“Buen Día, Comunidad” Un documental sobre la identidad fronteriza por Julio Dornel

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         La ciudad de Chuy-Chui, que a comienzos de este Siglo XXI tiene unos 15.000 habitantes a ambos lados de la línea fronteriza entre Uruguay y Brasil, es conocida por su dinámica actividad comercial.

         Pero no es solamente eso. Tiene una rica historia, que viene de fines del Siglo XIX cuando fue reconocida como centro poblado, para ir convirtiéndose en pueblo, villa y ciudad. En la década de 1960 el Liceo Piloto era uno de los mejor equipados del Uruguay y su plantel docente albergó a destacadas figuras como el poeta Rondán Martínez, el docente Jorge Calvette, Jesús Perdomo, docente e investigador, Eladio Aristimuño, médico y primer director del Liceo.

         Pero también hubo figuras destacadas en el deporte, en la medicina, en la cultura popular.

         La década de 1970 significó un brusco cambio en aquella realidad aldeana, pero promisoria y dinámica. Hubo una explosión comercial, llegaron nuevas olas de inmigrantes, árabes principalmente, y se produjo un Golpe de Estado que interrumpió la vida democrática del país. Muchas cosas cambiaron en la pequeña población que rondaba los seis o siete mil habitantes.

         Hoy sigue siendo un centro comercial, pero también es una frontera de paz. En septiembre de 2001, después que volaran las torres gemelas de Nueva York, judíos, cristianos y musulmanes residentes, plantaron un olivo en la línea fronteriza y dieron un ejemplo al mundo de convivencia pacífica entre distintas culturas.

         Desde entonces la imagen de esa frontera binacional estuvo asociada casi exclusivamente al comercio.

         Entonces, en algunas conversaciones informales, los vecinos discutían sobre la identidad de la comunidad. Unos opinan que ya no tenía identidad, porqué la comparaban con aquella marcada huella de la década de 1960 y anteriores. Otros sostienen que la identidad esta deformada o desfigurada. Y otros creen que esa comunidad tiene una nueva identidad.

         Esas opiniones son que las que intentó reflejar el periodista, y ahora realizador cinematográfico Carlos Castillos, nacido y criado en Chuy, pero radicado desde hace unos años en Montevideo y también en Argentina, entre 2004 y  2008.

         Castillos nos cuenta que "la idea de hacer un documental sobre Chuy-Chui y sobre la identidad comunitaria, surgió en Buenos Aires", cuando tomó conocimiento de la existencia de un "Movimiento de Cine con Vecinos".

         En Saladillo, una pequeña ciudad de la provincia de Buenos Aires, a unos 200 kilómetros de la Capital Federal, un par de jóvenes inquietos impulsa, desde hace unos diez años, la realización de documentales y largometrajes, trabajando con los propios vecinos. "No-actores", como los llaman algunos.

         La experiencia de Fabio Junco y Julio Midú marcó a Castillos y lo impulsó a la realización de cursos y talleres de formación. Participó de algunas jornadas de rodaje de las películas de Junco y Midú para profundizar en el lenguaje audiovisual, ya que lo suyo, hasta ahora, era el periodismo radial y escrito.

        "Este primer audiovisual tiene un par de objetivos ambiciosos", cuenta el director de "BUEN DIA, COMUNIDAD". Primero, demostrar que actualmente, 'con una idea en la cabeza, una cámara en el hombro y una computadora común, es posible hacer cine'. Me gustaría que, principalmente los jóvenes de Chuy-Chui se entusiasmen por esta actividad y alguno se 'prenda' a la idea de hacer más audiovisuales y producciones de este tipo. Porque no se trata solamente de hacer documentales sociales, como es el caso de éste, sino que se puede hacer hasta ficción. Claro que eso da más trabajo y llevará más tiempo de formación de un equipo de gente. Pero no es imposible. Recuerdo que cuando hablé en Chuy de hacer cine algunos me miraban de reojo y hacían una mueca de desconfianza. Ahí está el resultado. Y ahora, si digo de hacer una Escuela de Cine seguramente algunos repetirán esa expresión de ironía, pero repetiré lo mismo: ¡es posible!. Bueno, y además de demostrar que se puede hacer cine, a la medida de nuestras posibilidades, claro, la idea de BUEN DIA, COMUNIDAD es  generar un debate sobre la identidad comunitaria de la frontera. El documental registra testimonios de niños, jóvenes y adultos, criollos e inmigrantes. Y se completa con el aporte de Javier Marsiglia, un asistente social, que dirige un centro universitario de investigación en Montevideo y que aporta elementos muy valiosos sobre ese tema, del cual tenemos poca información y casi ninguna formación.  La "identidad comunitaria" es un interesante tema sociológico, cultural y político (no político-partidario), sino político en el sentido más amplio. Y ojalá que a la gente le interese y podamos arrancar desde aquí con un Movimiento de Cine con Vecinos, similar al de Saladillo, pero para hablar de nosotros. De quienes somos, de lo que nos pasa, de nuestros sueños, nuestras frustraciones, nuestras expectativas de vida. En fin. Eso es, a grandes rasgos, lo que pretende aportar este documental", resume Carlos Castillos.

          BUEN DIA, COMUNIDAD se estrenará el viernes 03 de octubre, a las 20:30 en la Casa de la Cultura de Chuy. Primero habrá una presentación, a cargo del realizador, y después de la proyección, que dura 33 minutos, una instancia de intercambio de opiniones, para que el público exprese sus primeras sensaciones.

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