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No preguntes lo que tu país te puede dar, sino lo que tú puedes darle a él.
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Año V Nro. 380 - Uruguay, 05 de marzo del 2010 |
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Será que la “promesa de unidad” hecha en la pasada Cumbre de Cancún en territorio mexicano, ha sido culpable del llamativo silencio de la mayoría de los Gobiernos de la región ante la muerte del preso político cubano Orlando Zapata Tamayo. Este, después de 85 días de huelga de hambre en su lucha por defender la libertad de expresión en la isla caribeña, donde la misma es inexistente en el régimen dictatorial comunista que comandan los hermanos Raúl y Fidel Castro. Ese silencio ha contratado con las numerosas condenas de una muerte, que para muchos se pudo evitar. Esto unido a innumerables llamamientos al gobierno de Cuba procedentes de Estados Unidos y la Unión Europea para que ponga en libertad a los presos políticos y el régimen comunista imperante garantice los derechos humanos. La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba calificó la muerte de Zapata como una “tragedia”. Mientras que Osvaldo Payá, dirigente opositor, considera que los dardos de los comunicados internacionales no fueron sólo para el gobierno cubano, sino también para sus “cómplices” en el continente. Sostuvo que se denunciará a todos los gobiernos que en este continente y en el mundo junto a muchas instituciones y personajes, prefieren la relación armoniosa con la mentira y la opresión a la solidaridad abierta con el pueblo cubano. “Todos son cómplices de lo que ocurre y de lo que ocurra”. Orlando Zapata Tamayo, era un albañil que cumplía una condena de 36 años de cárcel por delitos considerados políticos y murió a causa del deterioro sufrido por su prolongado ayuno, donde reclamaba ser tratado “como un preso de conciencia”, estatus que le reconocía Amnistía Internacional (AI). El Presidente Raúl Castro “lamento” la muerte de Zapata y negó que la misma se debiera a la tortura como afirmó la madre del disidente, Reina Tamayo. Por su parte el subdirector de Human Rights Watch, Daniel Wilkinson, pidió a Estados Unidos y la Unión Europea después de también considerar trágica la muerte de Zapata, cambiar su política hacia Cuba, porque se ha demostrado que la misma “no funciona”. Externo que los presos políticos en la isla viven en condiciones “horribles” y no tienen “ningún derecho” ni “ningún mecanismo para protegerse de los abusos”. Recordemos lo que dijera el Presidente de Costa Rica Oscar Arias, Premio Nóbel de la Paz, al externar su desacuerdo de que a la Cumbre realizada en México, no fuese invitado el Presidente de Honduras, Porfirio Lobo, elegido en las urnas, debido a que este país está suspendido por la Organización de Estados Americanos (OEA) por un golpe de Estado, que al contrario de la muerte de Zapata provocó un aluvión de condenas en Latinoamérica. Una vez más, la dictadura comunista de Cuba, cobra una vida cuyo único crimen fue luchar en la defensa de la libertad de expresión, algo que al régimen lo aterroriza. Aunque también tomemos en cuenta que en las “democracias” latinoamericanas donde gobiernan sus admiradores, la libertad de expresión y de prensa está sufriendo enormes presiones diariamente. ¡Hasta el próximo análisis…!
© Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez para Informe Uruguay
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