Año III - Nº 129 - Uruguay, 06 de mayo del 2005

 

 

 

 

Globalización
¿a punto de naufragar?

por Danny Luque

 

ace 90 años atrás en un mes de Mayo, el submarino alemán U-20 hundió al Lusitania muy cerca de la costa sur de Irlanda.

Aproximadamente 1.800 personas, entre ellos 128 estadounidenses perdieron sus vidas. Una fecha que no solamente se recuerda por el daño que le causo a la imagen del imperio alemán dentro de los Estados Unidos, también esa tragedia simbolizó el fin de la primera era de la globalización.

Hay muchas similitudes con la economía de aquellos años (1870 a 1912),el movimiento de mercancías ,capitales y fuentes de trabajo alcanzaron niveles altísimos; las flotas y los telégrafos a través del Atlántico nunca habían estado tan ocupadas, el capital y los emigrantes viajaban hacia el oeste, la materia prima y los productos manufacturados viajaban hacia el este. Desde 1880 hasta 1910 emigraron 25 millones de personas al nuevo continente.

Al mismo tiempo ,entre 1914 y 1918 una horrenda guerra freno todo ese movimiento que propicio el hundimiento de la globalización. Cerca de 13 millones de toneladas de mercaderías fueron enviadas al fondo del océano por los submarinos alemanes. El comercio internacional, las inversiones, la emigración, etc., todo colapsó .Por otra parte el intento de recuperar la economía mundial una vez que termino la guerra no funcionó .La economía global efectivamente se desintegro con la arremetida de la Gran Depresión y después de eso con una guerra inclusive mas grande que la primera, que increíblemente e irónicamente destinaba enormes cantidades de su producción a la industria de la destrucción.

Podría resultar sumamente pesimista hoy en día pensar que este escenario se pudiera repetir(que nuestra era de globalización colapse como le ocurrió a nuestros antepasados).Es importante tener en cuenta que a pesar de una serie de advertencias al principio del siglo XX acerca de las catastróficas consecuencias de una guerra entre las grandes potencias europeas, mucha gente (inclusive los bien informados inversores) fueron tomados por sorpresa con el estallido de la guerra. Esa posibilidad es hoy tan real como lo fue en 1915,que la globalización como el Lusitania podían ser hundidas.

La última época de la globalización se parece a la que tenemos hoy en día en varios aspectos. Se caracterizo por un relativo libre comercio, restricciones limitadas en emigración y muy poca regulación de flujo de capitales.

La inflación era baja. Una ola innovadora de tecnología revoluciono los sectores de las comunicaciones y la energía; el mundo comenzó a disfrutar de las ventajas del teléfono, la radio, la combustión interna de los motores y las rutas pavimentadas. La economía Estadounidense era la más grande del mundo, China se estaba abriendo, creando todo tipo de expectativas en Occidente y Rusia estaba creciendo rápidamente.

La primera guerra mundial acabo con el mercado global. Las economías de mercado se interrumpieron y se desconectaron, primero por la guerra y luego por el proteccionismo post-guerra. Los precios se fueron por las nubes, muchas economías como la Alemana sufrió hiperinflación y una profunda deflación en la misma década. El fin de la globalización después de 1914 no era imprevisible, muchos conocidos escritores se ganaban la vida prediciendo una catastrófica guerra Europea. Solemnes Marxistas habían dado por sentado el colapso del capitalismo y el imperialismo tiempo atrás. Los Darwinistas sociales veían en el futuro de una confrontación el debilitamiento de los más desposeídos y el fortalecimiento de los más ricos. A pesar de todo la mayoría de los inversores fueron tomados desprevenidos cuando la crisis exploto.

Hoy por hoy hay obvios paralelos económicos entre la primera era de la globalización y la actual. Hoy, como ocurriera antes de 1914,el proteccionismo periódicamente reta a la ortodoxia del libre comercio.

Como antes, las potencias económicas son vergonzosamente proteccionistas cuando se trata de la agricultura. En la actualidad Japón ,Estado unidos y la Unión Europea usan tarifas y subsidios para proteger a sus productores de la competencia extranjera. Hoy nadie puede estar seguro de cuan estable es el sistema monetario internacional, pero una cosa es cierta: no es más estable que el sistema que precedió a la primera guerra mundial.

Hoy día la tecnología no da signos de aletargamiento, el ingenio humano sigue desarrollándose a pasos agigantados y hay suficiente fondos para todo tipo de investigaciones. Las malas noticias son que la misma tecnología esta al alcance de los enemigos de la globalización. Antes de 1914 los terroristas se hacían oír con arcaicos revólveres o primitivas bombas, hoy día una ciudad entera puede desaparecer con un dispositivo nuclear.

Hoy, como antes de 1914 la economía de los Estados Unidos es la mas grande, pero es en la actualidad mas importante como mercado para el resto del mundo que en el pasado. A pesar que los Estados Unidos disfrutan del papel de "consumidores de primera clase" este rol depende también de la voluntad de los extranjeros de costear los enormes déficits de su economía. La mitad de la deuda publica esta hoy en manos foráneas; al final de agosto 2004 , la combinación de los valores habidos(acciones) del departamento del tesoro de los EEUU en China, Hong Kong, Japón, Singapur, Corea del Sur y Taiwán eran de 1.1 trillón de dólares o sea 22 % mas que desde finales del 2003.Este enorme déficit es la mas grande diferencia entre la presente era globalizadora y la pasada.

Tenemos entonces suficientes argumentos como para pensar en un escenario macabro, tal y como sucedió 90 años atrás? Acaso es viable? Es muy difícil predecir un cataclismo, ese fue uno de los retos de los inversores en la primera era de la globalización, sabían de la posibilidad de una guerra y que eso traería aparejado consecuencias funestas para la economía. Pero no tenían forma alguna de saber exactamente CUANDO sucedería. El mismo problema tenemos hoy día. La posibilidad de otro 9-11 esta latente, es mas, es uno de los objetivos de Bin Laden.

Una crisis en Taiwán generaría una enorme sacudida al sistema internacional, hasta podría desembocar en una gran guerra. Un revolucionario cambio de régimen en Arabia Saudita sacudiría al mundo quizás aun mas que la revolución Bolchevique de 1917 en Rusia.

Todas estas son meras especulaciones, casi imposibles de predecir, por lo que perfectamente podemos establecer un paralelo entre la actual globalización y la ocurrida 90 años atrás. Como los pasajeros que abordaron el Lusitania, debemos concebir la idea de que también nosotros podemos hundirnos. Por ahora.... navegamos.