Besos sin destino… semana de ausencias… Dr. Enrique Rimbaud Decano de la Facultad de Veterinaria Managua - Nicaragua

           Cuando era niño los fines de marzo me emocionaban… por un lado, eran o vacaciones fijas por la semana santa, o las mismas llegaban luego luego… por otro, el 26 de Marzo comenzaba para mí un periplo intenso de cumpleaños importantes…

           Marzo significa el cierre definitivo del verano que da paso al otoño, en mi niñez, me daba cuenta por los árboles que perdían las hojas desnudándose, hojas que comenzaban a volar esparciéndose en las calles, conformando una verdadera alfombra…

           Me llevó años comprender que nosotros también dejamos un verano atrás para pasar al otoño de la vida, etapa en la cual me encuentro… hace poco, un médico amigo, me comentaba que cronológicamente ya había dejado hace mucho tiempo atrás la juventud, perteneciendo ahora a los adultos maduros… que hijo de la gran p…, pero bueno, es médico, sabrá lo que dice…

           El 26 de Marzo daba comienzo a la semana de cumpleaños, ese día, cumple años mi tío Julián, al que cariñosamente le decíamos tío Bebe, porque era el menor de mis tíos varones… sus cumpleaños eran esperados, dado que es un gran cocinero, y siempre inventaba algo nuevo y delicioso para sorprendernos…

           El siempre estuvo orgulloso, de que un 26 de Marzo, había dado nacimiento en el país el Frente Amplio… hoy en el gobierno… ese era su mejor regalo…

           El 27 era complicadísimo, cumplía años mi madre, cumplía años mi abuela Rica, y cumplía años la "vieja" Juana, empleada de edad indeterminada que nos criara a mi y a mi hermano…

           Comenzábamos el día con mi hermano invadiendo la cama de Mamá, cubriéndola de besos, y regalándole alguna artesanía propia de esas espantosas que hacemos los niños, sin forma de nada, pero hecha con amor y emoción, artesanías que solo las madres aprecian… mas tarde, esperábamos que llegara la "vieja" Juana para gastarle alguna broma tierna, y hacerle la pregunta que todos los años jamás contestaba, que edad tenía? Peinarse, lavarse, vestirse, e ir a almorzar a lo de la abuela, rodeada de sus hermanas antiquísimas, y la prima Reyna, que todos los años declamaba el mismo y tedioso poema en honor de la abuela… en la noche, dulces, masitas y sándwiches, gaseosa y vino, desfile de tíos y primos por la casa a saludar a Mamá, y sus amigas, maestras todas, con sus peinados estrambóticos soplados por laqué, bien cargadas de maquillaje y esas ganas de tomarse unos vinos y soltar la lengua…

           El 31, era el cumpleaños de Papá, el "Francés", como así gustaba que le dijeran, estos eran distintos, durante el día no lo veíamos, acostumbraba llegar sobre el ultimo filo de la tarde, con unas copas encimas y varios amigotes, la mayoría cantores y poetas, armando unas juergas bacanaleras de nunca acabar… cuantas veces no nos acostamos sin haberle podido darle su beso de cumpleaños...

           Hoy… mi tío Bebe está en España, no sabe lo que es un mail, y no tengo su teléfono…

           Mamá, la abuela y la vieja Juana ya no están, viven el descanso de los justos, y para colmo, en esa fecha sagrada, el 27, fue el día que murió mi hijo, por lo que debería de ser un bonito recuerdo, se llena de sentimientos contradictorios, lagrimas quemantes, heridas que nunca cicatrizarán…

           Papá tampoco está, se fue al cielo de los poetas, rodeado de sus amigos cantores, estableciendo alguna bacanal eterna…

           Ultima semana de marzo, semana que siempre afloraban besos, besos que hoy solo encuentran ausencias, ausencias que provocan una profunda tristeza, dejando el corazón achicharrado, la boca pendiente, la consciencia de los que ya no están en la soledad de la distancia…

           Ultima semana de marzo, semana de besos sin destinos, semana de ausencias…