Año III - Nº 116 - Uruguay, 04 de febrero del 2005

 

 

 

 
BRINDO CON
WHISKY NACIONAL

por Graciela Vera
Periodista independiente

¿Me acompañas en el brindis?

La verdad es que este vaso es el segundo, el primero me lo serví hace algunos meses cuando lo de Huelva y no porque no hubieran habido otras oportunidades anteriormente.

Una madrugada, de esas en las que la programación radial nos mantiene en vela, en ese estado en el que no logramos ubicarnos cómodamente entre los brazos de Morfeo ni estamos proclives a seguir a Ícaro en sus correrías estratosféricas, estuve a un tris de tirarme de la cama y descorchar la botella de 'Oremus, Tokaji Aszú del 99' que tenemos reservada para las grandes ocasiones.

Y no era para menos. En esta parte del mundo se estaba haciendo una crítica, por demás elogiosa, de la película uruguaya "Whisky".

Whisky, pero güisqui nacional, bien yoruga, sin importar si se paladea junto al mostrador de un boliche de barrio o en un bar de 'Gorlero'.

Seguro que desde ahora en más nos dejamos con las macanas de pedir: importado cuando somos nosotros los que tenemos la marca de calidad. ¡Que lo digan sino Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll!

El sábado cuando se anunció que el Goya a la mejor película extranjera se otorgaba a la uruguaya "Whisky" no pude contener esa emoción 'de país pequeño acostumbrado a las grandes cosas'.

Yo, y creo que como yo muchos uruguayos, pensábamos que Uruguay no es un país de cine. Sin embargo desde hace algunos años venimos siendo testigos de triunfos internacionales y en festivales y premiaciones de prestigio nuestras posibilidades han pasado a ubicarse en plano de igualdad con la industria cinematográfica de países donde el cine es considerado precisamente eso: una industria y no una quimera de cándidos ilusos.

Estoy hablando de un país donde la filmación de películas no tiene una tradición arraigada, del que sus actores o actrices deben emigrar para ser reconocidos en su valía, donde las autoridades no legislan porque simplemente parecen ignorar que los últimos años, de triunfo en el exterior, le han puesto pantalones largos a las producciones cinematográficas uruguayas.

¿NOS DESPERTAMOS CON HUELVA?

No es el único festival donde el cine uruguayo ha sido reconocido, ni mucho menos, pero el Festival de Cine Iberoamericano que desde 1975 se celebra anualmente en Huelva es el más prestigioso del cine español y ganar un 'Colón' es una distinción apetecida y tonificante.

Siguiendo la historia de la participación (o no participación) de nuestro país en Huelva no podemos dejar de preguntarnos si el siglo XXI no será el despegue de una industria nacional que pueda llevar a ser mas tradicional que el mismísimo dulce de leche.

Tuvieron que pasar casi dos décadas desde que en 1982 'Mataron a Venancio Ramos' de Juan Carlos Rodríguez, nos permitió recoger una Mención especial pero en la XVIII Edición del Festival, año 2001, Beatriz Flores Silva se llevó el primer premio: el 'Colón de Oro' al mejor largometraje con el film: 'En la puta vida', que también obtuvo en el mismo evento el premio: 'La llave de la prisión'.

¿Se dan cuenta de lo que estoy diciendo?, apenas estrenado el nuevo siglo y ya el cine uruguayo está en carrera porque un año después el reconocimiento se lo llevaría 'El viaje hacia el mar' de Guillermo Casanova& y van dos años seguidos de atesorar 'Colones de Oro' y también para esta película el premio 'Cine y Arquitectura' que entrega el Colegio Oficial de Arquitectos de Huelva.

Pero como no hay dos sin tres, en la oportunidad Hugo Arana se lleva también el Colón de Plata al mejor actor.

Pues, ya es cierto que nos estamos acostumbrando a oír durante la gala eso de& 'el Colón de Oro del festival de cine de Huelva este año corresponde&. a una película uruguaya&'

Y por eso nos pareció cosa de todos los días que en noviembre del 2004 la ganadora del 'oro' del XXX Festival fuera la representante de ese pequeñísimo país del que muchos pocos saben y como si nada, tanto directores como guionistas se llevaron también el 'Colón de Plata' segundo premio en importancia otorgado en este caso a la realización.

