Año III - Nº 107 - Uruguay, 03 de diciembre del 2004

 

1 Campaa Mundial Seguridad en la Red

 

 

 

 

LAS PATENTES
Por Helena Arce

 

En La República podemos leer: Patentes de "teleteatro"
DINO CAPPELLI, DURAZNO

El intendente municipal de Durazno, Carmelo Vidalín, se ha manifestado partidario de "eliminar el sistema de franjas y ajustar los valores a los tiempos que vivimos", al ser consultado sobre la decisión de la Intendencia de Montevideo de fiscalizar los vehículos empadronados en el Interior, que circulan en el departamento capitalino. "No deseamos que los contribuyentes sean molestados por la Intendencia de Montevideo, y además no entendemos la actitud de la administración Arana en tomar este tipo de medidas", dijo, mostrándose partidario de las críticas que el jefe comunal maragato, Juan Chiruchi, hiciera públicas en las últimas horas. En el centro del país no se descarta que se elimine el sistema por franjas para poder impulsar así la modalidad de tasación, aforo y año del vehículo, medida que se institucionalizara en Flores y Salto.

Similares comentarios escuchamos del Intendente de Maldonado Ing. Agr. Antía, obviamente el problema es serio, y no se debe a una diferencia política partidaria por cierto. Escuchamos a este último hablar de las medidas que tomaron la mayoría de las Intendencias de adecuar el valor de las patentes al valor actual de los autos, cosa que lamentablemente no ha hecho la Intendencia capitalina.

Hace varios números escribía en un artículo:

¿Y esta es la rebaja de la patente?

EN Montevideo un Chevrolet Corsa del año 1998 paga $9000 de patente de rodados, es sabido que ese dinero se corresponde a unos U$S 300. Ese auto si es comercializado en plaza en este momento con viento a favor puede obtenerse por el U$S 3000. O sea que la Intendencia de Montevideo cobra por año el equivalente a un 10% del valor de mercado de un auto. Y un Chevrolet Corsa no es un auto de lujo, aún en los momentos de máximo esplendor era uno de los autos más baratos. Por lo que quienes tienen ese auto no son personas millonarias. EL mismo auto paga de patente en el Departamento de Maldonado la suma de $ 5085, lo que igual me parece caro.

Yo me preguntó como puede pretender una Intendencia que aquel que tiene la posibilidad real, por vivir y / o trabajar en una ciudad donde el impuesto a pagar por su auto sale $5.085, lo registre en una ciudad donde debe pagar por el mismo impuesto casi un 80% más.

No quiero si quiera entrar a comentar sobre los déficit y / o superávit de las distintas Intendencias, pues si bien la Intendencia de Montevideo sabido es que cuenta con un déficit importante, a pesar de ser de las Intendencias que más recauda, también en el resto del país existen administraciones con rojos importantes en sus balanzas.

Pero es sabido que en el resto del país, las intendencias deben asumir servicios a la población que en Montevideo no son necesarios, pues son prestados por la administración central. Sin embargo en la capital del país son muy pocos los servicios que se prestan y difícil el acceso a ellos. En lo particular mi hijo, estudió música en el Conservatorio Municipal de Maldonado, estudió pintura en el Taller de Artes Plásticas e hizo deportes en el Campus Municipal, y no solo mi hijo, los hijos de todos los habitantes de Maldonado pueden hacerlo sin importar su poder adquisitivo. Cuando llegó el momento en que debía trasladarse a Montevideo APRA proseguir sus estudios, intenté que continuase sus estudios de música en el Conservatorio Municipal y su paso por allí fue lamentable, no quiero extenderme en el tema pero alcanza con mencionar que le tomaron una prueba para estudiar violín, la cual salvó, me exigieron que comprara dicho instrumento pues de no contar con él no podría estudiar allí, y luego resultó que no había cupo para que realizara sus estudios. En el verano existen guarderías para los chicos cuyos padres deben trabajar a full durante la zafra veraniega y no pueden pagar para que se los cuiden. La ciudad está limpia, las plazas cuidadas y las calles sin pozos. A su vez hay canastas de víveres para aquellas personas con dificultades para asistir las necesidades básicas de sus familias. Y en más de una oportunidad se ha facilitado el acceso a viviendas a quienes no tenían formas de acceder a ellas.

Sin embargo las personas que no son propietarias de vehículos, inmuebles o comercios no pagan ningún impuesto municipal a la comuna. Y quienes sí son propietarios de inmuebles, vehículos y/ o comercios pagan impuestos razonables. A su vez los funcionarios municipales están bien remunerados.

No entiendo sinceramente cual es el motivo para que ello no pueda lograrse en la comuna capitalina, supongo que debe haber algún desajuste en la gestión administrativa.

Durante el año 2002, la recesión terrible que azotó a nuestro país, y a la hermana República Argentina llevó sin duda a que la Intendencia fernandina sufriera una baja considerable en su recaudación, al año siguiente se otorgó un beneficio de baja de multas e intereses por mora que ayudó a que los que nos habíamos visto obligados a atrasarnos pudiésemos ponernos al día, y a la Intendencia a refinanciarse.

La misma reflexión que no hace mucho hacía respecto a los impuestos nacionales, se me ocurre con respecto a los impuestos municipales capitalinos, por ello insisto en que no es un tema de política partidaria. De la única forma que las personas paguen sus impuestos es llevarlos a montos pagables. Cuando los impuestos ascienden a cifras inalcanzables para el bolsillo de quienes deben servirlos, no se pagan, por mejor voluntad que tenga el contribuyente. Así ocurre con el sistema impositivo nacional, sistema perverso en si mismo pues incita a la evasión, al transformar en inviables a quienes pretenden cumplir a rajatabla con lo que marca la ley.

Tal vez la única forma en que la Intendencia de Montevideo pueda dejar de perseguir a los contribuyentes de otros departamentos, buscando la forma de atraparlos para que deban pagar impuestos en Montevideo, será bajar los impuestos municipales montevideanos a guarismos accesibles al bolsillo de la gente.