasó en este mercado es que los productores esperaron a vender su miel en enero para no pagar impuestos en diciembre. Los importadores estadounidenses prefieren estar comprando mieles en su país a buenos precios y no tener que esperar 30 días una compra. El mercado está lento, no hay mayor interés por parte de Estados Unidos, salvo en las mieles claras", advirtió.

HABRÁ MENOS MIEL

La falta de lluvias en algunos departamentos mató la floración y en Uruguay se producirá menos miel de la esperada (vale recordar que el año pasado se realizó una exportación récord de 14.000 toneladas). En el norte la floración de la carqueja está retrasada por la falta de agua y eso tira para atrás la colonias de abejas, porque con ella se preparan para aprovechar la floración del eucalipto en el otoño. "En lo local la sequía está afectando mucho y habrá menos miel", adelantó Jean-Christophe Ihéritier.

Se estima que el 40% del volumen total de la miel producida en la zafra (básicamente en los departamentos del norte del país) ya fue vendida por los apicultores, pero todavía no ha sido embarcada por las empresas. Los envíos de muestras hacia Europa y la espera de los resultados, pasos previos al embarque de la partida, enlentecen la comercialización y provocan que todavía haya mucho volumen de miel, ya vendida, en manos de los exportadores.

Ihéritier aseguró que, por el momento, no se han registrado mayores problemas con la calidad de las mieles uruguayas y cifró sus esperanzas en que, "cuando llegue la cosecha del eucalipto los precios no hayan bajado demasiado, porque hay mucha gente en el norte que vive sólo de la cosecha de otoño. Será bastante catastrófico para ellos vender a precios muy bajos".