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A pesar de todo
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por Malú Kikuchi |
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Tiempo de balance. Aunque sea una convención inventada y pautada por los hombres, y de acuerdo con la lógica vigente, todo tiene un principio y todo tiene un final. Los años también. El 2007 termina, el 2008 se asoma.
En el debe argentino del 2007, abundan los asientos, y algunos son terribles. Se arrastra desde el 2006 el asesinato en Las Heras, Santa Cruz, el 7/02/06, del oficial de policía Jorge Sayago, cuyos asesinos, inexplicablemente, todavía no han sido identificados. Se arrastra la desaparición de Jorge Julio López, en Los Hornos, La Plata, provincia de Buenos Aires, desde el 18/09/06, sin noticias de lo que pudiera haberle ocurrido hasta el día de hoy.
En el debe argentino del 2007, se contabilizan un poder judicial manejado desde un manejado Consejo de la Magistratura; poderes extraordinarios otorgados por el Poder Legislativo al Ejecutivo, lo que está prohibido en la Constitución Nacional en el artículo 29. Poderes extraordinarios que le permitieron al Ejecutivo gastar discrecionalmente $20.000 millones, sin rendirle cuentas a la gente. ¡Y la inflación!!!! ¡Y Guillermo Moreno! ¡Y la eterna interna entre Alberto Fernández y Julio De Vido!
En el debe argentino del 2007, están los escándalos, aún sin resolver, de SKANSKA y los demás gasoductos sobre facturados. Están el bolso con dinero de Felisa Miceli, en el baño del ministerio de Economía; la valija venezolana de los US$800.000 de Antonini Wilson; las relaciones cada día más “carnales” con el bolivariano Chávez; la reelección encubierta y no disimulada; las sospechas de fraude.
En el debe argentino del 2007 se inscriben, una cercenada libertad de prensa manejada desde la arbitraria pauta oficial; una institucionalidad quebrada; una República ausente. Debe sumarse al debe una oposición incapaz de pensar en grande y con grandeza, incapaz de convertirse en una alternativa de poder viable.
En el debe argentino del 2007, con caracteres muy visibles, se destaca una sociedad ausente de los problemas nacionales, una sociedad ajena al quehacer político, una sociedad a la que le basta con poder hacer algunas compras y lo demás queda … para “los otros”. “Los otros”, por regla general, no tienen escrúpulos y se aprovechan de los espacios que la sociedad, gente buena en su mayoría, les regala por desidia, por cansancio, por desencanto, o por falta de educación cívica. El resultado está a la vista.
Todo balance tiene un debe pero también tiene un haber. En el haber argentino 2007 se destacan, una economía en crecimiento, un desempleo en baja y las elecciones.
Y no importa que la economía crezca porque los precios de los alimentos suben en el planeta, importa que crezca a tasas chinas. ¿Qué no se está aprovechando el maravilloso momento que atraviesa la economía mundial?, es cierto, pero crece.
En el haber argentino, a pesar de los escandalosos y manipulados dibujos del INDEC, el desempleo, baja. ¿Qué falta mucho, que el empleo es de baja calidad, que hay demasiada gente trabajando en negro?, es cierto, pero el desempleo, baja.
En el haber argentino del 2007 están, las elecciones. Que fueron una reelección encubierta, es cierto, pero fueron. Que a la candidata, hoy Presidente de todos los argentinos, la eligió su marido a dedo, es cierto, -la mayoría de los candidatos se los eligió a dedo- , pero hubo elecciones. Hay sospechas de fraude, votó poca gente, se hicieron trampitas de todo tipo, es cierto, pero hubo elecciones.
En el haber argentino del 2007, orgullosamente, y a pesar de todo, la gente eligió. Elegir es un hecho irrelevante y corriente en los países que son serios, justamente porque no dicen que lo son. Elegir es un hecho normal, que se rige por un sistema electoral reiterado, con intervalos fijos. Elegir es ese hecho común para los países civilizados, que durante años fue un acto extraordinario para los argentinos.
Argentina durante décadas solucionó sus entredichos políticos con golpes de estado o con una cruenta guerra civil. Argentina, desde 1982, una vez más, en 2007, votó. El hecho milagroso de elegir de acuerdo a un almanaque electoral prefijado, empieza a ser común para los argentinos. ¿Qué votaron mal, que no había opciones, que hicieron trampa? puede ser, pero votaron. Ya lo harán mejor. Es cuestión de práctica.
¿El balance es positivo o negativo? Cada cual sacará sus conclusiones y decidirá, la mayoría de las veces, por como le ha ido a nivel personal. Si su balance es positivo, ¡aleluya! Si su balance es negativo, piense que todo lo que empieza, alguna vez termina. Que la próxima vez, más gente votará de otro modo y que sólo depende de los electores. Nosotros hacemos la diferencia. Somos nosotros los que decidimos, no dejemos que sean los otros.
Si el balance es muy negativo, recuerde que lo único que quedó en la caja que abrió Pandora (a pesar de la prohibición de los dioses de que la abriera) y después de que salieran de ella todos los males que aquejan a los hombres, fue la esperanza. Chiquita pero vital, la esperanza mueve al mundo. Según el diccionario es el “estado de ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos”.
Yo les deseo un muy ¡feliz 2008! Y ya que estamos en confianza, y ante de tomarme unas vacaciones, permítame regalarle (algo cambiados), los primeros versos de Eladia Blázquez en “A pesar de todo”
A pesar de todo, que te traiga cada día
La loca esperanza, la absurda alegría.
A pesar de todo, de todas las cosas Que te brote la vida, que te crezcan las rosas.
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