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Año III - Nº 180
Uruguay, 05 de mayo del 2006
Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
 

 

 

 
MI BALNEARIO : EL PINAR
* Carlos Arce
Porto Alegre/Brasil
 

Hoy en dia veo a los niños trancados entre rejas, con sus computadores jugando ON LINE o sus video games y con alegría recuerdo lo "sueltos" que eramos.

Desde 1950 tenemos una casa que primero fue de veraneo y de fines de semana y despues como vivienda permanente en el Balneario EL PINAR.

Al comprar mi madre un lote en un remate la expresion de los familiares fué "que locura, tan lejos , en el medio de un arenal."

Pero que lindo que era, un territorio casi virgen a ser explorado.
Mas tarde el terreno de 1600 mts fue dividido en dos y vendido a mis tios.

Los juguetes que teníamos para divertirnos tenian un costo " cero", dos latas de conservas usadas y lavadas y un cordon de algodon, constituian nuestro teléfono " alambrico", que permitian la comunicación de pino a pino.

Una rama de acacia, una cuerda y el alambrecito de un gancho de ropa se convertian en una ballesta.

Una palita y un balde de plástico, y una playa de 5 kms de extensión nos hacian arquitectos en la construcción de castillos de arena.

Una hoja del diario EL DIA, por supuesto de los domingos, despues de leido se convertia en un sombrero o en un barquito que largabamos en alguna canaleta despues de una lluvia fuerte.

Un trompo de madera con una chaura, las bolitas y el bochon de vidrio, las figuritas que dabamos vuelta con un golpe seco con la mano cerrada, y las dificiles o selladas que cambiabamos en el colegio por 5 comunes o repetidas.

Nunca les pasó por la cabeza a nuestros padres que nos podíamos perder o pasar por algun tipo de violencia.

Solo alguna advertencia : " Nene no te hagas el loco y veni antes del anochecer" ... aunque muchas veces volviamos embarrados, lastimados y con noche obscura...

" Anda a bañarte antes de comer, mira que manos imundas tenes, deben estar llenas de micróbios"...

Con la bici sin salir de los limites del balneario, teníamos 165 hectareas a recorrer.

Ir a la playa principal a recoger botellas y demas objetos que la corriente traía.

Ir hasta la barra del arroyo Pando a bañarnos en sus arenas inmaculadas , andar de canoa hasta el puente, aunque a veces se daba vuelta, irnos hasta Pando de bicicleta toda una hazaña ( 8 kms de ida y otros 8 de vuelta ) por las chacras y la ruta 101.

Comernos un helado descansando en la plaza principal abajo de un arbol, agarrando fuerza y coraje para la vuelta.

Pescar unas mojarritas en las lagunas de las areneras, con un anzuelo chiquitito dorado y alguna lombriz encontrada abajo de una piedra.

Se que para algunos amigos en cualquier lugar del mundo que se encuentren ahora, los transportará en decenas de años a NUESTRO paraiso perdido de la infancia , pero digo " QUE LINDO HABERLO VIVIDO PA´ PODERLO CONTAR"...

 
 
Informe Uruguay se halla Inscripto en el Registro de Derechos de Autor en el libro 30 con el No 379
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