Año III - Nº 120 - Uruguay, 04 de marzo del 2005

 

 

 

 

 

EMOTIVO HOMENAJE A "PEPE" D'ALESSANDRO

Con la presencia del Intendente Departamental Carlos Machado, ediles de todas las bancadas, profesionales del medio y representantes de las instituciones sociales, culturales y deportivas  se cumplió en Treinta y Tres el anunciado homenaje a José D´Alessandro (Pepito).

El acto por demás emotivo y que fuera organizado por el Club de Leones, una Comisión de Amigos y el apoyo de la Intendencia Municipal,  contó con la presencia de la señora de “Pepito” Lilia Alzogaray y demás familiares.

La parte oratoria estuvo a cargo del presidente del Club de Leones Rúben Darío Lago quien dominando una profunda emoción señaló en una parte de su alocución:

“He asumido un tremendo compromiso al aceptar hacer uso de la palabra, en representación nada menos que de la “Comisión de Amigos de  “José (Pepe) D’ALESSANDRO RUIZ”; del Gobierno Municipal y del Leonismo Internacional. Les agradezco profundamente a todos por la confianza en mí depositada. Agradezco muy especialmente a Don Wilson ELSO, que propició y posibilitó este acto de justicia. También, al artista Alejandro Fabián QUINTANA, que talló con verdadera maestría la pieza principal de de esta Estela; al Arquitecto Eduardo RAVA, al Sr. Constructor Garat y demás operarios que han trabajado, para que todo este entorno tan prolijo, fuera posible. Creo que debemos agradecernos mutuamente, unos a otros esta comparecencia, porque es sinónimo de uno de los sentimientos de mayor estima y más preciados:-  “LA AMISTAD”. En este caso una amistad muy especial; porque trasciende lo comarcano, trasciende incluso la presencia física. ¿Porque digo esto?: porque en este momento y en los más diversos lugares, hay muchas personas que han manifestado por los más heterogéneos medios, que estarán junto a nosotros en espíritu y alma, sumándose anímicamente a este grupo. Es una amistad que tenemos en común; aunque a algunos ni siquiera los conozcamos. Estamos unidos en este momento por un hilo de oro, invisible y valioso pero común a todos. Ese misterioso hilo es la amistad que “José (Pepe) D’ALESSANDRO RUIZ”, nos dispensó. Destacaré algunas cláusulas de los Objetivos y Códigos de la Asociación Internacional de Clubes de Leones:

CREAR y fomentar un espíritu de entendimiento entre los pueblos del mundo.

TOMAR parte activa en el desarrollo del bienestar cívico, cultural, social y moral de la comunidad.

ALENTAR a personas responsables a servir en la comunidad sin buscar recompensa financiera personal; alentar la eficiencia y fomentar la uniformidad de una ética en el comercio, la industria, las profesiones, obras públicas y proyectos privados.

PRACTICAR la amistad como un fin y no como un medio. Sostener que la verdadera amistad existe, no por razón del servicio prestado, sino que se acepta con el mismo espíritu con que se realiza, sin pedir nada por ello.

TENER siempre presente mis obligaciones de ciudadano para con mi nación, mi estado y mi comunidad, profesándoles mi lealtad constante de pensamiento, palabra y obra, y dedicándoles generosamente mi tiempo, mi trabajo y recursos.

AYUDAR al prójimo consolando al atribulado, fortaleciendo al débil y socorriendo al menesteroso.

SER mesurado en la crítica y liberal en el elogio; construir y no destruir.

