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Año V Nro. 367 - Uruguay, 04 de diciembre del 2009
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Entre ambos países reúnen 1500 millones de habitantes, uno de cada cuatro habitantes de la Tierra está en su territorio. El mismo tiene una superficie de 26 millones de kilómetros cuadrados casi el 205 de la tierra firme del planeta. En Rusia los Romanov, en China los Qing, ambas dinastías se iniciaron en el siglo XVII y terminaron en el mes de octubre, la China en 1911, la rusa en 1917. En ambos países se trató de establecer un régimen democrático liberal, tipo Estados Unidos, antes de que los comunistas con el marxismo como ideología llegaran al poder. En Rusia el intento fue muy efímero, en China más prolongado, pero igual ambos fueron fallidos. La revolución comunista rusa se apoyó en el proletariado, la china en el campesinado. Los dos fueron de los países ganadores de la Segunda Guerra Mundial, por esa razón ocupan cargos permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Ambos también fueron protagonistas de la etapa histórica posterior llamada Guerra Fría, aunque en este caso fue más protagónico el papel de Rusia que el de China. La República Popular China inició la transición hacia el modelo económico de mercado en el año 1978, mientras que Rusia lo hizo en 1991. China lo hizo sin arrastrar traumas de ningún tipo, el gobierno basado en el partido único (comunista), ha sido exitoso en el crecimiento económico. La rusa, sí ha sido una transición traumática, dejando el marxismo-leninismo y tratando de establecer un sistema democrático electoral, ha tenido menos éxitos económicos e incluso de índole política comparada con el gigante asiático. Con sus altas y bajas, con sus interrupciones, estos dos grandes de la historia universal, acaban de celebrar 60 años de relaciones diplomáticas. Jia Qinglin en representación del gobierno Chino en una delicada pieza de oratoria dijo: “Las relaciones entre China y Rusia se han convertido en una de las relaciones más vigorosas e influyentes del mundo, lo cual no solamente beneficia a los dos pueblos sino que también contribuye a la paz y al desarrollo del mundo”. Lo externado por el Presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) no tiene discusión. Los dos países por la importancia que tienen en el contexto mundial son un contrapeso fundamental para mantener el equilibrio de poderes en las Relaciones Internacionales. A pesar de que entre ambos países aún subsisten problemas fronterizos, espero por el bien de la humanidad que se encaminen hacia una paz duradera benéfica para todos. ¡Hasta el próximo análisis…! © Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay
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