Lo que sigue es otro intento breve y comprensible para interesar al lego en cuestiones de la Economía, una ciencia fascinante que merece ser mejor entendida por el ciudadano común. Lo que ahora hago es ver a la Economía como la ciencia que estudia decisiones para crear bienestar y las limitaciones que esas decisiones tienen.
Escribí no hace mucho una columna, Economía, ¿Qué Es?, la que exploré el terreno de la Ciencia Económica. Deseo ahora profundizar en esto. Lo que persigo es crear curiosidad intelectual en una ciencia fascinante.
La pregunta que puede iniciar todo es simple. ¿Es la Economía una ciencia?
La respuesta es sí, pues estudia sistemática y organizadamente una parte de la conducta humana: la de las acciones y decisiones sobre el uso de recursos escasos para la elevación del bienestar. Hay en esto tres elementos que deben señalarse explícitamente:
Primero, las personas, las que toman decisiones y realizan acciones, lo que hace de la Economía una Ciencia Social.
Segundo, los recursos existentes, todas esas cosas que se usan para satisfacer necesidades y que se reconocen que son escasas.
Tercero, el fin de las acciones y decisiones, que es un objetivo de satisfacción de necesidades, es decir, de elevación del bienestar.
La Economía, en pocas palabras, es la ciencia que estudia las decisiones humanas sobre el uso de recursos escasos. Es una ciencia destinada al estudio de decisiones humanas, lo que supone necesariamente que el ser humano puede percibir la realidad, puede razonar entendiendo relaciones de causa y efecto y es libre para realizar la acción decidida.
Sin estos requisitos de capacidad de entender la realidad, de razonar y de ser libre, la Economía no tendría sentido.
Veamos más de cerca esas decisiones humanas. Ellas son individuales, tomadas por personas que conocen la existencia de recursos limitados que pueden ser transformados en satisfactores de necesidades, lo que eleva el bienestar personal. Esas decisiones tienen límites, que son:
1. Restricciones producidas por la realidad del mundo. Pueden llamarse restricciones naturales, en el sentido de que están contenidas en la propia naturaleza y no pueden ser modificadas, pero sí aprovechadas. La más clara limitación es la existencia de recursos escasos. Otra limitación clara es la existencia de leyes físicas imposibles de modificar.
2. Restricciones generadas por la acción humana. Por esto pueden llamarse así, restricciones humanas y tienen la característica de poder ser modificadas. Quizá el ejemplo más claro es el de las leyes de gobierno, sin duda una limitación para las decisiones humanas, pero que pueden cambiar. La moral o ética es otra limitación de las decisiones posibles de tomar, igual que las costumbres.
3. Restricciones generadas por el nivel de conocimiento. Son las restricciones tecnológicas que imponen limitaciones a las decisiones sobre la transformación de los recursos en bienes satisfactores. Es una función del nivel de conocimiento científico y está muy bien ilustrada en el uso de sistemas de información, no disponibles hace algunos años. La invención de la máquina de vapor es un ejemplo tradicional.
4. Restricciones circunstanciales. Son las que cubren una variedad de ellas, que no caben propiamente en las anteriores, generalmente referidas a las producidas por incertidumbres como el comportamiento del clima, o la aplicación de políticas económicas de gobierno.
5. Restricciones sistémicas. Son las que sin remedio impone el proceso de decisiones y acciones humanas, millones de ellas, dentro de un sistema de enorme complejidad en el que existen afectaciones mutuas, positivas y negativas, imposibles de prever con certeza.
Todas esas restricciones limitan las posibilidades de decisión sobre el uso de recursos escasos. Recursos que son de diferentes tipos y que los economistas han clasificado en los siguientes muy conocidos tipos.
Tierra. Es un nombre genérico y que en pocas palabras cubre a los recursos naturales disponibles. Para ser considerados dentro de esta clasificación, esos recursos deben estar en su estado o forma original, como por ejemplo, el agua en un río.
Trabajo. Otro nombre genérico que designa a las personas, otro recurso escaso. No hace una distinción entre tipos de trabajo y habilidades.
Capital. Es la otra serie de recursos que no son naturales ni de personas. Son bienes ya transformados de alguna manera, como agua ya entubada; edificios, pero no la tierra original en la que están construidos. Quizá un martillo sea el ejemplo más primitivo de capital.
Emprendedores. Este cuarto recurso, no siempre considerado, designa a las personas que crean las ideas de satisfactores de necesidades usando los recursos disponibles, deciden implantar sus planes combinando los recursos y supervisando esa creación.
Es vital comprender que el estudio de las decisiones humanas que hace la Economía, por obligación implica también el estudio de las cinco restricciones anotadas y las que impone la escasez de los cuatro tipos de recursos.
Finalmente, para comprender la naturaleza de las decisiones que la Economía estudia, debe enfatizarse la escasez: la decisión de usar qué recursos en la producción de qué satisfactores, sabiendo que lo que se dedique a producir el bien Z, ya no puede usarse para la producción del bien X.
Esto es una de las bases más centrales de la Economía y por obvia que sea, debe recordarse.
Si se quiere producir más de cualquier bien, esa decisión implica que también se decide producir menos de otro(s). Es decir, la decisión tiene dos caras: decidir usar un terreno para plantar maíz es igual a tomar la decisión de no usar ese terreno para producir el resto de bienes posibles (trigo, espárragos, o bien usar el terreno para construir un edificio).
¡Bienvenidos al mundo real! No hay otra manera posible de decidir sobre el uso de recursos. Toda decisión significa la renuncia de los otros cursos posibles de acción. Por obvia que sea esta consecuencia de las decisiones económicas, debe ser hecha explícita porque suele ser olvidada por quienes ignoran la realidad de la escasez.
¿Cómo resolver el problema de la escasez y aliviar las consecuencias de las decisiones de uso de recursos?
La respuesta, afortunadamente, se conoce. Se llama productividad o eficiencia y consiste en hacer más con menos, de forma que pueden tenerse más recursos para la producción de otros bienes. Por ejemplo, el riego por goteo libera agua para ser usada en otras funciones.
Los recursos claves para el aumento de la productividad son trabajo, capital y emprendedores. Los recursos naturales, la tierra, son fijos; pero a más capital más productividad y más satisfactores creados. La misma consecuencia tiene el trabajo, cuando se hace más preparado y capacitado y así produce más y gana más. Cuantos más emprendedores existan, se logrará lo mismo, más eficiencia en el uso de los recursos.
Esto tiene una consecuencia profunda: el bienestar crecerá en la medida en la que a largo plazo se facilite la creación de capital, la capacitación del trabajo y las acciones de los emprendedores.
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