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Elogio de la locura
por Dr. Oscar Ventura
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Desiderius Erasmus Rotterdamus, nacido allá por 1466 o 69 como Geert Geertsen (Gerardo hijo de Gerardo), y más conocido en Castellano como Erasmo de Roterdam, fue un filósofo, filólogo, humanista y teólogo holandés, a quien se deben varios libros importantes y una colección de adagios, algunos de los cuales todavía empleamos hoy día, como por ejemplo en el país de los ciegos el tuerto es rey -y eso que no conocía Argentina- o no podemos vivir con ellas, pero tampoco podemos vivir sin ellas.
Uno de sus libros más conocidos es el Elogio de la Locura (Encomion moriae seu laus stultitiae) escrito en 1511. En el prólogo de tal obra (que puede leerse en la Biblioteca Cervantes) dice la estulticia:
Diga lo que quiera de mí el común de los mortales, pues no ignoro cuán mal hablan de la Estulticia incluso los más estultos, soy, empero, aquélla, y precisamente la única que tiene poder para divertir a los dioses y a los hombres.
Y así es. La estulticia hace reir. La locura, cuando es sólo el extravío imbécil que rezuma bondad, pasmo y asombro, nos hace mover la cabeza compasivos. La locura puede empero alcanzar ribetes trágicos, como en el cuento de Quiroga La Gallina Degollada, que confieso nunca puedo volver a leer más que en diagonal por la forma en que me afecta. Sin llegar a esos extremos, la estulticia y la locura campean en los feudos ecólatras de Fray Bentos y Gualeguaychú, al "celebrarse" hoy dos años de corte ininterrumpido de puente.
A lo acotado por Gustavo en un comentario que moví debajo de este posteo, y que fue publicado en el inefable El Día de Gualeguaychú, se suman los artículos de la fecha de Radio Máxima, ese máximo exponente de desinformación y tergiversación incomparables que disfrutan los habitantes de Gualeguaychú.
Máxima le canta el Happy Birthday al corte y cita las preclaras palabras del celebérrimo Pepo Pouler, Padre de la Patria, de quien Máxima afirma
El asambleísta José Pouler dijo que se siente “orgulloso” por “la perseverancia” en la lucha y “por tener convicción y mantenerla”, si bien remarcó que “no se puede festejar dos años en los que uno ha dejado la vida social y la familia”.
La familia supongo que agradecida. Por otro lado, Veronessi, en un alarde de profundidad de pensamiento y manejo del idioma, declara enfervorecido que "hoy es un día glorioso"
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“El día de hoy tiene un pequeño gusto a hiel porque estamos en una lucha y aveces no tenemos la correspondencia que corresponde, pero también tiene sabor a firmeza y a orgullo de pertenecer a un pueblo que se mantiene firme en una lucha a pesar de los sinsabores y contratiempos”, manifestó el asambleísta Veronesi, quien destacó la importancia de la fecha para “darnos ánimo”, a pesar de que “los escollos son muchísimos”.
Eso, eso... la correspondencia que corresponde, porque si no correspondiere, es probable que estuviéramos en aquello de que la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra locura. Y es que en donde el manco de Lepanto, por interpósita persona del ingenioso hidalgo, fermosura veía, fuerza es para nosotros reconocer locura y contumaz bellaquería.
Que, a fuer de ser sinceros, resulta pequeña al compararla con nuestra sin par combatidora ambientalista, llanera solitaria de las praderas fraybentinas, que muy suelta de cuerpo usa nuevamente el micrófono fácil y adictivo de Máxima,
La asambleísta fraybentina Delia Villalba dijo que en Fray Bentos es insoportable y nocivo el olor en los últimos días, luego de que Botnia reiniciara sus actividades. Villalba indicó en RADIO MÁXIMA que ello se produce en medio de la resignación de la gente y la complicidad del gobierno y los medios de comunicación.
Con una de esas frases que la han hecho célebre y reclamada por los sanatorios siquiátricos de más fama de la región, la Sra. dictamina
“Yo digo que lo de Botnia se parece mucho a lo de Valdivia, con la diferencia que se da el agravante de que la planta de acá se construyó de forma muy insegura porque los operarios dicen que no ha pasado un día de la producción de celulosa que no haya habido fugas, escapes y accidentes, y acá no tenemos seres testigos como los cisnes de cuello negro de Valdivia, lo vamos a notar cuando los efectos perniciosos se acumulen en los seres humanos”
Y, claro, como le pasa sistemáticamente, la naturaleza, la tecnología, los seres humanos y los animalitos de Dios se encargan de refutarla. Un amigo me manda lo siguiente
No hay derecho que los animalitos no se enteren que tienen que nacer con dos cabezas y malformados, porque la Sra. Villalba así lo ha dictaminado. Esperemos que al menos tengan la decencia de morirse contaminados, como los cisnes de Valdivia. ¿Serán tan taimados de crecer y multiplicarse contrariando a nuestra ambientalista estrella? ¡Qué emoción!
Sic transit gloria mundi, amiga Delia...
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