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Una nueva historia
Marzo 2007
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Sin dudas la reciente designación del Inspector Bernal como Vice Ministro del Interior, merece un análisis profundo, minucioso y constante desde las filas policiales. Profundo porque no hay antecedentes de esta naturaleza, porque de buenas a primeras -como anuncia el dicho popular- una institución como la Policía, considerada en un escalón social secundario, aparece distinguida con una decisión que la honra y la destaca y porque este nombramiento seguramente, no es producto de la casualidad. Minucioso porque son muchas las interrogantes a develarse, innumerables las aristas a considerar, aún, cuando la decisión haya sido producto de un acto de simple oportunismo con doble objetivo; el que se aprecia en este complicado escenario actual y otro a más largo plazo. Constante decíamos también, porque esta nueva etapa, inscripta en una realidad desfavorable desde el punto de vista institucional, merecerá un seguimiento serio, ponderado y objetivo para evaluar las ventajas y desventajas de un compromiso político asumido desde un uniforme profesional.
Porque el nombramiento de Bernal no se origina ni se agota en el acto mismo de una distinción sin precedentes. Para intentar entenderlo, será necesario retrotraernos en el tiempo, repasar el pasado reciente, el presente inmediato y el futuro, que aparece incierto, una verdadera incógnita para una institución que lucha y reclama desde su génesis misma, por mantenerse apartada de la política. Porque de no ser así, jamás será enteramente profesional ni técnicamente independiente y en tal sentido, no alcanzará el nivel de credibilidad ante una sociedad que necesita confiar en su Policía.
Estamos convencidos que la institución policial debe mantener muy claro el concepto de que constituye una institución del Estado y no del Gobierno de turno, desde siempre. Allí, puede estar ese objetivo a largo plazo, cuidado!
Tampoco podremos agotar la complejidad del tema en una simple nota y por tanto seguiremos avanzando en este intento de interpretación, ojeando esta nueva etapa que comienza a escribirse y buscando las respuestas que le den sustento y permitan armonizar la realidad de estos cambios, con actores de la otra “historia”.
Como sea, el Inspector Bernal carga ya sobres sus hombros un pesado legado y cada decisión, cada actitud suya será arbitrada en forma inapelable por un tribunal integrado por gente largamente desplazada, postergada y que reclama soluciones que seguramente, en algunos casos, no estarán al alcance del nuevo jerarca ministerial. En fin, un desafío tan complejo como inesperado. Enhorabuena Inspector Bernal y mucha suerte; la va a necesitar.
La Comisión Directiva
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