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Año V Nro. 367 - Uruguay, 04 de diciembre del 2009
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¡Ese es el Uruguay del que reniego! El que mintió antes de las elecciones. ¡El que miente después! ¡El que se miente siempre! Acabo de pedir la baja en todas las publicaciones uruguayas que recibía. No quiero saber nada del lugar en que nací. ¡Es tan arbitrario haber nacido en Uruguay, como el nombre que llevo desde ese día! Así como ese país ha renegado de su Historia, de su nacimiento, de sus antepasados, así renuncio a integrar esa “culta mayoría” que ha renunciado a su identidad. Dirán que estoy dolido… ¡Claro que estoy dolido! ¿De qué otro modo puedo sentirme, cuando mis hermanos desconocen a sus padres? Cuando los que triunfaron convenciendo a todos de que sus adversarios eran ladrones, borrachos, coimeros… cuando luego del triunfo los abrazan y los conminan a participar de reparto del botín… ¿En qué quedamos? ¿Antes eran indignos y ahora son útiles? ¿Los excusa y justifica el decir: “Lo hacemos por la Patria” ¿Antes el líder de los 40 ladrones era un borracho que se había enriquecido robando, pero ahora lo invitan a gobernar juntos, es decir, a robar juntos? ¿Y el “borracho ladrón” acepta gustoso? ¿El “asesino sedicioso”, el “borracho ladrón” y el “Pedro sin apellido” heredero de “sueños dictatoriales” perdieron junto con las elecciones sus máculas y relucen ahora, como límpidos nenúfares propiciatorios de un “venturoso nuevo Uruguay”? ¿Era todo un trágico simulacro, que intentaba tan sólo, quedarse con la porción más grande del botín? ¿Los asesinos, copadores, secuestradores, ladrones, terroristas, quedaron libres de pecado, como de sanción y ascendieron a la categoría de preclaros, ilustres e iluminados benefactores de la humanidad? ¿Y yo puedo sentir orgullo patriótico de compartir “ciudadanía con ese conglomerado de farsantes oportunistas malversadores de confianza? ¡No y mil veces no! Desde el 30 de noviembre del año 2009, aunque tarde, renuncio a mi nacionalidad oriental y me declaro ciudadano del mundo. ¡Exceptuando por supuesto ese lupanar situado al este del río Uruguay! Renuncio voluntariamente a todo vinculo con esa masa de seres que sólo son dueños de la tan mentada “viveza criolla” que es en definitiva, la piedra fundamental de la delincuencia y la más vil explotación de la siempre crédula ignorancia. ¡Ahora que desde lo más íntimo de mi alma, nace el repudio a esa comunidad, sacudo como recomendó Jesús a sus discípulos hasta el polvo de mis zapatos y me alejo para siempre de ese lugar…! Desde hoy Uruguay será para mí, algo tan desconocido como lo es por sus carencias, para el resto del mundo. ¡Pienso que las lágrimas que queman mi rostro, también habrán quemado el rostro de aquel decepcionado Artigas, lejos del país del que renegó como yo… en la misma despedida…! ¡Querido hermano Artigas, recién ahora, siento lo que tú sentiste…! ¡Ahora te comprendo cabalmente! ¡Sé que a ningún “uruguayo” le importa lo que yo piense o haga! Como no le importó lo que tú, José Gervasio pensaste e hiciste… ¡Y me congratulo por ello!Gentileza de: Uruguay Perdido para Informe Uruguay
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