¡Qué pequeños! por Javier García

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         En Argentina los llaman los "brazos gordos" y estuvieron esta semana en Plaza de Mayo, por orden del gobierno de aquel país, disolviendo a palo y trompada una pacífica manifestación popular con caceroleada. Son la patota del sindicalismo corrupto que en Argentina se construyó a fuerza de dinero y prebendas y de los conocidos "punteros" que reparten los dineros públicos que subsidian a buena parte de la militancia de base del oficialismo argentino.

         Pero la patota no siempre es tan burda ni bruta y a veces tiene mecanismos más sutiles de presionar. Es la misma horda pero con perfume intelectual.

         Esta semana el Partido Socialista emitió un comunicado penoso y ruin. En el afán de desacreditar a la Suprema Corte de Justicia que se aprestaba a emitir su fallo de inconstitucionalidad al IRPF de los pasivos arremetió, sin saber de límites, contra una jueza, la Dra. Bossio, acusándola de corrupción, porque de ello fue acusada, o peor aún, sospechada porque no se animaron a decirlo de frente. Hasta en eso hubo cobardía.

         Dicen que consultarán a juristas para evaluar la necesidad de que un magistrado se abstenga cuando considera un caso que lo pueda comprender. Esto, anunciaron, apunta a que "la resolución de la Suprema Corte de Justicia sobre los recursos presentados contra el IRPF a las pasividades sea lo más transparente posible y por lo tanto no deje lugar a dudas sobre su legitimidad".

         La Dra. Bossio tiene 40 años de jueza y se jubila, luego de la extensa carrera, en diez días. La Asamblea General le dio la responsabilidad, por unanimidad, de integrar la SCJ hasta el día de su retiro, ni un minuto menos. Le confirió todas las atribuciones de un magistrado en la cúspide de un Poder independiente, con las únicas limitaciones que impone la Constitución y la Ley. En ella confió todo el sistema político, los socialistas también, tan así es que la abrazaron efusivamente, como todo el parlamento.

         Se confió en ella y sus antecedentes para hacer justicia, no política. Y así actuó.

Invitación El lunes 7 de abril, hora 11.00, Sala 8 del edificio anexo del Palacio Legislativo, se realizará una conferencia de prensa. Una comisión de vecinos de Montevideo con Javier García, lanzan la recolección de firmas en contra de los aumentos de la Contribución Inmobiliaria. Por la importancia y el impacto que el tema ha tenido en nuestra sociedad, los estamos invitando a que nos acompañen en la misma.

         Una vez conocida su posición sobre la inconstitucionalidad del tributo, el Partido Socialista, que conduce un dirigente de estricta confianza del presidente Vázquez, Eduardo Fernández, puso en duda la legitimidad y la "transparencia" de la jueza. Por oposición, dicen en su comunicado que su fallo es ilegítimo y oscuro.

         No se animan a acusar, sino que hacen lo peor y es cubrir de dudas y sospechas su voto. Quieren deslegitimarlo en virtud de que cuando ella se jubile su pasividad tampoco será gravada, como si quienes escribieron ese panfleto no se fueran a jubilar nunca. Habría actuado por su jubilación y no por la Constitución. Es una inmundicia de acusación. ¿Hay derecho a ensuciar el honor de una jueza por el sólo hecho de discrepar con su veredicto?

Gentileza de Teledoce

         Que el enchastre provenga del Partido del presidente agrava las circunstancias, porque quedará la duda de si desde allí no se espoleó el agravio. El objetivo del gobierno es amenazar al Poder Judicial y advertirle que no tendrá límites para que se someta a su imperio. Es por ello antidemocrático.

         Es lo mismo que la patota piquetera de Argentina, con D`Elía y Moyano a la cabeza, a los que recurre aquel gobierno para amedrentar a quienes piensan diferente.

         Allá reparten trompadas, acá el método es aun peor porque no deja rastros físicos, pero hiere más profundo. Allá se los conoce por el tamaño de sus brazos y aquí por su pequeñez de espíritu. Allá tienen "los brazos gordos", acá tienen las dignidades flacas.