Año III - Nº 155 - Uruguay, 04 de noviembre del 2005

 
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CARTA ABIERTA AL GOBERNADOR BUSTI

Sr. Jorge Busti
Gobernador de la Provincia de Entre Ríos
República Argentina

Estimado Sr. Busti:

Escríbole esta carta para aclarar varios puntos los cuales son de suma importancia para una mutua comprensión entre el Uruguay y la Argentina.

La República Oriental del Uruguay es un país independiente desde hace 175 años; lo cual significa, que respetando el derecho internacional y las buenas relaciones con nuestros vecinos y con toda la comunidad internacional, no somos proclives a que ningún país y ningún político intervengan en nuestros asuntos internos. Los problemas de los uruguayos los solucionamos los uruguayos. Y aquí debo, aclararle, también, que las políticas seguidas por usted al intervenir directa o indirectamente en nuestros asuntos con el Banco Mundial sobre los préstamos para las papeleras; nuestros asuntos internos al conceder asuetos pagos y transporte gratuito a ciudadanos uruguayos para que viniesen a votar, son intromisiones en nuestros asuntos internos.

También es una incalificable descortesía, que vuestro Presidente haya desoído premeditadamente los llamados telefónicos de nuestro Presidente para felicitarlo por su victoria electoral de unos días atrás.

Los uruguayos no nos entrometemos en asuntos privativos de los argentinos, y lo mínimo que esperamos es reciprocidad.

Estos puntos se los aclaro especialmente porque la mayoría de los políticos argentinos consideran a nuestro país como una provincia más de vuestra República, hecho por demás agraviante, arrogante y que denota una cultura incivil y antidemocrática.

Sus intentos desesperados por intervenir en nuestros asuntos, lo han llevado a formar un "lobby" en el cual está integrado también el embajador argentino acreditado ante nuestro gobierno el Sr. Patiño Mayer, que ha hecho declaraciones agraviantes hacia nuestro gobierno, nuestros gobernantes y nuestro pueblo.

Aclárole que no pertenezco al partido de gobierno, sino que soy un opositor, pero como demócrata, si el Dr. Vázquez fue elegido por la mayoría, es también "mi" Presidente, y si los correligionarios del Dr. Vázquez ocupan cargos de gobierno, son también respetados por mí al ser elegidos por la mayoría.

Sepa usted que en Uruguay cuando la mayoría decide una cosa, la minoría lo acata (es el ABC de la democracia representativa), hecho que no ocurre en su país: cuando la mayoría dice una cosa, la minoría hace lo que quiere.

Sus desesperados intentos, junto a su Presidente, de bloquear la construcción de las papeleras que se están instalando sobre la ribera del Río Uruguay es un hecho patético, falto de la más elemental norma de convivencia pacífica entre dos países vecinos. Los ataques a estas iniciativas han sido varias y desde todos los puntos posibles y usted y su Presidente han sido el hazmerreír de la comunidad internacional por sus infantiles, caprichosos y paranoicos intentos de obstrucción y para afirmar mis dichos le recomiendo que lea las declaraciones de los responsables del Banco Mundial, y de algunos otros líderes políticos, especialmente nórdicos.

Si las compañías propietarias de las papeleras y otras que ya están pensando en instalarse en los próximos años, han decidido hacerlo en Uruguay, es porque nuestro país tiene una estabilidad política y económica que el suyo no la tiene ni la tendrá jamás, mientras estén en el gobierno personas como usted y vuestro Presidente. Las compañías como Botnia y Ence, antes de tomar una decisión del calibre de invertir miles de millones de dólares en unas fábricas, hacen primero un estudio muy detallado de las situaciones políticas y sociológicas de los países en los cuales es posible hacer dicha inversión. Es, por demás evidente, que ustedes perdieron por muchos cuerpos en esta carrera. Y la causa fundamental, primaria y palmaria fue el grado de "corrupción institucionalizada" (CEPAL dixit) que han detectado estas compañías en su país.

