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Imagen de la realidad
por Andrés Bogorja
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Comprendemos que siendo flujo en la corriente, algo que nos guía, nos intuye hacia un determinado curso. Camino que pretendemos sea imagen de la identidad de nuestras expectativas. Tiende a avecinarnos a un posible desenvolvimiento de nuestra realidad interna…
Nos acercamos a la dicha pretendiendo que el azar reine entre nuestros fallos, sin aceptar la posibilidad de que nuestras acciones fluyan de mejor manera según el ritmo y la sincronía do todo aquello que es realizado por nuestra propia voluntad.
Seamos participes de nuestra propia creación; formados por nosotros mismos, todo lo que deseamos existe en nosotros y en nosotros evoluciona…
Exteriorizar nuestro interior resuelve todo aquello que aprisionamos, dejando que libremente se haga de su propio perfeccionamiento siguiendo su propia expresión.
Siempre conscientes del infinito universo y sus mundos, podremos influir sobre todo aquello que parece no ser dinámico para que mane el movimiento, o cierto es que también dejando que fluya hacia nosotros entonces se realice…
Dejando los contrarios realizar una conjunción para entonces volverse realidad a manifestar. Siendo estrellas dentro de un mismo cielo, superamos las expectativas que nos proponemos… Transportando en nosotros la luz, se entrecruzan los hilos del tiempo en las entreluces del atardecer. Tornamos al origen donde la luz ya no tiene patriarca; siendo noche y día, luces y sombras. En el silencio la luz es libre de reinar.
Debemos comprender que todo aquello que se entrega al desenvolvimientote sí mismo, se realiza ya que todo se transforma y nada permanece estable…
Detengamos un momento nuestras presunciones y comprendamos que aquello que nos hace únicos no nos hace solos, nos realiza como partes del todo en continua evolución…
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