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Regulación Hídrica
Preocupa a los productores del norte
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por Julio Dornel |
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Uno de los grandes temas que ha merecido la atención del norte rochense está relacionado con los proyectos de regulación hídrica que se llevan adelante por parte del gobierno nacional.
Diversos estudios han modificado los planes anteriores sobre la desecación de los bañados y los sistemas de riego de la Cuenca de la Laguna Merín, con la construcción de nuevos canales y el desvío de otros para facilitar el drenaje de las aguas.
Todo comenzó cuando el gobierno de facto se empeño en hacer algunas obras al influjo de solicitudes de algunos vecinos con la intención de mejorar la ganadería y recuperar tierras para las plantaciones de arroz.
De esta manera se construyó el Canal Nº 2 prolongándolo hasta el Rincón de la Paja y el Nº 1 hasta La Coronilla. Sin embargo las cosas no resultaron tan fáciles porque el volumen de agua era demasiado para los pequeños canales construidos.
En el plan inicial de estos proyectos el Ing. Martínez Bula figuraban otros canales muy importantes y también una segunda represa que si bien no tendría funciones reguladoras debería contener un importante volumen de las aguas que luego se utilizarían en forma cuantificada.
En 1985 Comisaco le encomienda al Ing. Martín Allende un nuevo proyecto donde se conjugaran las obras ya realizadas con el área de influencia potencial que tendría en el futuro.
El plan se realizó de acuerdo a lo solicitado pasando luego a al oficina de Planeamiento y Presupuesto donde se le perdió el rastro y no se supo si finalmente fue aprobado. Consultado en aquella oportunidad el Ing.
Allende señaló que “era un ordenamiento que convenía al interés a las partes interesadas aunque algunos productores no estaban de acuerdo con las obras y los planes quedaron inconclusos. Las cosas comenzaron a complicarse y surgieron a partir de ese momento una serie de reclamaciones entre los propios vecinos, aunque finalmente no se concretaron las sentencias condenatorias. Años más tarde por iniciativa de algunos vecinos interesados se nombró una comisión con el cometido de estudiar el tema teniendo en cuenta que no existía ninguna legislación al respeto. Todo ello considerando que el volumen y el movimiento de las aguas estaba perjudicando a determinados productores y favoreciendo a otros por lo que resulta muy difícil evaluar en este plan de obras cuál es realmente la causa de estas inundaciones por lo que esta comisión debería interesar al gobierno para que legisle un Plan de Obras que contemple las partes interesadas”. Pasan los años y el tema vuelve a estar en el tapete con la intención de encontrar una solución definitiva que contemple las aspiraciones de los habitantes del balneario La Coronilla, de los productores y de las poblaciones de Barrancas y San Luis.
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