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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 376 - Uruguay, 05 de febrero del 2010 |
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Corría el 27 de enero del año 1945, a pocos meses del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército de la Unión Soviética liberó el campo de concentración nazi de Auschwitz situado en territorio polaco. Esos soldados del Ejército Rojo, duros, curtidos por varias batallas, algunos de ellos incluso venían participando en el combate desde “la guerra patria”, librada contra los invasores alemanes a su país, no pudieron dejar de conmoverse ante el espectáculo “dantesco” que se presentaba ante sus ojos. Montañas de cadáveres, el fétido olor a muerte invadía todo y como si fuera poco, la presencia de las siluetas esqueléticas de los sobrevivientes, deambulando, esperando pronto recuperar su dignidad humana. Hasta el día de hoy, no se ha podido encontrar una explicación por parte de los científicos sociales y equipos multidisciplinarios de como fue posible que se cometiera un crimen de esta magnitud. La “Shoa”, como se le conoce en hebreo representa uno de los episodios más trágicos de la historia de la humanidad. Auschwitz fue un engranaje de una máquina de muerte, de un plan infernal minuciosamente elaborado por los nazis con el fin de acabar con las “razas inferiores”, judíos, eslavos, gitanos, etc. Transcurría el año 2005 cuando en sesión extraordinaria, la Asamblea General de Naciones Unidas, estableció el 27 de enero como el “Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto”. El objetivo sería conmemorar y enseñar lo acontecido “con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro”. Lamentablemente con el paso del tiempo han surgido quienes han tratado de negar este Holocausto, e incluso niegan la existencia del campo de concentración de Auschwitz, donde en sus cámaras de gas y hornos crematorios fueron asesinados más de un millón de personas, en su mayoría de origen judío. Entre quienes en los últimos años se han unido a este execrable grupo se encuentra el Presidente de la República Islámica de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, quien ha fungido en innumerables ocasiones como anfitrión de encuentros mundiales de personas y sociedades negadoras del Holocausto. Por otra parte, es conveniente recordar que en varias ocasiones el mandatario persa ha declarado sin tapujos su interés de aniquilar al Estado de Israel, lo cual nos habla de una conspiración para realizar un nuevo holocausto contra el pueblo judío. Según el Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, “El Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, debemos hacer algo más que recordar y velar por que las nuevas generaciones conozcan esa parte de la historia. Debemos aplicar las lecciones del Holocausto al mundo actual y hacer cuanto podamos para que todos los pueblos gocen de la protección y los derechos por los cuales luchan las Naciones Unidas”. Solamente hay un camino y ese es la educación en la tolerancia y la paz, de esa manera podremos generar el antídoto contra estos “bárbaros”, y así respetar los derechos humanos. ¡Hasta el próximo encuentro…!
© Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay
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