Uruguay en la mira del
bolivariano Hugo Chávez
* Emilio Cárdenas
Venezuela y la República Oriental del Uruguay acaban de suscribir acuerdos de comercio bilateral que involucran a empresas públicas y privadas de ambos países en diversas áreas productivas.
Uruguay es la nueva ambición del siempre expansivo presidente de Venezuela, el dinámico e incansable Comandante Hugo Chávez. Esto es lo que sugiere abiertamente la primera rueda de negociaciones bilaterales sobre posibles inversiones venezolanas en la Banda Oriental que acaba de culminar en Caracas, Venezuela. Allí se cerraron, de acuerdo a lo informado por la prensa, negocios privados por valor de unos 120 millones de dólares. Además, están los negocios públicos, que son los que interesan primordialmente a Chávez, por cierto.
Para la pequeña Uruguay, esto es relativamente significativo. Recordemos aquí que el presidente oriental, Tabaré Vázquez, que es un dirigente fácil de seducir por su obvia predisposición ideológica, ya era socio del mentado Hugo Chávez así como de nuestro inefable Néstor Kirchner y del eterno Fidel Castro en el nuevo canal bolivariano de televisión que ya opera bajo la denominación de Telesur.
Cabe recordar que Chávez es el socio mayoritario de Telesur, empresa a la que controla convenientemente con un inequívoco 51% del capital y votos. Argentina, por su parte, es el segundo accionista de la nueva empresa, con el 20%. Una participación minoritaria y sin garantía alguna por cierto, pero aportando su proporción del respectivo capital, para así crear trabajo en Venezuela. Le siguen Cuba, con el 19%, y, cerrando la participación, el gobierno de Tabaré Vázquez, con el 10%.
Telesur acaba de suscribir una primera y bien sugestiva alianza estratégica con el conocido canal musulmán privado Al Jazeera. Lo hizo en busca de diversidad y visiones más profundas sobre los temas, según dijo oportunamente su presidente, el venezolano Andrés Izarra.
El saldo final de las recientes negociaciones comerciales bilaterales entre Venezuela y Uruguay es muy favorable a Chávez. Porque se cerraron exportaciones hacia Venezuela por valor de 41,5 millones de dólares e importaciones al Uruguay, desde Venezuela, por 56 millones de dólares. Además, se concretaron asociaciones bilaterales por 33 millones de dólares en áreas como el software para las actividades financieras y la capacitación para los municipios. En el sector petrolero -el gran as de espadas de las posibilidades de seducción de Chávez- se firmaron nuevos acuerdos por valor de unos 42,5 millones de dólares.
Los acuerdos del capítulo público se refieren a PLUNA, la UTE; y ANCAP. Y son bien delicados.
En el caso de la eficiente UTE, Uruguay venderá servicios de consultoría de sistemas a CADAFE, la mayor empresa eléctrica venezolana. Por esto tendrá un ingreso anual del orden de los 7 millones de dólares.
PLUNA, empresa con la que ya se ha suscripto una carta de intención, de fecha 12 de julio, mantendrá su flota conjuntamente con CONVIASA, la aérea estatal venezolana, con la que además explotará nuevas rutas y compartirá stocks de repuestos. Si alguna vez la agresiva Venezuela tiene, por razones de enfrentamientos políticos con los países de los proveedores, problemas con la obtención de repuestos, PLUNA puede ser un buen salvavidas. PLUNA también entrenará a los pilotos comerciales venezolanos.
Las distintas corrientes de intercambio entre ambas empresas aéreas y las rutas comunes (que seguramente incluirán vuelos regulares a la patria bolivariana) pueden, conociendo a algunos de los personajes en danza, transformarse en un íntimo canal de circulación e intercambio, bastante poco transparente.
CONVIASA, que no come vidrio, tiene además en estudio la posible compra -total o parcial- de las tenencias accionarias actuales (minoritarias) de VARIG en PLUNA. Recordemos que VARIG, el pasado 27 de junio, dejó de gestionar a PLUNA.
Para tratar de combatir la inflación, que crece rápidamente en la dispendiosa Venezuela de Chávez, habrá asimismo -según se anunció- una compra por concurso de carnes del MERCOSUR, del orden de las 70.000 toneladas, fraccionadas en piezas de un kilo para los supermercados. Allí seremos invitados a competir con los exportadores uruguayos.
Venezuela expresó también su interés en tratar de invertir en las plantas cementeras estatales de ANCAP. Mientras tanto, ha dicho que adquirirá, de inmediato, cemento portland de esas plantas.
La joya de la corona es una posible inversión chavista en la refinería oriental de La Teja, para así mejorar su capacidad de producir fuel-oil, combustible que escasea notoriamente en nuestra parte del mundo. Hablamos de unos 600 a 1.000 millones de dólares de inversión bolivariana, calibrada previsiblemente para procesar el particular crudo venezolano en tierras orientales.
El semanario Búsqueda del 28 de julio pasado describe el romance político de Venezuela y Uruguay con las palabras del propio Hugo Chávez. Éste considera que ha obtenido la hoz al ocupar por los próximos seis meses la presidencia pro-tempore de la Comunidad Andina de Naciones y que su par oriental ha obtenido el martillo, al ocupar un cargo similar en el MERCOSUR. Según Chávez, en reflexiones públicas realizadas el pasado 26 de julio, lo único que ahora falta es cruzar la hoz con el martillo para así forjar un modelo socialista.
Clarito, entonces, para los que aún tengan alguna duda.
Además de lo expuesto, Venezuela estudia la posible adquisición de neumáticos producidos por FUNSA en el Uruguay, la compra de toda la línea de productos lácteos de CONAPROLE y la importación de ganado uruguayo en pie a las románticas llanuras bolivarianas.
Todo un cambio, si esto se hace finalmente realidad. Veremos. En poco tiempo lo sabremos. © www.economiaparatodos.com.ar
* Emilio Cárdenas es ex Representante Permanente de la Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas.
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