Por otro lado es de conocimiento público que las compañías forestales de su provincia están muy satisfechas de tener plantas de procesamiento para sus productos, mucho más cercanas a las actuales consumidoras y saben que sus productos serán pagados según se acuerde entre ellos y las empresas.

En Uruguay los contratos entre privados o entre privados y el Estado se respetan independientemente de quien sea el gobernante; la Justicia es totalmente independiente de cualquier otro Poder del Estado y básicamente no somos ni xenófobos, como lo son ustedes (incluso con vuestros propios compatriotas del norte), ni tampoco arrogantes, ni altivos, ni altaneros, ni soberbios, ni presuntuosos, ni impertinentes, ni despreciativos. Somos personas normales que defendemos nuestros intereses dando la cara.

Denota, además usted, una falta de información rayana en el absurdo, al intentar descalificar estas fábricas por contaminantes. Si usted o alguno de sus asesores o si no los tuviese los debería de haber contratado, se hubiese tomado la molestia de informarse sobre los procesos que dichas industrias utilizarán, usted vería que el argumento de la contaminación es inconsistente a tal grado que es demostrativo de su incapacidad para pensar en otra cosa que no sea la obstrucción de las obras ya comenzadas,

Y si además usted leyera atentamente los informes de la ONU, concretamente los del PNUD, sabría que los últimos estudios dan como país más contaminante a la Argentina y como menos contaminante al Uruguay, en Latinoamérica; estando nuestro país en valores cercanos a los de Finlandia que es el menos contaminante del mundo.

Otro tema es que el Río Uruguay es un río compartido por ambos países, para ello está la comisión Mixta que regula las actividades sobre dicho río. Bueno sería que los técnicos de esta comisión sean quienes dictaminen sobre los hechos. Ambos países tienen la responsabilidad de mantenerlo limpio y saludable, pero el Río Uruguay tiene afluentes que no están en territorio uruguayo y sí están en territorio argentino los cuales son contaminados a mansalva, sin controles de algún tipo, por papeleras antiguas y otro tipo de industrias, cuyos procesos sí son contaminantes; pero eso usted no lo ve, o mejor dicho ni quiere hablar del tema si no se le viene el castillo de naipes al suelo.

Los controles que harán los organismos competentes de nuestro país son de una prolijidad y una independencia de los intereses foráneos encomiable; hecho también éste que en su país no ocurre. En la Argentina se arreglan los análisis al mejor postor, y lo digo por experiencia propia, ajena por completo a este tema de las papeleras.

El boicot que intenta hacer su Presidente y sus adláteres al turismo argentino hacia Uruguay no será más que una frustración para ustedes. ¿Cree usted y su Presidente, que el ciudadano que quiera venir al Uruguay escuchará vuestros cantos de sirena? No, Sr. Busti, no lo hará, porque el argentino medio conoce muchísimo mejor que yo los entretelones vergonzosos que existen en su país; sabe que aquí puede pasar sus vacaciones tranquilamente sin temor a que lo roben ,ni que lo secuestren, ni que le vendan buzones; y esto es una intromisión en nuestra política interna también, y lo peor es que es en represalia a una decisión que ha tomado todo el pueblo uruguayo en apoyo a su gobierno de que las papeleras se construirán, mal que les pese al gobernador entrerriano.

Si usted y su Presidente quieren inversiones de países industrializados empiecen por cortar con la "corrupción institucionalizada" que campea impunemente por toda la Argentina. El día que puedan demostrar que la Argentina es un país en serio, y no un remedo de país, seguramente que todo el mundo querrá invertir, porque es un país riquísimo con las 4 estaciones simultáneamente...... y otro problema de la Argentina es que el 50% de los argentinos se rompen el lomo trabajando, y el otro 50% son unos "aprovechados" que viven del trabajo de sus compatriotas concientes de su deber.

Los consejos, Sr. Busti, se toman o se dejan....en general se dejan, pero le recomendaría que a este lo tome: limpie su país y verá cómo todo el mundo respetará a la Argentina; mientras no lo haga será un país riquísimo, pero de opereta.

Alvaro Kröger
Montevideo-Uruguay