'Whisky' de Rebella y Stoll fue la ganadora del máximo galardón y ahora esperamos el Festival Iberoamericano del 2005 porque en esto de recoger estatuillas nos estamos haciendo prácticos y si en la distribución de los Oscares a Whisky le faltó apenitas un sorbo.

Seguro que llegará el día que no sea una quimera.

Porque no fue una fantasía ni mucho menos el Goya que se le otorgó como la mejor película extranjera de habla hispana ni los trece premios obtenidos en seis festivales internacionales: premio de la prensa Crítica Especializada y Premio Miranda Original en Cannes 2004; premio al Mejor Guión y a la Mejor Actuación Femenina en Lima 2004; premio a la Mejor película por el jurado oficial y por el jurado del público y Mejor Actriz en Gramado (Brasil); Primer premio y Mejor Actriz en el Festival Internacional de Tokio 2004; premios a mejor guión y mejor actriz en el Festival de Salónica (Grecia)

El Goya es el máximo galardón otorgado por la Academia de Cine de España y no podemos olvidar que en el año 2002 lo recibió otra película uruguaya: 'Corazón de fuego' internacionalmente conocida como 'El último tren' de Diego Arsuaga.

¿Verdad que es mucho más de lo que usted y yo pensamos existía de cierto, en esto del séptimo arte nacional?

Y eso que aún no hemos levantado los vasos para el brindis y el whisky sigue intacto esperando para ser apreciado en todo su sabor.

-'Por el cine uruguayo; porque ésta sea la década del despertar y porque desde el Parlamento, alguien tenga la buena idea de apoyar esta industria que seguramente con un poquito de esfuerzo por parte de todos nos permitirá repetir como consigna: 'Uruguay, país exportador de arte, importador de premios y repatriador de artistas'.

LA PELÍCULA

Es un drama filmado en Uruguay en el año 2004, dirigido por Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll con guión de éstos y Gonzalo Delgado de 94 minutos de duración
La producción estuvo a cargo de Fernando Epstein, Hernán Musaluppi y Chistoph Friedel; la fotografía fue responsabilidad de Bárbara Álvarez y la música a cargo de la Orquesta Reincidentes.
La interpretan Andrés Pazos (Jacobo), Mirilla Pascual (Marta) Jorge Bolani (Herman), Ana Katz (Graciela) y Daniel Hendler (Martín).



EL ARGUMENTO

WHISKY es la historia de tres personas solas, dos hermanos que hace muchos años que no se ven y una mujer que se hace pasar por esposa de uno de ellos para que el otro no capte la soledad del primero.
Pero en realidad es la historia de tres soledades; soledades que en todos sus dolorosos absurdos fueron magníficamente captadas con tal sutileza que la trama se enreda con los paisajes y una cámara por demás suspicaz.
El argumento se desarrolla entre Montevideo y Piriápolis, un balneario a menos de cien kilómetros de la capital.
Habla de dos hermanos judíos, Jacobo (Andrés Pazos) de 60 años que cuidó a su madre hasta la muerte de ésta y desde entonces vive solo dirigiendo una modesta fábrica de medias a punto de ser declarada en bancarrota.
Tiene una empleada, Marta (Mirilla Pascual) de 48 años, que es supervisora de la fábrica pero que trabaja sin poner límites a sus responsabilidades. Hace 20 años que se conocen, nunca hubo nada entre ellos más allá de una dependencia mutua que ellos mismos ignoran en toda su magnitud.
Al llegar del extranjero su hermano Herman, Jacobo pide a Marta que se haga pasar por su esposa y aquí comienza la verdadera trama de Whisky.

LOS DIRECTORES

Curiosamente, Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll nacieron ambos en el año 1974 en Montevideo.
Cursaron estudios de Comunicación Social en la Universidad Católica del Uruguay donde se licenciaron en 1999. Desde entonces vienen trabajando juntos, como directores y como guionistas de varios proyectos entre los que destaca el largometraje '25 watts' (2001) que también cosechó premios entre los que destacan, el correspondiente al mejor largometraje en el Festival de Rótterdam, mejor Opera Prima en el Festival de La Habana, Premio Fipresci y Mejor Actuación Maculina en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires.
Y como decía ¿levantamos la copa de whisky -o güisqui?; motivos tenemos.

Almería, el sur del norte, enero 31 de 2005