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¿Qué es productivo?
* Javier Garcia |
El "Uruguay productivo" es como una bolsa en que cada uno le echa adentro lo que supone que puede entrar. Pero, el gobierno restringe la definición.
Hay calificaciones que por tanto repetirse empiezan a perder su sentido y se prestan a que cada persona le dé a estas su particular interpretación. Con esto del Uruguay "productivo" pasa algo de ello. Empezó siendo un, reconozcámoslo, excelente eslogan electoral que como sucede en estos casos empieza a cobrar vida propia y a integrar el vocabulario general. Algo similar pasó con aquella invitación de Vázquez cuando en la noche del 31 de octubre acuñó el "festejen uruguayos, festejen". Innumerables veces hemos visto repetir esta última frase y vaya que desde la oposición la hemos recordado con cierta ironía que la circunstancia impone. También la usó un jerarca policial, lindando en la ridiculez, como el jefe de Montevideo que hace unos días en una reunión con los efectivos cerró su discurso con un "celebren policías, celebren". Si esperaba que leyeran su frase en el edificio Libertad no hay duda que lo deben haber hecho, y también se deben haber reído bastante, pero no por la ocurrencia.
El "Uruguay productivo" es como una bolsa en que cada uno le echa adentro lo que supone que puede entrar. Pero el gobierno cuando dice beneficiar a éste con medidas impositivas o subsidios restringe bastante esta definición y deja en claro que lo "productivo" para el gobierno es bastante menos de lo realmente "productivo" que hay en el país.
Nadie duda, ¿cómo hacerlo?, que un productor agropecuario entra de cajón en esta calificación. Quizás es quien primero viene a la mente. Pero también lo es un uruguayo que recorre los barrios de las ciudades o las carreteras del país haciendo corretajes y ventas para una empresa, o el profesional que presta sus servicios, muchos, muchísimos, con el sacrificio que impone tener que hacerse un lugar en el mercado. El veterinario o el abogado o el médico multiempleado corriendo de una mutualista a otra. El distribuidor o el ferretero o el panadero que diversificó su producción y para competir con las grandes superficies puso reparto a domicilio, e invirtió en una camioneta. Podríamos, igual que los lectores, llenar de ejemplos de formas de hacer el "Uruguay productivo". Porque en definitiva esto no es otra cosa que generar riquezas como fruto del trabajo manual o intelectual de la persona. No hablamos de aquel que en un movimiento de ajedrez y por una colocación financiera gana dinero, sino del que mete lomo y lomo para crecer junto a su familia, y creciendo hacer mejorar la economía nacional.
El gobierno ahora y con la decisión de crear este llamado "gasoil productivo" ha precisado qué compone esta definición y la verdad que es muy acotada, y a su vez injusta. Parece que para las autoridades o se está en el sector agropecuario o en el transporte, o de lo contrario no se produce. Está muy bien estimular a estos sectores estratégicos de la economía, pero ¿por qué penalizar a los otros? No es que a unos se los mejore y a otros se los deje igual. A unos se los estimula y a otros se los castiga.
El anuncio de esta semana afectará el patrimonio de muchos uruguayos que invirtieron para su trabajo en un vehículo a gasoil y ahora verán incrementarse los costos de su trabajo, perderán competitividad y su vehículo valdrá menos, y por todo ello producirán, también, menos. Pero principalmente habrá dejado en claro que el gobierno considera que la actividad de decenas de miles de personas que la pelean por su cuenta prestando servicios de distinto tipo no son considerados "productivos".
Súmele el fenomenal impuesto a los ingresos que con nombre de "impuesto a la renta" anuncian para el año que viene, y el futuro para el trabajo es complicado.
No obstante queda mucho por pelear. Feliz 2006.
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