Año III - Nº 129 - Uruguay, 06 de mayo del 2005

 

 

 

 
Dicen de nosotros por ahí
Promesas electorales y realidad
de Gobierno inquietan a izquierda

por Alvaro Kröger


abaré Vázquez, el primer presidente izquierdista de Uruguay, afronta, 56 días después de asumir el poder, críticas de su partido político, el Frente Amplio, porque las promesas electorales pierden terreno ante la realidad de gobernar.

El 'no pago de la deuda externa' y el 'no al Fondo Monetario Internacional (FMI)', unánime de la izquierda política, ha quedado con el tiempo relegado a eslóganes de los grupos radicales, que poco después de que Vázquez asumiera la presidencia, comenzaron a criticar al flamante presidente.

La rapidez con la que el nuevo Gobierno encaró las negociaciones con el FMI y los elogios provenientes del organismo por la 'practicidad' con la que la izquierda alcanzó rápidamente acuerdos, han desatado las iras de socialistas marxistas, comunistas y troskistas de la coalición.

La presidenta de la Confederación de Funcionarios, Carmen Galizzi, dijo que el Gobierno está 'intransigente, no da ninguna señal positiva y no está dispuesto a bajarse de su propuesta'.

Alfredo Silva, del poderoso sindicato de la salud, afirmó que 'parece que estamos escuchando a la anterior administración de Batlle'.

Añadió que los actuales gobernantes 'siempre se quejaron del FMI y ahora dicen que no hay aumentos por lo compromisos con el organismo, lo que parece de locos'.

Para los ex guerrilleros Tupamaros, en control del 30 por ciento de los escaños de la izquierda en el Parlamento, 'las diferencias' que mantienen con la gestión económica del ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, no desaparecen, pues el acuerdo de un superávit primario del 3,5 por ciento con el FMI 'deja poco margen para cumplir con el programa de la izquierda'.

Como si los problemas fuesen pocos, la prensa izquierdista critica al socialista Tabaré Vázquez por no respetar el 'Estado laico', que se fundamentó en el siglo XIX.

La situación adquirió mayor rigor este fin de semana, cuando el respetado semanario izquierdista 'Brecha', dedicó cinco páginas al tema, para remarcar que 'la laicidad' está 'en capilla' (peligro) en Uruguay. También enumeró 'varias señales en dirección del clero', por parte de Vázquez, y 'decisiones presidenciales con valoraciones personales', que ponen al Gobierno progresista en la discusión con la relación Estado-Iglesia.

Recordó el anticipo de veto por parte de Vázquez a una 'ley de aborto', como lo había hecho el anterior presidente Jorge Batlle, promovida por legisladores de la coalición de izquierdas.

La lista se completa con la construcción del 'monumento a Juan Pablo II en un espacio público', sin consultar al resto del Gobierno ni al municipio izquierdista de Montevideo, además del envío por Vázquez de su esposa a las exequias del Papa.

Aunque el presidente Vázquez no es católico, su esposa María Auxiliadora Delgado lo es y, además, uno de los hijos es sacerdote y otro fue seminarista.

Precisamente, la esposa y el ex seminarista, asistieron a las exequias de Juan Pablo II, aunque oficialmente figuró como jefe de la delegación el embajador en el Vaticano Daniel Pérez del Castillo.

Al regreso, Delgado y su hijo dieron una rueda de prensa en la Casa de Gobierno.

'Brecha' recordó que el ex seminarista Alvaro Vázquez, explicó tras durante su visita al Vaticano realizó contactos con 'obras internacionales de la Iglesia Católica''.

En Uruguay, Estado e Iglesia Católica estuvieron unidos únicamente en la primera Constitución de 1830, vigente hasta 1917.

Sin embargo, al final del siglo XIX, se comenzó la separación del Estado y la Iglesia al crearse el Registro Civil en sustitución de los libros Parroquiales de nacimientos, casamientos y defunciones.

También Uruguay fue un pionero en instituir el divorcio en América Latina.