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Acerca de la Rendición de Cuentas
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por Alfredo Asti |
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Después de un largo tratamiento en Comisión, los Diputados hemos atravesado las horas más complejas, votando finalmente, la semana pasada, el proyecto de Rendición de Cuentas, que hoy está siendo analizado por el Senado. Como es sabido, no fue fácil la tarea de encontrar una salida a un diferendo muy profundo que puso en riesgo la unidad de acción de la bancada de gobierno, pero como es tradición en nuestro querido Frente Amplio, luego de esa ardua tarea encontramos finalmente el camino que nos llevó al consenso. No obstante, no podemos permitir que ese hecho opaque lo verdaderamente importante y buena que es esta Rendición de Cuentas, así como tampoco debemos dejar de analizar lo sucedido.
Es fundamental dejar claro que, quienes no estamos de acuerdo con el aumento del gasto – más allá de la expansión planificada por el Ejecutivo de 185 millones de dólares adicionales, en esta Rendición, a los 100 millones asignados en la Ley de Presupuesto – no es que estemos contra la educación, como se nos quiere hacer aparecer. Que quede muy claro, estamos y siempre estaremos a favor de la educación, pero como dice el dicho popular: “no podemos desvestir un santo para vestir a otro”, porque también es prioridad de este gobierno la seguridad pública, la salud, la inversión pública generadora de empleo y base del país productivo que todos queremos, y el combate a la pobreza.
El construir la idea de la falta de apoyo al sistema educativo, es construir la idea de que este gobierno no esta comprometido con la educación de su pueblo. Es olvidarse que al término de este período de gobierno toda la sociedad estará colaborando con la educación en más de mil cien millones aproximadamente. Sí 1:100 millones a diferencia de aquellos 490 que venia recibiendo la educación con los gobiernos blanquicolorados.
De lo que no se enteró el pueblo:
Con responsabilidad, porque de eso también se tratan los cambios, el proyecto de Rendición se sustenta en dos principios fundamentales: el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica necesaria para asegurar una senda de crecimiento sostenible para la economía uruguaya y la focalización de los recursos adicionales hacia las políticas sociales, entendiendo que el crecimiento por sí sólo no asegura la igualdad de oportunidades.
En el Presupuesto Nacional se establecieron recursos compatibles con el escenario macroeconómico y sus proyecciones. En las Rendiciones de Cuentas, en la medida que se generan recursos adicionales a los previstos, los mismos se asignan a las áreas ya definidas como prioritarias.
Para 2008, a los 100 millones de dólares de incremento que se habían destinado en las instancias anteriores, se agregan 185 millones de dólares en ésta Rendición, con lo que se llega a un aumento del gasto de 285 millones de dólares, cifra compatible con el programa financiero y la estabilidad económica.
La educación, que ya tenía asignado por presupuesto quinquenal para el 2008 más de 100 millones de dólares adicionales para ANEP y Universidad, se fortalece en esta Rendición de Cuentas mediante la implementación del Proyecto Ceibal (un niño una computadora), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, y las partidas correspondientes al artículo 476 de la Ley de Presupuesto, que atan el aumento del crédito para ANEP y Universidad al crecimiento de la recaudación por encima de lo presupuestado para 2007 y 2008, camino trazado para lograr el 4,5% del PBI para la educación al final del periodo. En este marco se dio la discusión que mencionábamos al principio de la nota y que se resolvió adelanto partidas previstas para el 2009 por transferencias a ANEP y Universidad de partidas destinadas a inversión de la Administración Central.
Para la salud se asignan recursos para financiar la primera etapa de la reforma, que incluye principalmente el pago de la cuota de salud a casi 500.000 menores hijos de trabajadores y a funcionarios públicos.
Respecto al combate de la pobreza, la indigencia y la reducción de la desigualdad social, en 2007 finaliza la ejecución del PANES y comienza el Plan de Equidad, dirigido a atacar los determinantes más estructurales de la pobreza. En 2008 se implementará la primer etapa de dicho plan, que cubre la atención a la infancia y adolescencia; objetivo prioritario del plan, además de varios otros componentes también de importancia relevante como el apoyo alimentario, los programas de integración social y la atención a la discapacidad, el fomento del empleo formal, y la inclusión educativa y social.
Si cuantificáramos lo dicho estaríamos adicionando un aumento del gasto al ya proyectado en más de 72 millones de dólares para la reforma de la salud, 70 millones para el plan de equidad y 43 millones para gastos prioritarios ya definidos.
También se incorpora financiamiento para varios proyectos correspondientes al área del desarrollo productivo. Dichos gastos se financian con la reestructura en el régimen de devolución de impuestos indirectos, entre ajustes de tasa y acortamiento de plazo se está disponiendo de 27 millones de dólares que son fundamentales para apuntalar el sistema de trazabilidad, fortalecer la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, la creación de un programa de incentivo a la contratación de desocupados y apoyo al complejo textil uno de los sectores que da más manos de obra y se encuentra atacada por la falta de nuevos mercados. No solo alcanza con hablar del país productivo hay que diagramar acciones concretas como las detalladas para hacerlo posible
A lo detallado podemos incorporar otro número importante de inversiones planificadas, que se encuentran por fuera del presupuesto, pero que se inscriben en una misma lógica de desarrollo. A modo de ejemplo podemos citar las Inversiones en Infraestructura de UTE (interconexión eléctrica con Brasil U$S 160 millones), AFE (vías férreas para transporte U$S 100 millones), OSE (sexta línea U$S 50 millones), ANP (obras portuarias U$S 50-60 millones) y CVU (infraestructura vial U$S 145 millones).
En resumen, sentimos una gran satisfacción por lo que ha realizado nuestro gobierno. También expresamos nuestra plena conformidad con respecto a cómo se ha dispuesto el espacio fiscal adicional originado por las mejoras en la recaudación, el manejo profesional de la deuda pública y las utilidades de los bancos públicos. Continuamos con la senda iniciada con el Plan de Emergencia, el Presupuesto Quinquenal y las Rendiciones de Cuentas anteriores. Toda mejora que se obtiene respecto a los ingresos públicos se vuelca casi exclusivamente al incremento del gasto social, postergado por muchos años en los gobiernos anteriores. Responsabilidad fiscal, sensibilidad social y estímulo a la inversión productiva y el empleo, (que se potencian mutuamente), son marcas distintivas de este gobierno progresista.
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