Casi no necesito explicar el por que de estas citas. Pero lo haré: En estas frases he descrito a Pepe; porque él supo cumplir sobradamente con todos estos preceptos y con muchos otros más. Cumplió así con la ética de un buen deportista, de un ciudadano ejemplar; fue ejemplo moralista en la política, en la amistad, etc.; Pero Pepe no cumplía con todos los códigos por obediente, ni necesitaba estarlos estudiando y releyendo para cumplirlos. Los cumplía desde el alma, con todo el corazón; con la más transparente y pura de las formas: el amor al servicio por el servicio mismo. Como todo ser tenía sus aristas e imperfecciones, pero como pocos trabajó en forma permanente y con verdadero ahínco por pulir y superar sus propias asperezas. Durante toda su vida, “Pepito” mantuvo esa conducta de superación personal; pero de una forma muy exclusiva. Quien no tubo la suerte de conocerlo; al escucharnos, puede pensar que era un hombre serio y severo; pues quienes fuimos distinguidos por su amistad sabemos que: nada que ver; Le recordamos más que nada por su jovialidad, por su manera de ser positivo, tolerante, respetuoso, pro-activo y alegre. Le recordamos por sus permanentes chistes y bromas, que no cesaban ni aún en los momentos más difíciles y de mayor tensión. Y muchas veces cuando se ponía serio y hablaba en serio, tenía que esforzarse por poner cara de serio, ya que muchos estábamos esperando el perfil gracioso del asunto; que siempre Pepe encontraba.  Recíprocamente, afirmamos (para que no queden dudas) que aún con sus permanentes chistes y bromas era un hombre responsable y serio, ya que siempre cumplió con todos las obligaciones que asumió, fueran del tipo que fuera. Con todo su ingenio y buen humor, nos obligaba a razonar, a pensar y a encontrar la mejor salida a todo. Fue ejemplo en el respeto por quienes
pensaban distinto. Manifestaba ese respeto haciendo chistes sobre esas diferencias, que podían ser de carácter político, religioso, filosófico o deportivo; pero esos chistes nunca hirieron y jamás impidieron que brindara su amor, su solidaridad y su compresión a todos. Con esos chistes nos hacía cómplices de las diferencias y nos obligaba a potenciar estas diferencias, para así aprovechar los lauros de una discusión amistosa, franca, digna y positiva.  “Pepito” fue un maestro de la laicidad y de la fraternidad. De él y con él aprendimos y comprendimos muchas cosas. . .El entusiasmo, nobleza y pasión que puso en cada acto, en cada gesto, en cada minuto de su vida, sirvieron de ejemplo a generaciones que le han sucedido en las muchísimas, innumerables instituciones que integró y dinamizo; algunas de las cuales están hoy, acá representadas. Con motivo de este acto, me han contado en estos días infinidad de anécdotas.

Daré solo un par de ejemplos:

  • Cuando comenzó la campaña para que pusieran teléfono en la Barra del Chuy, consiguió dos teléfonos (de los de la época, con manivela) y los conectó uno en cada pieza de su casa, de forma que funcionaban. Luego hacía llamar a los vecinos y amigos diciéndoles que vinieran enseguida que tenían una llamada telefónica; cuando llegaban jadeantes, pensando en sus familias y sus bienes, en sus domicilios de fuera de temporada: les hablaba Pepe (desde el otro teléfono) para presentarles la necesidad de trabajar e integrarse al grupo que estaba gestionando la central telefónica para la Barra del Chuy.  (Muy elocuente, ¿NO?).
  • Julio Dornel, periodista de Chuy, dice en uno de sus correos electrónicos: “Integré  aquellas comisiones de luz y agua para La Barra con “Pepito” y don Pedro Artígas entre otros ilustres olimareños. Lo más importante eran los concursos de “Miss Barra” en que éramos integrantes del Jurado… bueno lo demás se podrán imaginar: “Pepito” encargado de medir las chicas (90-60-90); hasta que un día la “Gorda” le dio golpe de estado y paso ella a integrar el Jurado.”

Y acá vamos a dar un giro al asunto. Pasamos a otra cosa que es todo un tema y merecería un capitulo especial:

“Mimosa”

Muchas veces hemos oído decir que “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”. Eso en este caso no se aplicó en todos sus términos.

Pues si bien Mimosa es indudablemente una gran mujer, nunca estuvo detrás de “Pepito”. (Bueno, tal vez sí… cuando era su novia…).

Mimosa estuvo siempre al lado de él. Incluso delante. Compañera inseparable, le amó y le apoyó sin reservas; Le supo comprender y perdonar  sus múltiples chistes y traspiés; Fue su ángel, su confidente, su complemento. Ella amó las cosas, los amigos, las ideas de Pepe pero con una hidalguía, un señorío, una verticalidad que muchas veces cuesta entender. Eso solo es posible para quien está seguro de lo que quiere.

Mimosa aún muestra un brillo especial en sus ojos cuando nombramos a Pepe. Sin duda ese brillo estará en sus ojos por siempre, porque evidentemente es una mujer muy valiosa y especial, a la que los amigos de Pepe, también homenajeamos hoy con este sencillo pero emotivo acto. No me cabe duda amigos míos; No tengas duda Mimosa: Pepito nos está observando desde algún lugar destacado del firmamento; sonriente y complacido; y… con seguridad haciendo un chiste sobre nosotros y sobre este acto, a alguno de los muchos amigos que como él, se nos adelantaron un paso, en el sinuoso y complejo camino entre el tiempo y de la eternidad.”